La Bondad de Dios

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La Bondad de Dios

Salmos 107:1-2 

Alabad a Jehová, porque él es bueno; Porque para siempre es su misericordia. Díganlo los redimidos de Jehová, los que ha redimido del poder del enemigo.

No debemos permanecer callados ante el amor redentor que Dios ha derramado sobre nosotras. Nuestros corazones deben rebosar de alegría, gratitud y adoración ante la maravillosa obra del Señor. Es mucha la bondad que Dios ha mostrado y derramado sobre nuestras vidas. 

¡No cesemos de darle las gracias por los favores inmerecidos, al transcurso del tiempo!

Amadas ¿Cómo están? Dios continúe bendiciendo sus vidas, las saludo con un abrazo fraterno, hoy podemos decir juntas que, hasta aquí nos ayudó el Señor, él es Bueno siempre.

Su fidelidad nos alcanza día a día y no decaen sus misericordias. Dice la biblia en

Lamentaciones 3:23 

Nuevas son cada mañana; grande es su fidelidad.

Pero aún en los tiempos difíciles también vemos su bondad, a veces, al mirar atrás, nos damos cuenta que fue precisamente en los momentos más dolorosos en los que experimentamos el poder y la cercanía de Dios con más claridad. Por ello mantengamos nuestro espíritu atento a la presencia y la bondad de Dios y no dejemos de darle las gracias.

Ahora bien, estamos en tiempos de celebraciones, donde hemos recordado el nacimiento de Jesús y a la espera de un año nuevo. 

Siempre que va culminando un año se oye decir:

"Año nuevo, vida nueva" este es un dicho común, que nos recuerda que cada año es una oportunidad para comenzar de nuevo, para renovarnos y para crecer espiritualmente.

Pero, ¿Qué significa realmente comenzar de nuevo? ¿Es solo un cambio de fecha en el calendario o es algo más profundo?

La respuesta es que comenzar de nuevo es una oportunidad para reflexionar sobre nuestro pasado, evaluar nuestro presente y proyectar nuestro futuro.

Si vemos nuestro pasado, podemos decir entonces que la fidelidad y la bondad de Dios ha sido evidente en nuestras vidas, por gracia de Dios, hemos alcanzado algunas metas.

Ahora, evaluando nuestro presente, vemos que a veces los desafíos de la vida, las pruebas y las tentaciones nos hacen perder de vista al Señor.

Pero aún así, Dios siempre da una y otra oportunidad para ir hacia él, su bondad es infinita y nos guía hacia Jesús y sus propósitos.

Ahora examinando este año sobre mi vida y espero que haya pasado lo mismo contigo, he visto de primera mano la bondad de Dios.

Su bondad no tiene fin y al leer las páginas de las sagradas Escrituras la encuentro, en cada reglón y es que desde Génesis hasta Apocalipsis, Dios nos lo da a conocer, la muestra de bondad está bien representada en forma de una persona si, un guiador, quien nos ayudará cuando pasamos un valle, una prueba o aflicción para ir a Dios.

Mateo 2:6

Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; porque de ti saldrá un guiador, que apacentará a mi pueblo Israel.

El pueblo de Israel pasaba un tiempo de aflicción por parte de los romanos, la verdad es que si, Jesús quien los guiaría estaba entre ellos y no se daban cuenta.

¡El Hijo de Dios, había llegado!

Ahora volviendo a nuestro versículo de Mateo, en otra traducción bíblica dice que este Guiador sería como un Pastor para su pueblo descarriado. Su bondad en persona, para guiarnos al Padre.

Amadas miremos como las Escrituras nos enseñan a través de David sobre este Buen Pastor y Guiador.

Conozcamos a Aquel que durante este año con su fidelidad y su bondad sobre nuestra vida, ha ido guiándonos hacia sus benditos planes.

David sabía muy bien todo lo relacionado a este oficio, debido que en su juventud fue pastor de las ovejas de su padre, empecemos:

Salmo 23:1-2

Jehová es mi pastor; nada me faltará.

En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.

David inicia escribiendo que con él nada le  faltaría, él sabía que las ovejas con un pastor no tendrían necesidad de nada, las ovejas serían guiadas por él, ya que eran animales indefensos y temerosos.

Nosotras también necesitamos a nuestro Pastor para ser dirigidas sin tener falta de ningún bien a su lado. No nos faltará nada porque somos cuidadas y alimentadas con su palabra. 

Estudiando sobre la relación entre las ovejas y el pastor el día a día, describo lo siguiente:

Sin un pastor que las defienda o las guíe, es muy difícil que sobrevivan de los peligros de los depredadores en el campo.

Uno de los principales trabajos del pastor, es buscar pastos y agua para sus ovejas. Pero también, un lugar en donde puedan descansar, debido a que las ovejas son animales muy torpes con la vista muy limitada.

El lugar para descansar debería ser adecuado para tener un buen descanso ya que por si solas lo hacen sobre lugares incómodos.

