El Dios que me ve

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El Dios que me ve

Salmos 11:4 
Jehová está en su santo templo; Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los hijos de los hombres.

Amadas las saludo en el amor de Jesucristo, nos resulta alentador saber que estamos bajo la mirada del Altísimo, y que nuestra vida está en sus manos y en su corazón.
Pero veces actuamos como si Dios no estuviera viendo y guiando nuestra vida, y nos refugiamos en el desierto para huir del dolor y la frustración, en vez de alzar la mirada al cielo y recordar que Dios nos ve, si fuere asi todo sería diferente.
Hermanas saber que Dios, es el Dios que nos ve puede ayudarnos a vivir por fe, el es un Dios que nos encuentra aún, cuando estamos transitando en medio de lugares aridos y secos.

No niego que somos vulnerables y es fácil sentir que hemos sido olvidadas por Dios, particularmente en momentos en los que, al igual que Agar la mujer de nuestra historia de hoy, recibimos un trato al parecer injusto.

Hay algo interesante que debes saber, que si vamos a leer la historia de hoy en nuestra biblia como lectura simbólica, va a ser fácil perder de vista a Agar como persona, porque antes de ser cualquier otra cosa, Agar era una mujer vulnerable, sin ningún protector real en el mundo, una esclava que nunca tuvo opciones, una madre que quería vida y felicidad para su hijo. Si podemos separar a Agar de las capas del simbolismo apiladas encima de ella por las generaciones, podemos recuperar un poco el sentido de quién era y qué podría tener para decirnos hoy.

Vamos a empezar nuestra historia, contando que Sara la mujer de Abram necesitaba una mujer para su servicio y junto a su esposo fueron a Egipto y tomaron a Agar como esclava.

La Biblia nos cuenta que Agar era egipcia, cobra sentido pensar que Sara la adquirió cuando ella y Abram vivieron en Egipto durante la época de la hambruna descripta en:
Génesis 12:10
Hubo entonces hambre en la tierra, y descendió Abram a Egipto para morar allá; porque era grande el hambre en la tierra.

Muchas traducciones de la Biblia definen la condición de Agar, como “sierva”, que la hace parecer como alguien, que aparecía periódicamente para el arreglo del hogar. 
De todas las mujeres que hemos estado viendo en este canal y blog, Agar es la única que no es libre, ella era una esclava, una sirvienta.
Agar no era libre para ir y venir como quisiera, tampoco para tomar decisiones propias, sino que era propiedad de, Sara.
Agar no parecía ser una simple esclava, contratada para atender los quehacer de la casa; era la asistente personal de Sara.
Los hechos que conocemos de la vida de Agar son pocos y simples, pero lo necesario para comprender lo que Dios nos quiere enseñar con su vida.

Luego que Abram huye de Egipto por la hambruna se separa de Lot y fue a vivir a las tierras de Canaán. 
Pero Sara era estéril y no podía quedar encinta, pero un dia Dios le promete a Abram un hijo como heredero, leamos
Génesis 15:4 
Luego vino a él palabra de Jehová, diciendo: No te heredará este, sino un hijo tuyo será el que te heredará.

Pasaba el tiempo para el cumplimiento de esta promesa y Sara veía que no quedaba embarazada y busca una madre sustituta y ella consideró a Agar como la persona idónea, Agar fue ofrecida a Abram como concubina por Sara y como Agar era sirviente no se habría solicitado su opinión en el asunto.
Entonces Sara le pide a Abram que se acueste con su sierva Agar y el aceptó:
Génesis 16:2-3
Dijo entonces Sarai a Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril; te ruego, pues, que te llegues a mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió Abram al ruego de Sarai.
Y Sarai mujer de Abram tomó a Agar su sierva egipcia, al cabo de diez años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y la dio por mujer a Abram su marido.

Dios le había prometido hijos a Abraham, pero Sara no le había dado ninguno. Ahí fue que Sara en su desesperación de ser madre, concibió su plan de ofrecer a Agar como la concubina de Abraham, con la esperanza de brindarle, un heredero legal. 

Después de quedar embarazada, la
relación de Agar con Sara cambió. Dice la biblia, que cuando Agar supo de su embarazo, “miraba con desprecio a su señora” lo podemos ver en:
Génesis:16:4
Y él se llegó a Agar, la cual concibió; y cuando vio que había concebido, miraba con desprecio a su señora.

Según la escritura hebrea, Agar consideraba a Sara inferior porque, mientras ella era fértil, Sara seguía siendo estéril.
El cambio de actitud de Agar es comprensible, después de todo, a ella no se le consultó sobre el hecho de convertirse en la concubina de Abram porque era una esclava, su vida y su cuerpo no le pertenecían. 
Para Agar llevar en su vientre el hijo de su señor era la primera oportunidad de tener algún tipo de libertad. De pronto ya no era solo un objeto descartable, sino que ella empezó a tener valor.
Debe haber sido agridulce darse cuenta de que, al final, sería una persona valiosa, pero que esa condición estaría ligada a su hijo, no a ella. Aun así, cualquier valor era mejor que ninguno. Para Agar desde ese momento en adelante, las cosas serían diferentes.

