Examinando Nuestro Corazón: La desobediencia

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Isaías 65:2
Extendí mis manos todo el día a pueblo rebelde, el cual anda por camino no bueno, en pos de sus pensamientos.

Este versículo describe una actitud de rebeldía y desobediencia que es contraria a la voluntad de Dios, pero también muestra la paciencia de Dios y su disposición a perdonar.

Amadas las saludo fraternalmente, hoy con la ayuda de Dios les traigo un mensaje que espero sea de bendición ya que viene del corazón de Dios, hermanas continuamos examinando nuestro corazón y el tema de hoy es sobre el pecado de  desobediencia.

La Biblia es clara en cuanto a la necesidad de seguir los caminos de Dios y obedecer sus mandamientos. Sin embargo, como seres humanos caídos, a menudo nos desviamos de esa ruta, dejándonos llevar por nuestros propios pensamientos y deseos, alejandonos del plan de Dios para nosotras.

Hoy al igual que en el mensaje anterior vamos a analizar nuestra propia vida y preguntarnos si estamos verdaderamente obedeciendo a Dios, y andando por el buen camino.

Ahora en el versículo que he leído de Isaías, vemos a nuestro Señor dando un mensaje a los Israelitas de su época, diciéndoles que Dios siempre está a su disposición para ayudarles y redimirlos de sus pecados a causa de su rebeldía y desobediencia.

Este mensaje que Dios dio al pueblo rebelde en el  antiguo testamento, también lo oímos en nuestro tiempo dirigido a los hombres y aún a su amada iglesia, de volverse a el de sus malos caminos ya que Dios extiende su misericordia a aquellos que son obedientes, porque al desobedecer a Dios le estamos diciendo que no estamos de acuerdo con sus mandatos.
Dios fue Bueno al dejar su palabra escrita con advertencias sobre la desobediencia, 
desde génesis hasta apocalipsis hay severas advertencias sobre este pecado.
Anteriormente Dios mandó a profetas, siervos suyos para ayudarlos a volver a él pero su terco corazón siempre estaba inclinado a la vieja naturaleza.

Así como hubo profetas que advirtieron, también hubo quienes oraron por perdón de este grave pecado. Cabe aquí mencionar algunos como Isaías, Daniel, Nehemías, David y Moisés pero ahora leeremos la intersección de Daniel en:
Daniel 9:9-10 
De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado, y no obedecimos a la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. 

Vemos aquí una pequeña porción de la oración de Daniel, él está intercediendo por la rebeldía de su pueblo, él sabía que sería oído aún desde el lugar que se encontraba.
Babilonia había tomado la ciudad y Daniel fue llevado cautivo a causa de la desobediencia del pueblo de Dios.
No obstante la advertencia del pecado de desobediencia aun resuena en nuestros oídos a través de predicadores, pastores, líderes, etc.
Hermanas este pecado es como esa pequeña zorra que va corcomiendo la vid hasta llegar a la raíz y sin raíz en buenas condiciones, muere la planta.

La desobediencia diría yo, así como el orgullo, también es otro de los graves pecados a causa de la rebelión que hay en el corazón.

La desobediencia es uno de los pecados con el que el ser humano más se enfrenta, obedecer los mandamientos y principios bíblicos de acuerdo a la voluntad de Dios, hay una lucha interior entre lo que él nos declara en su palabra y lo que nosotras deseamos hacer.

Ahora ¿Qué tan fácil nos resulta obedecer?

La palabra “desobedecer” proviene de la palabra hebrea “apeitheo” que significa rehusarse a ser convencido, es decir a ser movido con razones a creer o hacer algo. Bíblicamente significa quebrantar o infringir la ley moral de Dios.
1 Juan 3:4 
 Todo aquel que comete pecado, infringe también la ley; pues el pecado es infracción de la ley.

Ahora quiero que juntas analicemos con mayor precisión cómo fue que el ser humano participó por primera vez la desobediencia a Dios y entonces comprenderemos por qué tenemos la tendencia a ir en contra de la obediencia y somos más propensas a resistirnos por nuestra naturaleza caída.

¿Y como fue que sucedió?

Recordemos que, cuando Dios creó a Adán y a Eva, Dios se dirigió luego a ellos dándoles instrucciones muy claras respecto a lo que se les permitía hacer. 
Génesis 2:15-17 
Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. Y mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto podrás comer; mas del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás.

