Palabras Duras, ¡Palabras de Vida Eterna!
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Palabras Duras, Palabras de Vida EternaJeremías 23:29
¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
Esta porción bíblica nos enseña que el mensaje de Dios es fuerte, es poderoso y a la vez quebranta corazones duros.
Bendiciones hermanas amadas, ¿Cómo están? Espero que bien por la gracia de Dios.
Ahora le pido al Señor me ayude a darte un mensaje que te anime que sea de provecho para tu crecimiento espiritual y al mismo tiempo conocer más de su poderosa palabra, que será necesaria y útil para tu vida.
Sé que debo dar la noticia aunque suene fuerte; tanto que, confronte nuestro ser y despedace nuestra ideología, filosofía y más.
Hermanas, debemos dar el mensaje como cuando un buen médico no le oculta a su paciente su diagnóstico, si tuviese una grave enfermedad o un cáncer.
El médico se lo dirá y a la vez le dará instrucciones del tratamiento a seguir, también le dará alguna receta de medicamentos que ayuden a sanar o aliviar sus padecimientos, o si quizás el paciente tendrá que ser intervenido en un operación de alto riesgo, suena doloroso pero es necesario que el paciente sepa su condición.
Así mismo debemos ser nosotras al dar el mensaje de Dios, su palabra poderosa, para que el que oye sepa cuál es su condición y encuentre alivio, porque la palabra de Dios tiene un efecto sanador, purificador; penetrante, como la medicina para el cuerpo.
Hebreos 4:12
Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.
Generalmente no nos gusta oír la palabra de Dios cuando suena tajante y un tanto dura, es una situación frecuente, le huimos a las palabras que son duras pero, ¿Sabes qué?, son necesarias. A veces, tenemos miedo de ser confrontadas ya que la palabra de Dios tiene ese efecto, tanto, que nos ofendemos. No podemos negar esta gran realidad: La verdad duele y ofende.
Si amada, ofende, porque nuestra naturaleza caída no quiere aceptar la verdad que tanto necesitamos. El orgullo no cede ante la verdad, porque ceder significa humillación y abandono de nuestra carnalidad.
Somos así y está naturalizado que nuestra reacción ante la verdad sea el enojo. Es común que cuando alguien nos habla la verdad de la palabra de Dios nuestra primera reacción sea ofendernos.
Ay personas que, cuando hablamos la palabra de Dios y suena dura para ellas, nos etiquetan como legalistas; pero no es así, solo estamos siendo bíblicas porque decimos la verdad. La verdad de la palabra de Dios que tanto ofende.
Algo similar ocurrió en los tiempos de nuestro Señor Jesús. La Biblia da a conocer un hecho donde él ofendió a muchos de sus propios discípulos.
El hombre más amoroso que ha existido sobre la faz de la tierra ofendió a un buen grupo de personas. Y es que el amor no precisamente implica palabras suaves y tiernas, el amor muchas veces implica decir la verdad, aunque duela. Leamos:
Proverbios 27:6 TLA
Más te quiere tu amigo cuando te hiere que tu enemigo cuando te besa.
Ahora quiero dirigirme a ti haciéndote unas preguntas para que a medida que voy avanzando puedas analizarlas y meditarlas:
¿Alguna vez has encontrado que la enseñanza de Jesús es muy difícil de vivirla?
¿Te parece dura y confrontativa la palabra de Dios?
¿A veces te resulta difícil ser cristiana, como por ejemplo en el lugar de trabajo?
¿Te das cuenta, en ocasiones, de que no le agradas a la gente por alguna razón por decir la verdad?
¿Alguna vez has sentido ganas de dejar de seguir a Jesús?
Alguien dijo:
"Sí quieres una vida fácil no te recomiendo seguir a Jesús. No fue fácil antes, no es fácil ahora."
En el mundo tendréis aflicción dijo Jesucristo como parte de su discurso de despedida a sus discípulos durante la Última Cena y que aparece en: Juan 16:33.
Y yo añadiría: ser cristianas es una decisión difícil, es una auténtica vida contracultura.
Si hermanas, seguir a Jesús es una decisión difícil, y sin embargo, al mismo tiempo, es el camino a la vida en toda su plenitud y él mismo explicó que esto viene del Espíritu Santo.
La enseñanza de Jesús no es fácil de entender, pero él nos llamo primero a obedecer.
Hermanas, antes de entrar al hecho ocurrido con Jesús abro un paréntesis para darles un pequeño contexto:
(Vemos que en ese episodio de Juan 6, el grupo que oía a Jesús estaba compuesto por no creyentes, sus discípulos o seguidores y sus apóstoles.
