La Oración Fiel, Eficaz y Continúa

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Oración Fiel, Eficaz y Continúa

Filipenses 4:6-7 
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.

El apóstol Pablo nos enseña que la oración fiel es llevar todas nuestras cargas a Dios con fe, decirle que lo necesitamos, dándole  gracias por todo lo que él ha hecho.
Al ir en oración nuestro Amado nos hará experimentar su paz, esa paz que solo él nos puede dar, cuidando así nuestro corazón y mente.

Bendiciones amadas hermanas las saludo, gracias a Dios nuevamente juntas en otro encuentro, es mi oración que Dios las bendiga grandemente y que me ayude a expresar correctamente su palabra, su mensaje, sabiendo que daré cuenta de lo que diga hoy.

En una época de mi vida tuve el privilegio de estar a los pies de Jesucristo aprendiendo de su palabra a través de una sabía y piadosa mujer, ella me enseñó sobre la oración y quiero compartirlo hoy, recuerdo claramente que en una enseñanza dijo:
"No comiences tus actividades diarias sin antes tener un tiempo de oración; no consideres nada mas importante que comenzar el día conversando con Dios, pues si lo haces cambiará el panorama de tu vida pues tu forma de pensar será cambiada radicalmente, tus sentimientos hacia las personas que te rodean serán totalmente diferentes y tus impulsos serán movidos por el Espíritu Santo; tendrás necesidad de meditar en la Biblia y de ponerla en práctica"

Sabías palabras que he tratado de seguir el consejo hasta el día de hoy y he resuelto que verdaderamente: La oración fiel y eficaz del justo puede mucho, así lo dice la biblia en: Santiago 5:16 (b) y yo añadiría que nuestra obediencia al acercarnos a él en oración mueve su corazón.
Santiago establece que la oración de una persona justa es poderosa y puede lograr grandes resultados. 
Es que la orar es importante y Dios responde a la oración, por lo que debemos hacer de ella una prioridad. No tenemos que ser "super cristianas" para hablar con él.

Ahora bien, para que sea eficaz está oración se requiere que la persona debe estar buscando vivir para Dios piadosamente obedeciendo su Palabra. 
La oración eficaz implica orar con fervor de día y de noche, creer en su poder, porque la oración eficaz no se limita a las "super santas", sino a toda hija de Dios. 

Amadas la oración ferviente llena de fe es importante, pero Santiago no parece indicar que la fuerza con la que se ora determina la efectividad. Más bien, la oración de una persona justa es poderosa, fuerte y eficaz, cuando ora siempre según la voluntad de Dios. 

Hay otra cosa que debemos saber: que para que haya eficacia en la oración tenemos que practicar la parte (a) de: Santiago 5:16 que dice: Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. 

Santiago nos señala que el pecado en la vida de quien ora puede bloquear la efectividad de la oración. Por ello debemos confesar nuestros pecados y orar, esperando que Dios responda. Por supuesto además, la oración no debe ser tibia o indiferente.

Hermanas como dije antes la oración es un tema fundamental en la vida cristiana. Es un medio poderoso para comunicarnos con Dios y buscar su guía y dirección. 

Hoy veremos dos ejemplos valiosos e importantes de cómo podemos cultivar una vida de oración efectiva.
Veremos a dos mujeres piadosas, santas pero coincidentemente estaban viudas.

Cuando Jesucristo estaba en esta tierra se dirigía a sus seguidores y discípulos por medio de parábolas para dar sus enseñanzas y en una de ellas, él quiso tomar de ejemplo a una mujer viuda para enseñarnos sobre la perseverancia en la oración y la eficacia de esta sino desfallecemos.

Esta parábola de la viuda y el juez injusto aparece en el Evangelio de Lucas, 18:1-8. Ahora leo el verso 1 y dice así: También les refirió Jesús una parábola sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar.

Seguidamente Jesús nos dirá con su enseñanza la persistencia de esta viuda de la que no menciona su nombre para enfatizar en lo más importante que la oración debe ser perseverante y fiel. 

