VASIJAS LLENAS DE DIOS

VASIJAS LLENAS DE DIOS
Efesios 5:18
No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

Qué significa ser lleno del Espíritu Santo?
Significa cuando el espíritu Santo le permite al creyente ser capaz de experimentar la presencia de Dios.
También a veces la Escritura usa la expresión “ser llenos de” para señalar la condición de alguien que está siendo controlado por algo.
Cuando el Espíritu de Dios llena tu ser, adquieres un impacto espiritual mucho más grande, las personas que ven tu forma de vida o te oyen, son tocadas y aún puede haber cambio de vidas por medio de tu hablar.
Para estar llenas y controladas por el Espíritu Santo, debemos primero vaciarnos de nosotras mismas, de todo lo pecaminoso que tenemos en el corazón: pecados que son evidentes y los que están ocultos, a través del arrepentimiento.
La llenura del Espíritu Santo viene sobre vasijas vacías con el propósito de reflejar la gloria de Dios.
Amadas, para ser llenas del él, solo tenemos que pedirlo, Jesús lo dijo:
Lucas 11:9-10
Y yo os digo: Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Debemos desear vaciarnos de nosotras mismas y ser llenas de Dios, este es un acto de humildad, la llenura viene sobre vasijas vacías, Jesús sigue enfatizando:
Lucas 11:13
Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?

Nuestra necesidad de amor, gozo, paz y más virtudes esenciales para nuestra vidas se suple con la llenura del Espíritu Santo, Jesús sabía que necesitaríamos de un poder para poder vivir llenas de él, en su camino, 

Hay una necesidad tremenda en nuestro corazón, primero y principal de un Salvador y se nos dio a Jesús, y otra es de estar siempre llenas de Dios.
Siendo hijas de Dios nacidas de nuevo, tenemos su presencia morando en nuestro corazón.
Jesús vino al mundo en medio de nuestra escasez para ser nuestra provisión, murió por nosotras y resucitó, venció al pecado, Su muerte fue nuestra entrada al trono celestial, pero lo olvidamos, nos quedamos estancadas y no podemos crecerlo, porque miramos nuestra condición, miramos nuestro pecado de orgullo, temores, vanidades, pero amadas este estancamiento debe despertar la necesidad de vaciarnos y buscar ser llenas del Espíritu Santo, porque la necesidad nos prepara para la llenura y para conocer mas al Señor.
Jesús, no nos dejó solas con nuestra necesidad nos envió un guía, un Maestro, nos mandó a Su Espíritu Santo:
Juan 16:7
Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviare.
El espíritu Santo es el principal Maestro para nosotras.
Ser llenos de Dios, entonces, no es otra cosa que estar controladas por el Espíritu que mora en nosotras.
No importa como estemos, debemos llenarnos de Él, quizás tenemos un pasado no lindo, perfecto o limpio, no tengamos vergüenza de creer que nuestro pecado es demasiado grande como para recibir el perdón, entendamos que la sangre de Jesús es suficiente.
No dudemos que Dios vendrá a llenarnos de él, él existe y quiere que vivamos controladas por su Espíritu y llenas de fe.
Cuando hay falta de Jesús, la llenura se va apagando en nuestras vidas.
Es necesario dejar a un lado la incredulidad  y con una actitud de pobreza de espíritu, pedir ser llenas de Él.
Las distracciones alrededor nos impiden estar llenas de Dios, no podemos orar, ni leer Su palabra, cualquier cosa que nos distraiga, debemos desecharlo para poder ser llenas del Señor. 
Pidamos a Dios que nos haga una rama fructífera, mujeres llenas de las virtudes, llena del fruto de su Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza.
Gálatas 5:25
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.

Estás virtudes son de Cristo y como mujeres que amamos a Jesús debemos ser llenas de estás.
El fruto del Espíritu Santo es resultado de la llenura de Dios, que no aparece de la noche a la mañana, sino con perseverancia siendo pacientes y obedientes a la palabra de Dios, viviendo en integridad y santidad.
Para poder ser llenas debemos estar quietas para escuchar Su voz, Dios nos creo para ser llenas de Él, y ser muestras de Su amor. 

Jesús cumplió lo que prometió a sus discípulos: "la llenura de Su Espíritu Santo", esa promesa que cambiaría sus vidas y las nuestrás, leamos la orden de Jesús a sus discípulos en medio de su necesidad:
Hechos 1:4-5
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Los discípulos estaban en gran necesidad, ellos estaban llenos de temores, algunos habían vuelto a su pasada vida.
Jesús lo sabía por eso mandó el Espíritu y esto es gracia.
"En medio de nuestra necesidad Dios está presente"
Ellos creyeron por fe y obedecieron y se quedaron como Jesús les dijo.
¡llegó el día!, 
Todos los presentes estaban vacíos, había una necesidad  de él, habían matado a Su maestro, estaba tristes y angustiados pero estaban unánimes dice la biblia y fueron llenos del Espíritu Santo, 
Al recibir la llenura del Espíritu Santo como lenguas de fuego, se llenaron de valor para anunciar el mensaje que Jesús dejo, sea dicho.
Pedro predicó con valor, los demás se enfrentaron a sus enemigos que los perseguían, fueron testigos fieles, Jesús les dejó un gran aliado con mucho poder, se concreto lo que Jesús les había dicho antes en:
Hechos 1:8
pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

¿Recuerdan a Esteban?, el primer mártir, el fue un hombre lleno de Dios, ya no tenía ninguna necesidad, su vacío estaba suplido, el había puesto su vida para Dios, y tenia comunión con Jesús, y el, al estar lleno no le importo ser testigo fiel.
Hechos 7:55-56
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.
Los discípulos ya no fueron los mismos después de la experiencia en el Aposento Alto, ellos obedecieron, se vaciaron de si mismos y fueron poderosos en palabra. 
Hechos 13:52
Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.
Su mirada estaba en el autor y consumidor de la fe, en Jesús.

Hermanas reflexionemos entonces: 
¿De qué nos estamos llenando?
Examinemos nuestro corazón y revisemos de que estamos llenas, luego debemos arrepentirnos de lo que impide su llenura, quizás hay incredulidad? talvez distracciones?
Seamos vasijas vacías de este mundo, para lo que Dios nos quiera dar, no importa el pasado que hayamos tenido, vengamos a Él.
El Espíritu Santo se deposita en vasijas nuevas y vacías.
Mateo 9:17
Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.

La provisión de Dios en nuestra necesidad de ser llenas de su Espíritu Santo, es beneficio para nosotras mismas y para los que nos rodean, seremos de bendición al estar llenas de Dios, El espíritu Santo nos satisface a nuestro a espíritu.
Debemos tener esta necesidad de estar llenas de Dios, día a día y continuamente, al estar llenas de Su Espíritu seremos luz, tendremos en nuestra boca la palabra de Dios y llenas de virtudes.
Seamos como esa mujer virtuosa que se describe en las Sagradas Escrituras.
Proverbios 31:26
Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.

VIVIR LLENAS DEL ESPÍRITU SANTO, ES VACIAR NUESTRO CORAZÓN PARA LLENARLO DE SUS VIRTUDES.

¡Dios con nosotras!

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