Examinando nuestro corazón (El orgullo)
Antes del quebrantamiento es la soberbia, Y antes de la caída la altivez de espíritu. Mejor es humillar el espíritu con los humildes Que repartir despojos con los soberbios.
Esta afirmación enfatiza la idea de que el orgullo y la arrogancia suelen ser señales de alerta de que una persona se está acercando a la ruina o el fracaso. Además es una advertencia sobre los peligros que sucederán sino le damos paso a la humildad.
Amadas las saludos deseando que Dios, la fuente de esperanza las llene de alegría y paz porque confían en él.
Me siento desafiada con el tema de hoy, ya que hablaré de una obra de la carne que está muy camuflada en nosotras y se trata del orgullo.
Juntas vamos a examinar nuestro corazón y ver la manera como quitar este pecado de nuestra vida antes que nos aplaste, porque este pecado tiene un efecto destructor, pero a través de la palabra de Dios lo arrancaremos de raíz.
Ahora cuando dice la palabra en el versículo que acabamos de leer:
"Antes del quebrantamiento es la soberbia" nos da a conocer que la soberbia, o el orgullo, es una actitud que se cree superior a los demás, lo que puede llevar a la persona a tomar decisiones imprudentes y peligrosas.
"y la otra parte del verso que dice: antes de la caída la altivez de espíritu":
Entendemos que La altivez de espíritu, o arrogancia, es una actitud que se considera superior a Dios, lo que puede llevar a la persona a alejarse de él y a la desobediencia.
Hermanas entonces:
El versículo nos advierte que el orgullo y la arrogancia son caminos que llevan a la destrucción y a la caída. Es importante ser humildes y reconocer nuestra dependencia de Dios, por ello nos invita a evitarlo buscando el poder del Espíritu Santo.
El pecado de orgullo es el más antiguo por no decir el primero y nuestro Señor lo aborrece.
Las personas orgullosas no se preocupan por las consecuencias de sus pecados, están ciegas y no ven la condición real de su corazón.
Alguien dijo que el orgullo es como el mal aliento, por que, es notoria para todos los demás, pero que la persona que lo posee no siempre es consciente de ello. Es una forma de decir que el orgullo, a menudo, no se percibe por quien lo tiene, pero sí por quienes lo rodean.
Hermana te animo a continuar conmigo y ver está actitud a la luz de la palabra considerando el ejemplo de humildad que Jesús nos mostró al despojarse de su gloria y venir al mundo a morir para darnos vida.
El orgullo como dije es el amor hacia una misma y hacia los propios méritos, por los cuales la persona se cree superior a los demás y esto no debe ser así, Pablo nos deja una cita dónde nos da un consejo al respecto, leamos:
Gálatas 6:4
Así que, cada uno someta a prueba su propia obra, y entonces tendrá motivo de gloriarse solo respecto de sí mismo, y no en otro.
Es parte del orgullo la práctica de pensar o hablar mucho de sí mismo, es un hábito engrandecer los logros o la importancia de uno mismo.
Ahora bien las sagradas Escrituras nos relata que el orgullo es reflejado en varios personajes y también nos dice que este pecado empezó en el cielo, el ángel más hermoso que Dios creo, se reveló contra él.
Quiero que vayamos al libro de Isaías y veamos lo que pasó.
Isaías 14:12-14
¡Cómo caíste del cielo, lucero de la mañana! ¡Cómo caíste por tierra, tú que derrotabas a las naciones! Tú, que en tu corazón decías: “Subiré al cielo, por encima de las estrellas de Dios, y allí pondré mi trono. En el monte del concilio me sentaré, en lo más remoto del norte; subiré hasta las altas nubes, y seré semejante al Altísimo.
Notemos que el orgullo y la arrogancia viene del padre de mentira, ¡viene de Satanás!
Esté pecó cuando el orgullo se apoderó de él y fue echado del cielo.
El ya no era perfecto y en dónde está lo perfecto no puede morar imperfección; no hay comunión entre la luz y las tinieblas.
Un puritano dijo:
El orgullo es el primer pecado que entró al universo y el último en ser arrancado. Es el enemigo más obstinado de Dios.
Hermanas sepamos que el orgullo es mucho más difícil de discernir que cualquier otra obra de la carne debido a su naturaleza.
Porque como dije antes el orgulloso o orgullosa es una persona que tiene una opinión muy elevada de sí misma.
Muchas veces enceguece a nuestras debilidades, fracasos y lo peor aún a la necesidad de Dios, haciéndonos pensar que estamos bien sin él.
Amadas ¿Cuándo fue la última vez que evaluaste tu corazón con respecto al orgullo?
Hace que tiempo pediste perdón a tu esposo, hermanas en la congregación, amigos o compañeros de trabajo por alguna falta?
¿Hace mucho tiempo?
¿Por qué se nos hace tan difícil pedir perdón? ¿Por qué? Porque somos orgullosas.