Jesucristo enseña a sus discípulos que en una ciudad había un juez que no tenía miedo ni de Dios ni de la gente, este ignoraba las peticiones de una viuda necesitada. Pero a pesar de ello, ella siempre lo buscaba y le decía: “Por favor, haga usted todo lo posible para que se me haga justicia en la corte.”
Finalmente, después de ver a la mujer y su insistencia, el juez cede y le concede lo que pide:
Lucas 18:4-5
Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí: Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de continuo, me agote la paciencia. 

Ahora, Jesús concluye la parábola afirmando que si un juez injusto responde ante la insistencia, ¿Cómo no responderá Dios, que es justo, a sus elegidos que claman a él día y noche?. Esto lo vemos en Lucas 18:7

La enseñanza para sus discípulos y nosotras con esta parábola es que siempre debemos orar con eficacia, fervor y no desmayar, ya que Dios traerá justicia para sus escogidos. 

Quiero enfatizar que aunque el juez injusto le concedió justicia a la viuda, Dios no es como él; Dios siempre será justo y fiel a su pueblo que a él clama.

Amadas además, la parábola muestra que la oración efectiva requiere perseverancia y fidelidad. 
Cómo creyentes no debemos de rendirnos en la oración teniendo confianza absoluta y la fe en Dios. 
Él espera que sigamos pidiendo, buscando, golpeando y orando hasta que lleguen las respuestas ya sea afirmativa o negativa. 

Hemos visto que la viuda se acercó al juez injusto y le pidió justicia, y aunque el juez se negó al principio, finalmente cedió ante su persistencia, ella clamó por justicia de su adversario, perseveró en la fe hasta que Dios le hizo justicia. 
Dios tocó el corazón del juez injusto.

Ahora déjame leerte lo que dice Pablo sobre la constancia en la oración en:
Romanos 12:12
Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración.

Aquí el apóstol Pablo nos enseña que debemos ser pacientes en la oración. La oración no es un medio para obtener resultados inmediatos, sino un medio para buscar la voluntad de Dios y confiar en su soberanía.
La oración forma parte de una vida fiel, que nos ayuda a soportar las dificultades con alegría y paciencia.
Ahora vamos a ver la oración fiel y continua.

Hermana la oración no es un acto ocasional, sino un estilo de vida. Debemos orar en todo momento, en toda circunstancia, y con toda sinceridad como el apóstol Pablo nos enseña que debemos orar sin cesar en 1 Tesalonicenses 5:17

Esta actitud que habla Pablo, la tuvo nuestra segunda mujer llena de Dios a pesar de su condición, ella nos mostrará una actitud de una oración fiel y continua, se trata ni mas ni menos de la viuda Ana, Leamos:
Lucas 2:36‭-‬37
Estaba también allí Ana, profetisa, hija de Fanuel, de la tribu de Aser, de edad muy avanzada, pues había vivido con su marido siete años desde su virginidad, y era viuda hacía ochenta y cuatro años; y no se apartaba del templo, sirviendo de noche y de día con ayunos y oraciones.

Veamos aquí a Ana una profetisa, pero según los estudiosos no parece que ella fuera una profetisa en el sentido estricto de la palabra, es decir, alguien que pudiera predecir eventos futuros; sino más bien una mujer santa; quien, por su amplio conocimiento y profunda experiencia en las cosas Divinas, fue capaz de instruir a otros; según el uso de la palabra que dice en:
1 Corintios 14:3 
Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación.

Y allí encontramos a esta santa viuda en total comunión en oración y ayuno proclamando a Jesús a todos, leamos:
Lucas 2:38 
Esta, presentándose en la misma hora, daba gracias a Dios, y hablaba del niño a todos los que esperaban la redención en Jerusalén.

Ana profetizaba o usando una palabra actual diría ella predicaba del nacimiento y la obra de redención del Mesías, pero lo maravilloso de todo es que fue recompensada su vida piadosa, porque aquella mujer que oraba continuamente mas de 90 años, vio a Su Salvador de quién habló.

Y así como ella a nosotras también se nos ha delegado el ministerio de la reconciliación y profetizar las buenas nuevas.

