¿Estás alejada de Dios?
Salmo 73:27-28
Porque he aquí, los que se alejan de ti perecerán; Tú destruirás a todo aquel que de ti se aparta. Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; he puesto en Jehová el Señor mi esperanza, para contar todas tus obras.
Este versículo expresa la alegría y el bienestar que el salmista encuentra en su relación con Dios. Para él, estar cerca de Dios es su mayor tesoro y refugio. En él, encuentra la fortaleza y la plenitud de la vida.
Por otro lado, el alejamiento de Dios tiene consecuencias negativas, siempre el pecado tiene efectos desbastadores por ello el salmista Asaf enfatiza la importancia de serle fiel, obedecer sus mandamientos para evitar la destrucción y alcanzar la vida eterna.
Amadas hermanas ¿Cómo están? que la paz y la gracia este con ustedes, hoy traigo un mensaje para ti que quizás estés alejada de Dios, o tentada hacerlo. Le pido a Dios me ayude a desarrollar este corto mensaje con su consejo que te dará una dirección, una guía para volver si estás extraviada.
Nuestro Señor a lo largo del tiempo siempre ha estado advirtiendo sobre esta separación:
Isaías 30:1
¡Ay de los hijos que se apartan, dice Jehová, para tomar consejo, y no de mí; para cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu, añadiendo pecado a pecado!
Al leer esta severa advertencia me pareció bien recurrir a las escrituras para encontrar una salida, una esperanza, una respuesta y un consejo a una posibilidad de apartarnos de nuestro amado y como sería, vivir alejadas de él.
Buscando, en el nuevo testamento encontré a nuestro Señor contando una parábola relacionada a nuestro tema de hoy que está descrita en Lucas 15 y es la parábola del hijo pródigo.
Antes de empezar quiero darles un breve contexto, en este capítulo 15 que relata el evangelista Lucas como respuesta de Jesús a los fariseos, da una seguidilla de tres parábolas que son como 3 partes de una parábola extensa, o como 3 fotografías en un mismo marco, un collage.
La primera parábola es de la oveja perdida que está en los versos 3-7 y la segunda parábola esta en los versículos 8 al 10 que explican la Parábola de la moneda perdida.
Cabe mencionar la similitud de esta dos parábolas: que es la búsqueda de algo valioso para cada personaje y al encontrar lo que habían extraviado hay un regocijo profundo al ser hallado.
Ahora llegamos al párrafo que expone la tercera parábola y es la del hijo pródigo.
Pero ¿Qué significa pródigo?
Es la persona que desperdicia y consume su hacienda en gastos inútiles, sin medida ni razón, conocido como un derrochador o un despilfarrador.
También es la persona que desprecia generosamente la vida u otra cosa estimable.
Ahora vayamos a la parábola, leamos:
Lucas 15:11
También dijo: Un hombre tenía dos hijos.
Lucas empieza a relatar la última parábola refiriéndose a la casa de un padre, quizás con todas sus comodidades, satisfacciones y probablemente el amor sobre sus hijos.
Al parecer Lucas quiere que veamos a este hombre representando a Dios.
El cuál tenía dos hijos: Uno de este hijo fue llamado el mayor y el otro, el menor. Así que ya tenemos a los protagonistas principales de este maravilloso hogar: el padre y sus dos hijos.
Observemos ahora que el Señor añadió más detalles a esta parábola.
Lucas 15:12-13
Y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes. No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
Y así sucedió.
Ahora, en este hogar feliz donde había comodidades, amor, alegría un día el hijo menor hizo algo extraño, este hijo ya no estaba feliz en su casa, especuló al decir que se dijo así mismo: "Ya no quiero vivir bajo una autoridad, quiero ser libre y desplegar mis alas y volar, conocer otros lugares, personas y disfrutar la vida a mi manera, sería algo maravilloso"
Y para eso necesitaría dinero por lo cuál pide la herencia a su Padre.
El hijo menor pide su herencia antes de que su padre muera, lo que en la cultura judía de la época, era un acto muy desconsiderado. Esto simboliza un rechazo a la autoridad paterna y una búsqueda de independencia.
Luego él se marchó a un país lejano donde recorrió todos los lugares de diversión y tuvo amigos donde vivió a tope todos los placeres del pecado mientras le duró el dinero.
Sin embargo, un día se dio cuenta que ya se había terminado su dinero, y vino una gran hambre en aquella ciudad, él no supo que hacer en medio de su crisis, el lugar donde pensó que estaría mejor, vio a la gente sufrir hambre junto con él.
