Cuando Dios dice: !NO!

Canal de Youtube 👇 


Isaías 55:8-9
Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

Este es un versículo que debería alentarnos cuando Dios muchas veces nos dice "No"
Es difícil cuando estamos esperando respuesta a nuestras oraciones, donde nuestra mente sabe que Díos puede contestar a su manera y nuestro corazón desfallece porque él no está respondiendo lo que hemos orado, ni haciendo lo que esperamos, lo que hemos creído durante mucho tiempo, nuestra alma se entristece por ello, pero hay una verdad, Dios a menudo trabaja en lo invisible. El hecho de que no tengamos una respuesta a nuestro favor de nuestra oración, no significa que él no esté obrando.

Ahora, lo que puede parecer una falta de intervención de Dios no significa una falta de afecto por parte de él.
Dios nos ama demasiado como para responder a nuestras oraciones en otro momento que no sea el adecuado y de otra manera que no sea la correcta, él lo usa todo para nuestro bien.
Sus pensamientos y caminos son infinitamente mejores a los nuestros.
Nosotras muchas veces pensamos y actuamos de manera limitada y egocéntrica y Dios, con su sabiduría y conocimiento ilimitado, ve el panorama completo y actúa de acuerdo con un plan perfecto y elevado. 

Mis amadas hermanas ¿Cómo están? Gracias a Dios nuevamente ingresando a tu casa, trayéndoles otro mensaje por su gracia, espero sigan siendo edificadas, animadas y fortalecidas con su palabra y así puedas tu también proclamar sus verdades, sus obras maravillosas, continúa llevando el mensaje de Dios, no te desanimes si tú mensaje nadie lo pública, entérate que queda grabado en el cielo y lo que es para Dios permanece.
El tema que me ocupa hoy es realmente relevante y muchas veces desesperante y se trata cuando de Dios nos dice "NO"
¿Cuántas de nosotras hemos obtenido un No de respuesta a una oración? 
¿Cuál fue tu reacción: enojo, desesperación tristeza o gozo?
Nos encanta la verdad de que Dios responde a la oración como dice en:
1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho. 

Aquí, Juan establece la base de la confianza en la oración: la certeza de que Dios escucha nuestras peticiones si están alineadas con su voluntad en armonía con el carácter, los propósitos y los planes de Dios.
La palabra "confianza" (parresia en griego) sugiere audacia, franqueza y libertad para acercarse a Dios en oración con la expectativa de ser escuchados.
Con estos versos Juan quiere que supiéramos que, las promesas bíblicas están relacionadas con la oración.
Por ello no tomemos demasiado literal cuando Juan dice: "Cualquier cosa” ya que está petición está condicionada por la voluntad del Padre.
Algunas interpretaciones sugieren que la certeza de recibir la petición, se refiere a que ya ha sido concedida en el ámbito espiritual, aunque no necesariamente se manifieste de inmediato en el plano físico.
Pero lo que más nos gusta es cuando Él está de acuerdo con nuestras peticiones y dice "sí". Sin embargo, a veces su respuesta es "no" o "espera". Como buen Padre, él no nos concederá lo que no nos conviene a largo plazo.

Con frecuencia al hacer una petición a Dios deseamos una respuesta inmediata, una respuesta express, y sino no la obtenemos perdemos la paciencia, pero Dios nos dice en Su palabra:
Filipenses 4:6 
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Hermanas pero aunque sepamos este mandamiento, lo olvidamos y nos empezamos a desesperar.

En las escrituras hay varios ejemplos de siervas y siervos que supieron confiar en las respuestas negativas de Dios, miremos algunos de ellos:

Abraham oró fervientemente para que Ismael se convirtiera en el hijo de la promesa y el heredero de su legado, pero Dios le dijo que no. Él tenía algo mejor, una línea de descendencia a través de su hijo Isaac.

Moisés oró fervientemente para poder cruzar el río Jordán con los hijos de Israel, pero Dios le dijo que no. Él tenía un líder más joven llamado Josué y una mejor tierra prometida para Moisés.

David oró fervientemente para tener el gozo de construir un templo para el Señor, pero Dios le dijo que no. Él tenía algo mejor: que David planificara el proyecto y que su hijo Salomón hiciera la obra.