Aconteció que como Sara no podía quedar embarazada, se resintió, la rivalidad empezó a aflorar y ella  presenta su queja a Abram:
Génesis 16:5‭-‬6 
Entonces Sarai dijo a Abram: Mi afrenta sea sobre ti; yo te di mi sierva por mujer, y viéndose encinta, me mira con desprecio; juzgue Jehová entre tú y yo. Y respondió Abram a Sarai: He aquí, tu sierva está en tu mano; haz con ella lo que bien te parezca. Y como Sarai la afligía, ella huyó de su presencia.

Hermanas las escrituras una y otra vez nos presenta la lucha contra la infertilidad. Esta tragedia se vuelve a presentar con Raquel y Lea, y en Ana. Para las mujeres de la Biblia, la infertilidad significaba más que simplemente el amor de un hijo o una manera para que la mujer consiguiera seguridad y estatus en el mundo. La fertilidad a menudo se consideraba como el mismo favor divino, representaba llevar una marca del amor de Dios, y en consecuencia, ser estéril era su señal de desagrado, en tiempos aquellos era una deshonra no tener hijos, ser estéril lo tomaban como una maldición.

¿Ahora crees que Agar tuvo compasión de Sara cuando sufría esta agonía y humillación?

La Biblia no indica que hubo algún tipo de amabilidad en esta relación, ni de preocupación mutua. Cualquier lazo que hayan tenido se rompió con el embarazo de Agar. Sara la maltrataba y Agar hizo lo más sensato: huyó. Agar no era la única de la que tenía que encargarse; también estaba su hijo por nacer. Y supo seguramente que Abram no estaba dispuesto a protegerla, aunque llevara en su vientre al hijo de él. Llena de interrogantes ella se fue al desierto, probablemente con la esperanza de encontrar una solución en ese lugar, otro rumbo para su vida, o algún tipo de escape. 
¿Has estado en alguna situación similar?

Ahora bien, Agar nunca pensó lo que se encontraría en el desierto,
Génesis 16:7-9
Y la halló el ángel de Jehová junto a una fuente de agua en el desierto, junto a la fuente que está en el camino de Shur. Y le dijo: Agar, sierva de Sara, ¿de dónde vienes tú, y a dónde vas? Y ella respondió: Huyo de delante de Sara mi señora. Y le dijo el ángel de Jehová: Vuélvete a tu señora, y ponte sumisa bajo su mano .

Ahora, ¿Crees que Dios no sabia de donde venía ni a dónde iba Agar? 
Lo más seguro es que ya lo sepa.
Pero Dios siempre nos da la oportunidad para hablar con él y ser honestas y ella lo fue.
El Señor le hace una propuesta le dice que regrese, quizás para ella le resultó difícil. Agar de una manera u otra se sentía libre, pero me imagino con cuánta intensidad Agar debe haber querido gritar: “¡No quiero regresar!”. 
La idea de regresar debe haber causado en ella angustia y si no fuera poco, además de volver tendría que humillarse ante Sara.

Oh amadas, este es un mandato, que muchas de nosotras no desea hacer.
Dios le estaba pidiendo algo que parecía imposible y doloroso.
Aveces no entendemos los mandatos de Dios, Pero como sus siervas, no estamos para entender sino obedecer.
El regreso obediente de Agar a una situación miserable y dura, revela su fe en el Dios que se acercó a ella cuando escapó.

Vemos entonces que esta es la primera aparición del ángel del Señor en la Biblia. Y no se presenta ante un rey, ni un sacerdote, sino ante una esclava embarazada, que está sola, y se está escondiendo con miedo en el desierto. Ella no tenía quien la defendiera ni apoyara, y aun así Dios de los cielos quería que Agar supiera que Él la vio y la escuchó en su sufrimiento, leamos:
Génesis 16:11
Además le dijo el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque Jehová ha oído tu aflicción. 

¡Que confortadoras palabras para Agar! 

Hay muchas probabilidades que ella no adorara al Dios que ellos veneraban. Pero ese Dios se preocuparía por ella, Él vino hasta ella, que estaba atemorizada y desolada. Él la vio.
Amadas Agar tuvo una visita directa y sin intermediarios que maravilloso eso. Ell en su asombro dijo:
Génesis 16:13
Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres Dios que ve; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve?