En su desesperación empezó a buscar ayuda en sus amigos que había conocido y no lo encontró en su momento más difícil.
Y así sucede en estos tiempos, cuando tienes dinero tus amigos te conocen y cuando ya no lo tienes es cuando tú conoces tus verdaderos amigos. Este joven amadas ya no podía caer más bajo, todas las puertas estaban cerradas y experimentó el rechazo, ahora leamos
Lucas 15:15-16
Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos. Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
Me imagino este hijo vagando por las calles donde terminó encontrando a alguien que le dio trabajo, y como estaban pasando crisis el pago sería cuidar cerdos a cambio de un plato de comida. El acepto.
Ahora cuando el Señor Jesús dijo que el joven deseaba llenar su estómago de las algarrobas de los cerdos no fue literalmente, la intención de Jesús era tocar las emociones de los judíos fariseos y recaudadores que estaban presentes, seguramente no faltó en ellos brotar alguna mueca de repugnancia, porque cómo judíos no podían tener nada con los cerdos de los contrario según la ley de Moisés sería excluidos.
Vemos entonces que realmente, el hijo derrochador había tocado fondo.
Por otro lado, cuando vemos a algún creyente que abandona la congregación solemos escuchar decir: ¡Este es un pecador que se va a salvar!
Amadas según la historia de la Parábola que narra Jesús, el hijo menor no era un pecador que necesitaba salvación, el era hijo en la casa de aquella familia sin ninguna duda y lo hemos visto en el verso 11.
Aún al ir a gastar su herencia en otro lugar y cuando estuvo viviendo entre los cerdos seguía siendo hijo sin duda durante toda aquella triste aventura.
El Señor no cuenta la historia para poner en duda si era o no hijo, sino para mostrar la misericordia y el amor del padre por su hijo.
Continuamos con:
Lucas 15:17
Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
Este hijo volvió en si del pecado que lo llevo a la ruina, el pecado que lo separó del padre.
Amadas cuando estamos bajo la influencia de este no vemos correctamente, sino a los placeres del mundo, también nos hace mirar a nosotras mismas y nuestros deseos, sacando la mirada de lo correcto y sano de nuestro hogar y lo más triste cuando estamos viviendo en pecado perdemos la protección del Padre.
Ahora dice el Señor que volvió en si, ¿notan hermanas? lo primero que hizo fue razonar, usó su inteligencia, leamos los versículos:
Lucas 15:18-19
Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti. Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
Con estas palabras el hijo da a notar que tenía un hogar maravilloso.
Cuando comenzó a pensar sabiamente, todo pareció cobrar sentido y empezó a actuar como un ser inteligente.
Amadas cuan importante es la tarea del Espíritu Santo en nuestro tiempo, él nos da convicción de pecado para empezar actuar con sabiduría cuando salimos de la voluntad de Dios.
Continuando el relato Lucas relata que el hijo inició el viaje de regreso. Leamos el versículo:
Lucas 15:20
Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
Oh amadas, que maravilloso cuadro vemos acá amadas
Se ve aún padre que corre a recibir a su hijo, que seguramente todos los días esperaba su regreso ¿Y sabes por qué? Porque él sabía que un día vería a su hijo tomar el camino de regreso a casa.
Ahora un verdadero hijo cuando se aparta de Dios, el Espíritu Santo lo convencerá de pecado, no hay duda que puede pecar, pero no permanece en el. Por qué siendo hijo, el Padre amoroso estará vigilando porque sabe que no resistirá por mucho tiempo, ya no tiene la naturaleza de un cerdo, sino la naturaleza divina y como tal debe vivir.
Una hija de Dios no será feliz habitando en la oscuridad, porque es una nueva criatura.
Amadas, si en algún momento caemos en la tentación de alejarnos de Dios, debemos volver en si y arrepentirnos, él nos perdonará, no importa lo bajo que hayamos caído o lo sucias que estemos si realmente somos hijas, nos levantaremos e iremos al Padre a confesar nuestro pecado y obtener perdón. Recordemos lo que dice en
1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Sabes hermana, según la ley de Moisés wn esos tiempos, un padre tenía derecho a traer a un hijo desobediente ante los ancianos, quienes le aplicarían el más severo de los castigos. El padre estaba en su derecho de castigarle, de humillarle y expulsarle definitivamente.