Vemos acá que, Dios les da la libertad de tomar cualquier fruto de todo árbol que había creado, puesto que todo lo que creó era bueno y podían deleitarse en probarlos, pero a su vez es contundente al dejarles en claro lo que les estaba prohibido comer, porque entonces esa misma desobediencia les llevaría a experimentar la muerte espiritual.
Al desobedecer hay una separación de la comunión con Dios, la vida espiritual se estanca y si se mantiene así, se seca y muere. Cómo dice Jesús: Juan 15
"Separados de él nada podemos hacer"

Pero si hay arrepentimiento genuino del pecado, la comunión con Dios se restaura y empezamos a beber de la savia y volver a la vida.

Ahora continuando con el relato vamos a ver cómo la serpiente con astucia se aproxima a dialogar con Eva con la intención de hacerle dudar acerca de las palabras que Dios les había dicho, leamos:
Génesis 3:1 
Pero la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo que Jehová Dios había hecho; la cual dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto?

La serpiente aquí es la representación de Satanás, el es astuto y trata a como de lugar a que oigamos la palabra de Dios con mala interpretación, el es experto en eso.
Otra estrategia de este enemigo, es que cita mal o parcialmente las Escrituras, sacándolas de su contexto para lograr sus propios fines, como hizo con el Señor Jesucristo en la tentación.

Recuerden también que este enemigo cambia la verdad por el error para hacernos dudar de Dios, es conocido como el padre de la mentira, la biblia nos advierte que se cubre de luz para mentir.
2 Corintios 11:14 
Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz.

Por eso es necesario memorizar la palabra de Dios y así poder salir airosas cuando el enemigo nos tiente a pecar, el es peligroso y tenemos que estar en alerta.
Aún nosotras mismas sino estudiamos bien las escrituras podemos dar una falsa interpretación y sacar de contexto todo lo que en realidad Dios nos advierte, recordemos:

Proverbios 3:5-7 
Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal.

Ahora bien, la serpiente supo cómo iniciar una conversación cuyo fin era captar la atención de Eva, para luego hacerle dudar de la sentencia que Dios había declarado. Ella prestó sus oídos a la voz equivocada, cuya voz no era la de Dios y más aún, responder a quien no debía. 
Pongamos atención lo que ella le respondió en el verso 2 y 3:
Y la mujer respondió a la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto podemos comer; pero del fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de él, ni le tocaréis, para que no muráis.

Hasta aquí vemos a Eva atenta, ella había memorizado la palabra de Dios.
En esta parte de la escena vemos que la serpiente quedó en evidencia a su primera intención de lograr hacerle dudar de las palabras que Dios les dijo, pero la serpiente astuta no se dará por vencida no puede a la primera lo seguirá intentando, 
Por ello en el verso 4 y 5 leemos lo que le contesta la serpiente después de ser refutada por Eva:
Génesis 3:4-5 
Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como Dios, sabiendo el bien y el mal.

Hermanas la serpiente dio un golpe certero, justo en el punto débil de todo hombre o mujer: "el deseo del poder", de conocimiento, de dominio y más.
La promesa de la serpiente: "que el fruto les daría sabiduría" es la clave de su seducción. Eva cree que el conocimiento será más valioso que la obediencia a Dios y actuó, leamos:
Génesis 3:6 
Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.

Según este versículo la tentación de Eva fue que el fruto del árbol podía satisfacer el apetito de su cuerpo a través de la comida, el fruto era visualmente atractivo y podía hacerla sabia.

Eva comenzó a desear y a ver ese fruto ya como no algo prohibido, sino a obtener aquello que la serpiente le aseguró lograría alcanzar, tan solamente si accedía a comer.

El enemigo la sedujo con sus palabras y llegó a su corazón, de modo que traspasase su poder de convencimiento. Logró que creyera a sus palabras y dejara de creer en el mandato de Dios. 

Ahora, cuando dice: "Y le dio a su marido" 
¿Cómo debemos actuar como esposas?

Cómo esposas no debemos instar a nuestro esposo a desobedecer, nuestro rol es ser idónea para él y analizar cada decisión que se va a tomar juntos con mucha reflexión basadas en las escrituras para evitar caer en pecado.

Amadas cabe recalcar que la desobediencia es pecado y el pecado significa no querer seguir ni apegarse a la ley moral de Dios en acciones y actitudes, no sólo hace que nos rebelemos y nos rehusemos a obrar conforme a los mandamientos de Dios, porque eso nos separa, nos esclaviza y nos lleva a avergonzarnos de nuestra condición, como sucedió con Adán y Eva.
Ellos se ocultaron e intentaron cubrir su desnudez con hojas de higuera.
Pero Dios no va dejar de lado su desobediencia y lo vamos en acción en:
Génesis 3:9-11 
Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? Y él respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo; y me escondí. Y Dios le dijo: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol del que yo te mandé no comieses?