Pero hermanas, si deseamos disfrutar la presencia de Dios tenemos que buscar ser humilladas ante la verdad de él, está actitud es muy fundamental para experimentar la cercanía con Dios en nuestra vida, sino leamos lo que nos dice en:
2 Crónicas 7:14
Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra.
La Humildad es lo contrario al orgullo, que pocas de nosotras queremos practicar.
Porque preferimos que otras se humillen primero, nos falta menguar.
Y eso no es todo, a veces vemos la ausencia de humildad en otras personas más que en nuestras propias vidas, somos así.
Nuestro Señor nos está diciendo que la manera que podemos intentar derrotar el orgullo, es humillándonos ante Dios, y consecuentemente ante las personas reconociendo nuestras faltas pidiendo perdón.
Amadas no dejemos que al pasar el tiempo, el orgullo conviva en nosotras.
Nunca recibiremos la gracia de Dios hasta que aprendamos a humillarnos, nunca nos irá mal en el camino de la humildad.
Ahora hermanas, conforme voy avanzando, vayamos revisando nuestro corazón, tratemos de ver lo que Dios desea cambiar en nosotras para tener corazones humildes.
Para Dios es importante que la humildad florezca en nuestro corazón, para que él habite en nosotras, leamos lo que nos dice la biblia al respecto:
Isaías 57:15
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Prestemos atención con lo que Dios nos quiere decir aquí en cuanto a su altura. él es alto. él es exaltado. él es elevado. él está en lo alto y por encima de nosotras.
Además Dios nos dice: mi lugar, el lugar donde Yo vivo es lugar alto y santo.
Hermanas él es relevante. él está por encima de nosotras y más allá de lo que podríamos imaginarnos.
Dios desea vivir en otro lugar y recorre la tierra para buscar un lugar apropiado, en un corazón con un espíritu contrito y humilde.
¿Tu corazón esta listo para ser un santuario santo para Dios?
Preparemos un lugar para él y que sienta que está en su trono para una razón, ¿Sabes cuál es? Para vivificar el espíritu y el corazón de los humildes.
Hermanas tenemos que buscar experimentar la presencia de Dios a través de su Espíritu Santo, y lo hacemos con un espíritu contrito y humillado.
¿Quieres experimentarlo?
Dios se va inclinar para encontrarse con aquellas personas que anhelan vivir en constante humildad.
Ahora, como mencioné anteriormente, el orgullo es lo contrario a un espíritu humilde y es una exaltación propia. Dios nos dice: Yo soy el alto. Yo soy el elevado.
No obstante el enemigo de nuestra alma quiso tomar el lugar de Dios, por el orgullo dijo: "yo soy el alto, yo soy el elevado"
¿Hacemos nosotras lo mismo?
Recuerda que el orgullo fue el primer pecado de Satanás. Eso es lo que lo metió en todo aquel problema, cuando dijo: yo seré como Dios. El se exaltó a si mismo.
Subir a lo alto será un fracaso y la caída será dura.
Hermanas si por alguna razón hemos intentado elevarnos nosotras mismas, no lo hagamos más. porque sería bajar a Dios a nuestro nivel, leamos lo que dice en:
Proverbios 16:5
Abominación es a Jehová todo altivo de corazón; Ciertamente no quedará impune.
El orgullo es un sentimiento de jactancia, es mi mundo girando alrededor de mí.
Es egocentrismo, es ensalzamiento propio.
Ahora ¿Cómo podemos identificar su evidencia en nuestra vida?
A través del lente de la palabra de Dios.
Hermanas hay algo que debemos saber, Dios odia el orgullo, y lo vemos en:
Proverbios 8:13
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, y la boca perversa, aborrezco.
Claramente vemos aquí que Dios detesta el orgullo es abominación para él.
En realidad, de acuerdo a las Escrituras, el pecado más atroz que cualquier hombre o mujer pudieran cometer, es el pecado de orgullo.
Ahora, muchas veces lo minimizamos comparándolo con pecados más atroces como perversión sexual, homicidios, asesinatos, etc. Creyendo que no estamos tan mal.
Sin embargo, cuando Dios hace una lista de siete cosas, en las escrituras y que son abominación para Él, menciona el orgullo, leamos:
Proverbios 6:16-17
Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: Los ojos altivos, la lengua mentirosa, las manos derramadoras de sangre inocente.
Para colocar Dios este pecado en esta lista es porque quiere que prestemos atención en este sentimiento que no le agrada para no mantener distancia sino, que él se acerque más a nosotras y no vermos de lejos, leamos:
Salmo 138:6
Porque Jehová es excelso, y atiende al humilde, Mas al altivo mira de lejos.
Si somos altivas, si somos orgullosas o si somos egocéntricas, él nos va a mirar de lejos.
Amadas, ¿Queremos dar el primer paso hacia la humildad?
Entonces tenemos que aceptar que somos orgullosas.