Por ello me imagino a los que oían esta Parábola seguro que estaban todos perplejos y sin duda se preguntaban:
¿Cómo es posible que este padre le aceptará de nuevo e invitarlo a casa sin castigarlo?
Tipo pensamiento de un fariseo.
Pero nuestro Señor dice que no fue así, más bien el Padre le abrazo y le beso.
Ahora vamos a ver la parte central de esta maravillosa historia, leamos los versículos:
Lucas 15:22-24
Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies. Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta; porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
Este es un versículo vemos la misericordia del Padre, el que había estado en un país lejano necesitaba limpieza a través de la confesión, liego su Padre le dará ropa nueva y limpia que representa la justicia de Jesús.
El anillo representa el sello de un hijo adulto con todos los derechos que le correspondían. Había sido restaurado a su posición original. No se le había arrebatado nada. Había recuperado su lugar en la casa del padre.
Cuan importante es reconocer nuestro pecado y confesarlo.
Así como el hijo, que prefirió ser un siervo, pero no vivir más separado de él.
Es que un hijo, es un hijo para siempre.
Ahora veamos la reacción del hijo mayor en esta historia, leamos:
Lucas 15:25-28
Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas; y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello. Él le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano. Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
Este muchacho quejoso no se había ido de casa pero también estaba perdido, lleno de religiosidad y legalismo.
Se enfadó cuando oyó que su hermano había regresado y se había organizado una fiesta en su honor.
El estaba apegado a sus deberes y normas, se muestra resentido y celoso de la alegría por el regreso de su hermano, representando la rigidez y la falta de comprensión.
Su resentimiento muestra cómo algunos pueden sentir celos o indignación ante la gracia extendida a otros.
Se negó a asistir a la celebración y tuvo que salir su padre para rogarle que asistiera al banquete.
¿Conoces a alguien así?
Finalmente, leamos los versículos:
Lucas 15:29-32
Mas él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos. Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo. Él entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas. Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.
La historia termina con el hermano mayor, que no disfrutaba de una relación con su padre. Sin embargo, el Padre, dejó bien abierta la puerta de la comunión.
Hay muchos creyentes que están viviendo como el hijo mayor, han sido bendecidos con todas las bendiciones espirituales, pero están viviendo en la pobreza, porque no han tomado posesión de esas bendiciones.
Al final de la historia vemos también como en las Parábolas anteriores el regocijo del Padre por algo de mucho valor para él, su hijo había vuelto a casa, se había perdido y fue hallado.
Amadas nosotras conocemos a un Hijo, el hijo ideal sin pecado, el vino a este mundo lejano para hacer la voluntad del Padre, no vivió en desenfreno sino de servicio sacrificio y muerte, no fue pródigo sino el hijo que derramo su sangre y lo dio todo por ti y por mi y a través de él somos adoptadas como hijas.
Juan 1:12
Mas a todos los que le recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
En resumen, la parábola del hijo pródigo es una invitación a reflexionar sobre la misericordia de Dios.
Sin embargo, debemos entender que la Parábola no explica cómo un pecador se salva, pero revela el corazón de un Padre que, no sólo salvará a un pecador, sino que también recogerá en su hogar a un hijo que pecó y corrió a los brazos del padre lleno de arrepentimiento.
Amiga que me oyes, quizás tu aún no disfrutas del amor del Padre, te pido que vuelvas en si, levantes tu mirada al cielo y corras a Jesús, ya que solo puedes convertirte en una hija colocando tu fe y confianza en Jesús, quien murió por ti. Y Si en alguna ocasión le dejas, y un día regresaras, te estará esperando para rodearte con sus brazos.
Oremos:
Padre te alabamos y te damos gracias por tu hijo y su sacrificio santo, por el cual somos llamadas hijas tuyas, perdónanos por habernos quizás alejado de ti despreciando tus bendiciones, perdón por qué a veces nos sentimos celosas por la gracia que otros reciben como el hermano mayor de la Parábola, te pedimos nos ayudes a valorar tu amor y si en algún momento somos tentadas a abandonar la casa, ayúdanos a ir al calvario para poder regresar a tus brazos, en el nombre de Jesús, amén.
Me despido de ustedes hasta nuestra próxima entrega, se bendecida con su palabra.
LA MISERICORDIA Y EL AMOR DE NUESTRO PADRE TRASPASA TODA BARRERA, EL ESTÁ DISPUESTO A PERDONAR Y RECIBIR A LOS QUE VUELVEN A CASA.
¡Dios con nosotras!
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