Claramente vemos aquí que el pecado nos lleva a escondernos de miedo y da paso a ver la iniquidad, Adán había recibido una orden y dará cuenta de lo sucedido, porque es la cabeza de un matrimonio, y a él le toca responder en cualquier acontecimiento con responsabilidad, por eso Dios lo llama a él para responder a sus preguntas.

El tenía que haberse preocupado de cuidar de ella, dónde está, como actúa, que decisiones toma cada día y ser consejero, pastor para ella. La respuesta de Adán me recuerda el tiempo presente, él no quiso hacerce cargo del pecado de su esposa como muchos hombres hoy en día y respondió así en:
Génesis 3:12-13 
Y el hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dio del árbol, y yo comí. Entonces Jehová Dios dijo a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo la mujer: La serpiente me engañó, y comí.

Este versículo refleja el inicio de un ciclo de culpa y acusación que ha caracterizado las relaciones humanas desde entonces.

Adán, en lugar de tomar la responsabilidad por su acción, echa la culpa indirectamente a Dios mismo y a Eva, argumentando que ella fue quien le dio el fruto y él, por lo tanto, no es el único responsable, prácticamente Adán se lavo las manos, demostrando una falta de responsabilidad al no asumir la culpa por su pecado.

La respuesta de Adán destaca la necesidad de la gracia de Dios para la redención de la humanidad, ya que él mismo no se reconoce a sí mismo como el culpable. 

Eva también tenía parte de culpa, ella no debió estar caminado sola, hablando con extraños oyendo voces que son contrarios a la voz de Dios.

Cuando estemos en un momento similar, no debemos excusarnos y hacernos cargo de las malas decisiones que tomamos.

Pero nada pudo detener las consecuencias tan devastadoras de ese acto de desobediencia, Dios no puede ser burlado y todo lo sembramos cosechamos.
Dios tomó el asunto en sus manos, el pecado entró al jardín y se rompió la comunión con él.

Hermanas tanto el hombre como la mujer fueron quitados del lugar donde gozaban de plena armonía y comunión cercana con su creador y a partir de aquel terrible momento, el pecado pasó a todos los seres humanos, separándonos totalmente de Dios con una sentencia de muerte y desde entonces se cumple lo que Pablo dijo en:
Romanos 6:23 
Pues la paga que deja el pecado es la muerte.
Fue entonces que a partir de la desobediencia heredamos la naturaleza caída y pasamos a ser esclavos del pecado. 

Amadas, sin embargo, hay una buena noticia que leeremos, una promesa que cambiaría la historia por completo.
Y me refiero a Aquél que a través de su obediencia, trajo esperanza, redención y salvación, nuestro Señor Jesucristo, él descendió de los cielos para regresarnos a Dios, por medio de su entrega y nuestra fe en Su obra redentora como dice en:
1 Juan 3:5
Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él. 
Amén!
Y la historia ya la conocemos, que por cierto te invito a escuchar La serie: La perfecta obra de Jesucristo  para conocer más de nuestro Señor y su obediencia.

Cómo hijas de Dios debemos esforzarnos a practicar la obediencia, Dios lo dejo escrito porque sabe que podemos lograrlo con la ayuda de su Espíritu Santo, 
No obstante a pesar de nuestra rebeldía y desobediencia, Dios siempre está dispuesto a extender su misericordia, él sigue extendiendo sus manos hacia aquellas, que están desviadas del camino y esperando que se vuelvan a Él. 

Amiga que me escuchas esta es una reflexión para que  tu examines tú corazón sobre la obediencia y además es un recordatorio que Dios siempre está dispuesto a perdonar y a aceptar a aquellas que se arrepienten y vuelvan a su camino, que Dios ha trazado para ti.
Dios te espera con brazos abiertos.

Amadas, entonces las ánimo a tomar el ejemplo sublime de nuestro Salvador, quien siendo Dios aprendió obediencia y que su Espíritu Santo traiga a nuestro corazón rebelde, convicción de pecado mediante el arrepentimiento, para agradar a Dios con nuestra obediencia a su palabra y a su voluntad.
Ya que esto define nuestro futuro eterno con Jesús en el cielo o en otro lado separadas de Dios eternamente.

Me despido de ustedes con un fuerte abrazo y hasta nuestro próximo encuentro Dios mediante.

LA DESOBEDIENCIA A DIOS NOS SACA DE SU PLAN Y POR LO CONSIGUIENTE A LA MUERTE ESPIRITUAL.

¡Dios con nosotras!

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