Jonás oró fervientemente pidiendo que le permitieran morir, pero Dios le dijo que no. Él tenía algo mejor: que Jonás aprendiera las lecciones de la compasión y las escribiera en un libro que motivaría a los siglos.

El endemoniado sanado en Marcos 5 oró para poder viajar como discípulo de Jesús de Nazaret, pero el Señor le dijo que no. Tenía algo mejor: que regresara a casa con sus amigos y les contara las grandes cosas que el Señor había hecho por él y le había mostrado misericordia.

El apóstol Pablo oró fervientemente para ser sanado de su enfermedad, que describió como un aguijón en la carne. Pero Dios le dijo que no. Él tenía algo mejor: que Pablo descubriera la suficiencia total de Su gracia.

Una mujer Cananea también fue persistente al No, al silencio de Jesús.
Está mujer al enterarse de la presencia de Jesús en la región de Tiro y Sidón, le ruega que libere a su hija, quien estaba gravemente atormentada por un demonio.
Mateo 15:23
Pero Jesús no le respondió palabra. Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.

Vemos que Jesús inicialmente no le responde, y sus discípulos le piden que la despida, argumentando que ella los persigue. Jesús declara que su misión principal es con las ovejas perdidas de Israel.
La mujer, lejos de desanimarse, se postra ante Jesús y le pide ayuda. Jesús, probando su fe, le dice que no está bien dar el pan de los hijos a los perrillos, a los que no son de su pueblo escogido. Ella, con humildad y entendimiento, le insiste respondiendo que incluso los perros comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos, Jesús, impresionado por su fe, le concede su petición y la hija queda sana.

Esta actitud de confianza tenemos que imitar y no pensar que si nuestra situación es preocupante para nosotras, la  única solución, es que si o si Dios nos tiene que responder, porque a veces nos genera duda sus silencios o la respuesta negativa de Dios, pero él dice:
Santiago 1:6-8 
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 

Santiago con esta metáfora nos quiere enseñar que un hombre dubitativo se caracteriza por la inestabilidad, inseguridad y falta de dirección para realizar una acción.

No obstante, cuando estemos en un momento similar a la de la mujer Cananea, debemos continuar pidiendo, rogando e insistiendo y decirle al Señor con humildad: ten misericordia, señor socórreme, necesito tu ayuda con fe y con acción de gracias, porque él ya tiene la respuesta y la conoceremos en el momento que él disponga, y que con seguridad será lo mejor para nuestra vida.

A veces los No del Señor está acompañado con su silencio, pero no perdamos de vista a Jesús, estamos en él y nuestras oraciones son escuchadas, tengamos confianza.

Al estar en él tenemos un intercesor a Jesús el gran sumo sacerdote, el justo y perfecto, es la única persona que nos representa delante del Padre.
Su nombre es el único nombre aceptable para Dios, el único nombre que puede recibir algo de Dios. Leamos:
Juan 14:13-14: 
Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
Este pasaje enfatiza una vez más que las oraciones hechas en el nombre de Jesús, con fe y en armonía con Su voluntad, son escuchadas y respondidas por Dios. 

Ahora cuando la respuesta de Dios a nuestra oración es SI, no es que realmente fue porque así yo lo quise y se cumplió MI deseo, no amadas es que si Dios te concedió lo que anhelabas, con seguridad estaba en sus planes. Está clase de respuesta nos hace felices y nos gozamos pero cuando Dios dice "no", puede ser difícil de aceptar, pero a menudo esta respuesta también es para nuestro bien mayor. 

Cuando Dios dice NO significa que hay un plan más grande en acción, uno que puede no ser evidente de inmediato, pero que está diseñado para nuestro crecimiento espiritual y felicidad a largo plazo. 
Las respuestas negativa puede abrir puertas a nuevas oportunidades, fortalecer nuestra fe y ayudarnos a desarrollar una mayor dependencia de Dios y sus propósitos, leamos:
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

Amadas, Dios en su sabiduría ve el panorama completo y conoce el futuro y sus "NO" puede ser una protección contra algo que nos haría daño o un camino que nos alejaría de su propósito para nuestras vidas. 
Pero para aceptar un negativa de Dios se requiere fe, un acto de confianza entendiendo que el sabe lo que es mejor, incluso cuando no lo entendemos. 