Ahora bien aquí te dejo una lista de evidencias de orgullo:
Menospreciar a las de poca formación o de bajos recursos económicos.
Pensar que somos más espirituales que otros creyentes.
Tener una actitud de crítica con aquellas no que tienen diferentes estilo de vida.
Ser rápidas para encontrar faltas en otras.
Corregir faltas frecuentemente a una hermana o a otros líderes.
Ser movidas a la aprobación, el elogio o aceptación.
Desear de ser la persona que da la última palabra y que se cumplan nuestras ordenes.
Ser sensibles para ofendernos, enojándonos rápidamente.
Hermana, el perfeccionismo es otra evidencia de orgullo, porque deseamos que todo tiene que ser perfecto y nos impacientamos de la gente que no lo es.
Hasta aquí hemos visto todo lo necesario para ver si hay orgullo en nuestro corazón y si no es suficiente vayamos hacer un exámen profundo con algunas preguntas:
¿Se nos hace difícil admitir nuestras faltas,
O decir me equivoqué, me puedes perdonar?
¿Se nos hace difícil ser amistosas con la gente que no conocemos en la iglesia y nos aferramos a nuestro propio grupito?
¿Frecuentemente interrumpimos a la gente cuando está hablando?
¿Estamos siempre a la defensiva, o nos molesta cuando alguien nos critica o somos corregidas?
Amadas Dios nos está hablando con estas evidencias y preguntas de reflexión, continúo:
¿Hablamos demasiado de nosotras mismas en alguna reunión?
¿Estamos más preocupadas de nuestros problemas, necesidades o cargas que de las preocupaciones de otras personas?
¿Nos preocupa lo que otras piensen de nosotras, de nuestra reputación o la de nuestra familia?
¿Nos hiere cuando nuestros logros o actos de servicio no son reconocidos o no son recompensados, ya sea en casa, en el trabajo o en la congregación?
¿Tenemos un espíritu independiente y decimos: Yo puedo hacerlo sola, no necesito ayuda.
¿Reaccionamos mal a las reglas? ¿Y quién de nosotras no?
¿Se nos hace difícil recibir órdenes?
¿Tenemos problemas con la autoridad?
¿Evitamos estar alrededor de ciertas personas porque no son como nosotras?
Hermanas no dejemos que el pecado nos engañe, hoy su palabra nos ayudará a ver cuan dañino es el orgullo. Dios habló por medio del profeta Abdías al pueblo de Edom y ahora lo hará a nosotras, leamos:
Abdías 1:3 (a)
La soberbia de tu corazón te ha engañado...
Es así, hermanas entonces no nos llenemos de orgullo, ya que nos hace ciegas, la arrogancia y la soberbia son velos que cubren nuestros ojos para no ver la verdad.
La humildad, por el otro lado, causa que la persona sea como nuestro bendito Señor al ser insultado; callando, no abriendo su boca, sino encomendándose a sí mismo, en silencio, al que juzga con justicia.
Ahora, el versículo que lei, es un llamado a la reflexión sobre la propia actitud y a la humildad.
Es una invitación a evitar que la mentira del orgullo se convierta en un obstáculo para las relaciones y el crecimiento personal.
Seamos humildes de corazón y actuemos con sabiduría.
Pidámosle a Dios que nos ayude a seguir sus pisadas y ver los buenos ejemplos de humildad que encontramos en su palabra y así evitar la arrogancia en nuestra vida, leamos lo que pidió él salmista:
Salmo 19:13
Preserva también a tu siervo de las soberbias; Que no se enseñoreen de mí; Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
Amadas en su palabra esta la respuesta a cada pregunta del examen para humillarnos ante Dios, porque si no nos quebrantamos ante Su palabra para ver nuestro pecado, ten la seguridad que nos quebrantará el pecado y la diferencia es que: "la palabra te consuela y el pecado te destruye"
Pero hay una buena noticia, Dios continua trabajando en nuestro carácter y moldeándonos día a día y eso será como referente para que Dios pueda usarlo para que nuestros familiares vengan a Cristo, y él reciba la gloria. !Dios hará la obra!
Oremos:
Padre amado el orgullo de mi corazón me ha engañado, me arrepiento y me humilló ante tu señorío, perdóname Señor, te pido me muestres lo que tú ves, revélame mi corazón, déjame ver lo que tú ves para así poder con tu ayuda arrancar el pecado de mi, permitiéndote llevarme a un lugar de humillación para empezar a vivir una vida en humildad e integridad, en el nombre de Jesús tu hijo amado, amén.
Hasta nuestro próximo encuentro y podamos seguir aprendiendo más de su palabra, sé bendecida por ella.
EL ORGULLO ES UNA MENTIRA PARA NOSOTRAS, ES UN PECADO QUE NOS ARRUINA, ALEJÁNDONOS DE NUESTROSEÑOR.
¡Dios con nosotras!
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