La escritura aqui, señala que Agar le dio un nombre a Dios; fue la primera persona en la Biblia en hacerlo.
Ella dijo que el que se le apareció era: “El Ro-i”, que literalmente significa “el Dios que me ve”. Dios la había visto y ella había visto a Dios. Pensemos en lo debe haber significado eso para una esclava.
Mientras que otros la habían mirado con desprecio e inferioridad por su condición, Dios la miró directamente, y por primera vez en su vida.
Solo un encuentro con el Señor nos da valor para hacer su voluntad.
Una vez que alguien mira a Dios a los ojos y ve que Dios le devuelve la mirada, hasta lo imposible se vuelve 
La presencia de Dios permaneció con Agar en su segunda prueba; la experiencia de su primer encuentro deben haber dado un poco de consuelo, porque Sara finalmente tuvo un hijo y las cosas fueron de mal en peor.
Ahora al cumplir Isaac tres años, Agar fue echada en un sentido más formal. No sirvió de nada que fuera la madre del primogénito de Abram; una vez más, el padre de su hijo era incapaz de defenderla.
Dice la biblia que un día, Sara vio que el hijo de Agar se burlaba de Isaac y Sara pidió a su esposo que echara a Agar.
Abram consultó con Dios y él, le dio el respaldo para echarla del campamento diciéndole que no se preocupe por el niño, ni por la esclava, pues al final y al acabo su descendencia vendria por medio de Isaac. 
Entonces Agar fue enviada al desierto seco y caluroso solo con los suministros mínimos indispensables, que no fueron suficientes para sustentarse ambos porque a Agar se le terminaron las opciones muy pronto:
Génesis 21:15-16 
Y le faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un arbusto,  y se fue y se sentó enfrente, a distancia de un tiro de arco; porque decía: No veré cuando el muchacho muera. Y cuando ella se sentó enfrente, el muchacho alzó su voz y lloró.
A mi parecer este es uno de los pasajes más desgarradores de la Escritura; Agar sabe que su hijo moriría de hambre y eso no lo iba a soportar, estaba desesperada. Estaba sola y no podía dar protección a su hijo.
Amadas esto me lleva a reflexionar: Muchas somos afortunadas de vivir en una casa en el que no tenemos que temer diariamente por la vida o protección de nuestros hijos, tenemos los medios suficientes para darle una vida digna, gracias a Dios. No obstante pronto nos olvidamos de la angustia de las madres que no pueden hacer estas cosas por sus hijos. Hay madres que enfrentan el odio y la discriminación por ser pobres o de color, en este mundo caído la maldad va en aumento, hay que estar en los zapatos de Agar.
Pero sabes mi amada, Dios no había terminado con ella, leamos:
Génesis 21:17-18
Y oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó a Agar desde el cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la voz del muchacho en donde está. Levántate, alza al muchacho, y sostenlo con tu mano, porque yo haré de él una gran
nación.

Nuestro Padre se caracteriza por ser compasivo con su creación una y otra vez viene a nuestra ayuda y lo hizo con Agar y se mostró misericordioso ante la desesperación de ella y le envió un ángel para que la animara y le de consuelo.
¿Has experimentado tu este tipo de consuelo de parte de tu Señor?
Es recurrente una frase de parte de Dios en la Biblia y es ¡No temas!, si revisamos bien al parecer esta es la primera vez que estas palabras son dichas por un ángel en la Biblia hacia Agar, luego también lo escuchemos más adelante diciéndole a  Zacarías, a María, a José y a las mujeres en la tumba de Jesús. Son las mismas que Dios le transmite primero a Abraham cuando le dice: 
Génesis 15:1
“No temas, Abraham; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande” 

Agar termina su vida en el desierto de Parán, y Dios estaba con su hijo, y ella lo caso con una Egipcia. 
Abro un paréntesis para decir que estos breves datos que hemos visto de Agar y su condición, hace que nos resulte difícil no sentir compasión por ella. Pero la vida de Agar (y sus repercusiones) abarca mucho más que lo que le sucede en las páginas de Génesis. La historia continúa. El mismo Pablo, en Gálatas, muestra cómo su vida nos da lecciones importantes para nosotras, que lo vemos en Gálatas 4:22-31

Fue la promesa del pacto, que pasaba por Sara e Isaac, la que trajo la libertad a través de Cristo. 
Y somos hijas de la libre más no de la esclava) cierro paréntesis.

Amadas espero que la historia de Agar te haya ayudado a entender que hay un Dios que nos ve, aún en tiempos de desesperación agobiante por el calor del desierto, el Señor quiere que regresemos de ese lugar, y que esperemos en él, aferrándonos a sus promesas en oración y humillación. Dios oye nuestras oraciones y él ve nuestras necesidades. 
Dejémonos amar por nuestro Señor, creamos realmente que él nos hace un lugar en su mirada y en su corazón, llevando nuestra vida en sus brazos. 

Querida amiga es mi oración que hoy, como Agar, te encuentres con el Dios que te ve.
Decirte además, que tengas la certeza de que tu vida  no pasa inadvertida para él, sino que te mira con ojos de amor, porque quiere que seas suya, hacerte libre y llenar tu corazón de paz y de confianza, Él quiere que lo conozcas más de cerca y que tengas comunión con él Dios que te ve.

"DIOS OYE" Y "DIOS VE", SON PALABRAS DE CONFIANZA QUE NOS RECUERDA DE COMO RESPONDER EN TIEMPOS DE DESESPERACIÓN.

!Dios con nosotras!

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