En los momentos de dificultad y las respuestas negativas a nuestras oraciones pueden ser un estimulo para un crecimiento espiritual profundo. Porque nos enseñan a depender de Dios, a buscar su voluntad y a encontrar gozo en su presencia, independientemente de las circunstancias que estemos pasando.

Hermanas lo que parece un obstáculo o una negación puede ser un paso necesario en un plan divino, por ello en lugar de desanimarnos, debemos perseverar en la oración, confiando con fervor en que Dios responderá en su tiempo y de acuerdo con su voluntad. 
Romanos 8:25 
Pero si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos.

Hermanas también los no del Señor puede ser un tiempo de prueba, pero no de abandono. Es una oportunidad para reflexionar, confiar en su plan y no sucumbir a la ansiedad o el enojo ante situaciones difíciles.
La negativa de Dios implica una espera activa y paciente en él, incluso cuando las circunstancias parecen estar en contra de nosotras. 
Amadas: su No es un tiempo de espera ,de silencio a favor nuestro, pero no significa su ausencia, es su preparación. Mientras esperamos, Él está trabajando. Detrás de cada retraso hay un momento divino, detrás de cada "todavía no hay un mejor "sí. 
Él está preparando el escenario para algo que no viste venir, si todavía estás esperando con fe.
Te animo a no enojarte, ten paz, no estás olvidada. Aférrate a tu fe, tu respuesta está más cerca de lo que crees si estás confiando en Dios y en su tiempo perfecto. Mira lo que dice en:
Salmo 37:7 NTV
Quédate quieto en la presencia del Señor, y espera con paciencia a que él actúe. No te inquietes por la gente mala que prospera, ni te preocupes por sus perversas maquinaciones.

Hermanas esperemos en Dios con la paciencia que él nos ha dado sin dudar, confiemos aunque no veamos las respuestas Dios esta obrando en nosotras primeramente antes que en la respuesta. No olvidemos que él tiene cuidado de tu y yo.
Porque el NO de Dios es a veces su respuesta más poderosa.

Ahora para finalizar quisiera que vayamos una vez más a las escrituras y leamos un versículo que nos advierte sobre la importancia de discernir, si nuestras peticiones están alineadas con la voluntad de Dios o son motivadas por deseos egoístas. 
Santiago 4:3:
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.

Aquí el hermano de nuestro Señor Jesucristo claramente nos advierte sobre la importancia de la motivación en la oración y nos anima a buscar la voluntad de Dios en lugar de centrarnos en nuestros propios deseos egoístas, debemos buscar la voluntad de Dios y confiar en que él nos guiará por caminos mejores, aunque no sean los que nosotras habíamos imaginado. 

La forma en que pedimos a Dios es tan importante como lo que pedimos, si hay egoísmo esto puede ser un obstáculo para la oración.
La búsqueda de placeres personales puede impedir que nuestras oraciones sean escuchadas. 
Debemos examinarnos a nosotras mismas, nuestras motivaciones al orar y buscar la guía del Espíritu Santo para hacerlo correctamente. 

En última instancia si no te responde a lo que tu esperas, él sigue siendo bueno, acepta la respuesta de Dios. 
Cuando Dios te dice Si te bendice, cuando te dice no te protege y cuándo te dice espera él prepara.

Leamos un Salmo que nos traerá esperanza para nuestro corazón cuando Dios nos dice "NO"
Lamentaciones 3:21-26
Esto recapacitaré en mi corazón, por lo tanto esperaré. Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad. Mi porción es Jehová, dijo mi alma; por tanto, en él esperaré. Bueno es Jehová a los que en él esperan, al alma que le busca. Bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.

Amadas gracias por llegar hasta el final del mensaje, que la gracia de Jesucristo, el amor de Dios, y la comunión del Espíritu Santo sean con todas ustedes.
Hasta el próximo encuentro, Dios mediante.

DIOS RESPONDE A NUESTRAS ORACIONES CON UN "NO' PORQUE ÉL ES BUENO Y NO PORQUE MERECEMOS RECIBIR TODAS LAS PETICIONES.

¡Dios con nosotras!

Comentarios

Entradas populares de este blog

El plan perfecto

El Dios que me ve

Vasijas Llenas De Dios