La historia de Ana es breve. De hecho, solo se menciona durante la ceremonia de dedicación de Jesús quien desempeñó un papel muy significativo al proclamar la llegada del Cordero de Dios, quien quitaría los pecados del mundo mediante su sangre.

Ella demostró una vida de servicio dedicada a él en oración y como profetisa a pesar de su avanzada edad, nunca abandonó el templo, donde ayunaba y oraba día y noche.
Esta historia nos enseña el valor de la pasión y dedicación continua en el ministerio de Dios.
Esta mujer cumplió de todo corazón agradar a Dios a pesar de su viudez.

En la Biblia, las viudas son personas que han perdido a su esposo y que pueden enfrentar situaciones de pobreza y desamparo. Sin embargo, también son figuras queridas por Dios, que las protege con su ley. 
En el Antiguo Testamento se las consideraba pobres y desgraciadas, se creía que si un esposo moría antes de llegar a la vejez era una señal del juicio de Dios. 

Pablo quiere que estas santas mujeres estén protegidas y deja establecido en las escrituras lo siguiente:
1 Timoteo 5:3-5 
Honra a las viudas que en verdad lo son. Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios. Mas la que en verdad es viuda y ha quedado sola, espera en Dios, y es diligente en súplicas y oraciones noche y día.

Y así fue esta viuda fue conocida por hacer el bien viviendo día y noche en oración continua.

Ahora, ¿te resulta difícil cultivar una vida de oración fiel y eficaz?

Te doy algunas sugerencias:
_Establecer un tiempo cada día para orar, buscando un lugar tranquilo y libre de distracciones.
_Debemos ser sinceras y auténticas en la oración, no limitarse a recitar oraciones memorizadas.
_Luego no hay que desanimarnos si no vemos resultados inmediatos. Oremos con persistencia y paciencia, confiando en la soberanía de Dios.
Y por ultimo buscar la guía del Espíritu Santo en la oración, confiar en su poder y sabiduría.

Amadas hermanas, orar es algo que debemos ejercitar cada día, cada momento, porque  veremos respuestas mucho mas grandes de las que nos imaginamos, tendremos la certeza de muchas verdades que a los ojos del mundo y de cristianos carnales están veladas.
Al tener una continua oración vamos a experimentar progreso en todas las áreas de nuestra vida porque vamos a tener fortaleza en medio toda circunstancia adversa y peligrosa; a la vez iremos adquiriendo la madurez espiritual que caracteriza a una hija de Dios que súplica continuamente por las necesidades de los demás y guiada por el Espíritu Santo, como dice en:
Efesios 6:18 
Orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos.

Este es nuestro llamado: que al orar eficazmente nos acordaremos por los demás, sometiéndonos a Dios quien nos capacitará para hacer Su voluntad renovando cada día nuestra consagración a él con gratitud.
Colosenses 4:2
Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.

Para finalizar esta enseñanza digo que debemos cultivar un hábito de oración, buscar a Dios con fervor, continuamente perseverando confiando en sus promesas. Amadas en tiempos de incertidumbre o dificultad, podemos encontrar consuelo al saber que Dios está atento a nuestros clamores y que está dispuesto a revelarnos Su sabiduría y guía.

Cuando clamemos recordemos que Jesucristo, en su ferviente clamor, experimentó una larga noche de oración agonizante, recibiendo como respuesta, sólo la voluntad de Su Padre, no te desanimes, sino regocíjate porque en cada oración, la respuesta que obtendremos será lo mejor que recibiremos. Clamemos con fervor y obtendremos grandes resultados leamos:
Jeremías 33:3
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Amadas hagamos una oración juntas:
Señor, alabo tu gran nombre y me acerco a Ti en el nombre de Jesús para pedirte que nos ayudes a cultivar una vida de oración fiel. Ayúdanos a ser perseverantes, pacientes y continuas en nuestra oración, buscando siempre la guía del Espíritu Santo. Amén.

LA ORACIÓN FIEL, EFICAZ Y CONTINÚA NOS AYUDARÁ A CONFIAR PLENAMENTE EN LA SOBERANÍA DE DIOS.

¡Dios con nosotras!

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