Jesús estaba enseñando en la sinagoga de la ciudad de Capernaum.
Él comienza hablando de sí mismo como el "pan de vida" que ha venido del cielo, y menciona que aquellos que comieran de este pan vivirán para siempre. Muchos de sus discípulos se sorprenden y cuestionan cómo puede ser eso posible.
Ahora, en el grupo de los discípulos, no todos eran verdaderos seguidores de Jesús. Ya que había muchos que lo seguían por causa de sus señales y milagros, por la curación de enfermedades, por la comida que les dio y por qué ellos tenían la esperanza de que él los liberaría de los romanos.
Ellos lo seguían a todos lados, pero, eso estaba a punto de cambiar.
Jesucristo les enseñó que seguirlo significaba más que solamente beneficiarse de su amor y su poder, y que seguirlo significaba un compromiso completo con él.
Entonces el capítulo 6 comienza con muchas personas siguiendo a Jesús y termina con muchas alejándose de él).
Ahora leamos lo que el apóstol Juan nos narra en su evangelio y veamos lo que los discípulos exclamaron después de su discurso:
Juan 6:60
Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿Quién la puede oír?
Cuando los discípulos de Jesús escuchan sus palabras, algunos de ellos se sienten abrumados demostrando así que para ellos era difícil de aceptar.
Esto se debe a que a menudo nuestras creencias, ideologías y valores están tan enraizados en nuestra educación, cultura y doctrina, que puede hacer que sea difícil aceptar algo que no encaja con lo que traemos de base.
Buscando el significado de la palabra dura halle que quiere decir literalmente “áspera”, “marchita” o “fuerte”. Es como describir algo severo, desagradable o difícil de aceptar.
Entonces la expresión “dura es esta palabra” nos muestra un ejemplo de cómo la Palabra de Dios puede ser difícil de entender para algunos, pero no para otros.
Hermanas, lo que he aprendido todo estos años es que realmente hay una cosa necesaria para nosotras nosotras: La confrontación.
Al continuar leyendo veo que no es tanto que los oyentes encontraran la enseñanza de Jesús difícil de entender sino difícil de aceptar; que no les gustó su contenido. Es por eso que calificaron como ofensiva su enseñanza, sino leamos lo que Jesucristo pregunta respecto a sus murmuraciones sobre que él era el pan que descendió del cielo:
Juan 6:61
Sabiendo Jesús en sí mismo que sus discípulos murmuraban de esto, les dijo: ¿Esto os ofende?
Ahora, nuestra respuesta a la Palabra de Dios, (aunque es posible que algunas se sientan incómodas o asombradas por lo que dice la escritura), es reconocer que nuestro papel como cristianas es aceptarla y obedecerla.
En última instancia, así como la carne física engendra la vida física, así mismo el Espíritu Santo engendra la vida espiritual, como nos dice Jesucristo en:
Juan 6:63
El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Esto significa que la Palabra de Dios es una fuente de vida y verdad que puede guiar nuestras acciones y decisiones.
Continuemos leyendo y veamos la reacción de algunos de sus discípulos:
Juan 6:66
Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él.
Ciertamente, algunas de las enseñanzas de Jesús fueron tan duras que ellos le volvieron la espalda como dice otra versión.
Parece que ellos estaban particularmente ofendidos por las tremendas afirmaciones de Jesús acerca de sus vidas. Recuerden que el afirmó ser «el pan de vida», los llamó a creer en él y les ofreció la vida eterna.
Cuando Jesús habla de la vida eterna, está hablando de una calidad de vida que comienza ahora y sigue para siempre: "vida plena y abundante" como lo afirmó en:
Juan 10:10
El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
Esta es la clase de vida que trae el Espíritu Santo. Por eso, aunque hay un costo muy alto por seguir a Jesús, los beneficios superan el costo en mayor medida. De hecho, no hay otra opción, solamente Jesucristo puede darnos el Espíritu Santo, sólo Jesús puede darnos vida plena; vida eterna.
Por otro lado aunque muchos le volvieron la espalda y ya no lo siguieron, Jesucristo se dirige y preguntó a los doce, quizás con su corazón, profundamente triste por el actuar de los que decían ser sus seguidores, lo siguiente:
Juan 6:67
Dijo entonces Jesús a los doce: ¿Queréis acaso iros también vosotros?
Oh amada que pregunta de los labios de nuestro Amado, y no es porque no lo sabía, él quería que ellos mismos se examinen y den su respuesta pública, Jesús no obliga a seguirle.
Él quiere que los verdaderos discípulos sean fieles, obedientes para obedecer su palabra ya sea ésta dura, difícil o confrontativa. Leamos:
Juan 6:68-69
Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
Amadas esta es la respuesta de los verdaderos discípulos, es una verdad tan poderosa: Jesús tiene las palabras de vida eterna, él es el Santo de Dios, él es el único a quien ir. Pedro reconoce a Jesús como «el Santo hijo de Dios». Jesucristo es único; encarna la santidad de Dios y es divino.
Amadas, sin Jesús estamos total y completamente perdidas para siempre. Sin él, el salario de nuestra maldad es la muerte eterna. Pero, al igual que Pedro, respondamos correctamente: El regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús.
Ahora bien Juan nos dice que la enseñanza de Jesús no solo fue dura, sino también fue odiada. Jesús lo señaló más adelante:
Juan 7:7
No puede el mundo aborreceros a vosotros; mas a mí me aborrece, porque yo testifico de él, que sus obras son malas.
Vemos entonces que seguir a alguien que era odiado de tal manera tenía un costo muy alto.
Por lo tanto, en resumen de Juan en este hecho confrontativo, habla sobre la dificultad para algunos de aceptar la Palabra de Dios, pero nos recuerda la importancia de estudiar y reflexionar sobre ella para encontrar la verdad y la vida.
Las palabras de Jesús pueden parecer duras, pero son como un entrenamiento espiritual que nos empuja a buscar más allá de lo superficial. Al abrir nuestro corazón y mente, descubrimos que, aunque algunas verdades sean difíciles de digerir, siempre aportan un alimento esencial para nuestra fe.
Hermana, ahora quiero decirte algunas verdades:
La palabra de Dios puede ser dura porque señala y descubre el pecado, puede ser inaceptable y ofensiva, no necesariamente difícil de entender, puede ser viva y eficaz, penetrando hasta lo más profundo del alma y del espíritu, puede ser una fuente de paz y fortaleza en momentos de aflicción.
La palabra de Dios puede transformar nuestras vidas, incluso si solo leemos un versículo al día y también puede ser una roca firme en la que se fundamenta nuestra existencia como cristianas.
Hermanas después de las palabras duras de Jesús, de la ofensa y de la murmuración de los falsos discípulos: Muchos lo abandonaron. Esto lo vemos en la actualidad
Muchos” también han abandonado hoy a Jesús, dejan la congregación, se han ido sin dar razón alguna. Quizá algunos por su pecado, otros, porque se ofendieron de la palabra de Dios por ser dura o por pereza. Y esto no es más que un síntoma grave de un falso discípulo.
Pero hay otro grupo que es peor aún, asisten a la congregación pero su corazón está lejos de Dios, confundidos quizás, pero a estos Jesús les hace la misma pregunta que les hizo a los que quedaron, a los apóstoles:
¿También ustedes quieren irse?
Amada ¿En que grupo te encuentras?
¿Cuál es tu respuesta después de lo que has escuchado o leído? ¿Crees que estas palabras han sido muy ásperas y ofensivas?
¿Acaso Jesucristo no es la mayor necesidad de un pecador condenado a muerte?
Leamos lo que escribió el salmista Asaf:
Salmos 73:25-26
¿A quién tengo yo en los cielos sino a ti? Y fuera de ti nada deseo en la tierra. Mi carne y mi corazón desfallecen; Mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
¡Amén!
Amadas, hoy he dicho palabras duras, y posiblemente te sientas ofendida, pero otras lo aceptarán y responderán correctamente.
Ahora te pido hacer una oración juntas:
Padre amado te alabo, perdónanos por qué muchas veces nos hemos sentido ofendidas por tus palabras, no la hemos aceptado y mucho menos obedecido, ayúdanos a ser obedientes, ser verdaderas creyentes, con coraje comprometidas contigo y con tu iglesia, y que tengamos una actitud correcta hacia Tu persona, porque solo tú tienes palabras de vida eterna. Deseamos que con tu ayuda a ser constantes y perseverantes en tu camino, gracias Padre por oír nuestra oración en el nombre de Jesús, Amén.
Que Dios bendiga su palabra y cumpla el propósito para la cuál es enviada y espero puedas seguir conmigo en los siguientes mensajes y para ser bendecida y animada con su palabra. Hasta pronto si Dios así lo quiere.
LA PALABRA DE DIOS ES DURA, CONFRONTA NUESTRAS FALTAS, NOS DESAFIA A EXAMINAR NUESTRAS ACCIONES Y NOS LLAMA AL ARREPENTIMIENTO.
¡Dios con nosotras!
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