A menudo necesitamos que nuestro Gran Pastor nos lleve a esos lugares de delicados pastos para un buen descanso y corrientes de aguas para no tener sed.

Su palabra es esa agua inagotable que fluye como corrientes que nunca se agotan y sacian nuestra sed.

A veces estamos afanadas preocupadas ya sea por el futuro, la economía, aún por lo que tenemos o lo que no tenemos.

Jesús es el único que nos da descanso y paz lo que el mundo no puede darnos, en él tenemos plenitud de gozo a Su diestra.

Continuo leyendo el:

Salmos 23:3

Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor de su nombre.

La palabra confortar significa: dar vigor, fuerza, animar, alentar y consolar al afligido.

Este es un rol muy importante del pastor, al pasar los días algunas ovejas son heridas muchas veces entre ellas o por caídas y por causa de algunas enfermedades, el pastor debe cuidarlas.

Amadas así trabaja nuestro Señor en nuestra vida, él está interesado en restaurarnos, sanar nuestras heridas y darnos una nueva vida caminando a su lado, Ahora en:

Salmos 23:4

Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

Las ovejas pasan también por momentos de dolor, enfermedades a punto de morir.

Al estar en esta situación de perturbación, perderán el rumbo, entonces necesitará de un Guiador para no descarriarse por el dolor dando sanidad, vigor y fuerzas y si sucediera el extravió, debe ir tras esa oveja perdida para hacerla volver y tomar el rumbo correcto.

Nuestro pastor aún así le fallemos está dispuesto a ir por nosotras para retomar el camino, Él no desecha.

Recordemos al Rey David y a Pedro ellos le fallaron pero Dios los guío al arrepentimiento para que tomaran nuevamente el rumbo correcto.

Y así lo hará con nosotras si en algún momento fallásemos, él nos guiará a su presencia para ordenarlo todo.

¡Grandioso Señor!

El Rey David ve sus momentos de aflicción y escribe al respecto con este salmo.

Se refiere a los momentos de pruebas que tuvo que pasar en su vida, como las persecuciones de sus enemigos o tiempos difíciles.

Pero David tenía su fe en Dios Su Padre y le acompañaba la esperanza que sería guiado y cuidado por Su Pastor.

Nosotras en esos momentos difíciles, nuestro refugio debe estar en nuestro Pastor en medio de las pruebas aún en medio de sombras de muerte.

Recordemos que a los que amamos a Dios, todas las cosas nos ayudan para bien.

No, nos desesperemos lo que para el mundo es una desgracia, para las hijas de Dios es una enseñanza que nos ayuda a fortalecernos y madurar. Sigamos:

Salmos 23:5

Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores; Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.

David en este salmo se ve reflejado a si mismo y se iguala como una oveja necesitada de un pastor, de su alimento espiritual que su Padre le dará, aún rodeado de sus enemigos Dios estará a su lado, Él ungirá su cabeza.

Por otro lado, ungir es al trabajo del Espíritu Santo apartándonos para una consagración y santidad en el servicio a Dios.

"Conocida como la unción del Espíritu Santo"

Amadas Dios unge nuestra cabeza.

¡El tiene un suministro infinito!

¡Su aceite nos protege de las heridas a causa de los tormentos del enemigo o quizás fuimos nosotras mismas causantes de angustias y dolor, pero nuestro pastor con su aceite fresco hace posible que podamos sanar, tener paz, consuelo guiándonos a poder fijar nuestro corazón, mente y ojos en Él.

El aceite es símbolo del Espíritu Santo, que unge a los creyentes con su gracia y consuelo y al estar ungidas con su aceite nuestra copa rebosará con la abundante Gracia. Y en el

Salmo 23:6

Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, Y en la casa de Jehová moraré por largos días.

Hay una buena noticia aquí, y es que al ser parte de su rebaño las bendiciones nos alcanzan todos los días, su misericordia se renueva para aquellas que creen en Jesús. Las Bendiciones solo son recibidas por medio de él.

Amiga que me escuchas te cuento que la principal Bendición que muestra la Biblia es la Salvación por medio de Jesús, él es siempre fiel y si lo recibes como tu Salvador y Señor, su gracia estará contigo en cada momento pon tu confianza en él y verás como cumple sus promesas.

Los apóstoles lo sabían y mandaron lo siguiente:

Hechos 16:31

Ellos dijeron: Cree en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa.

Esta es nuestra esperanza para las que hemos tenido un verdadero arrepentimiento y hemos entregado nuestra vida a Jesús.

Y esta es la reflexión de nuestro presente.

Entonces mis amadas con la fe en nuestro Buen Pastor no temamos, lo tenemos a él junto a nosotras que nos guía con Su mano.

Con el pastor a nuestro lado no habrá temor.

Así que, en este Año Nuevo, te invito a que reflexiones sobre tu vida y te preguntes:

¿He dejado que sea Dios quien guíe mi vida?

¿He crecido espiritualmente en fe y carácter?

¿En el servicio, he sido fiel y he cumplido mis responsabilidades?

¿Mi relación con Dios está fuerte y determinante?

¿En mis decisiones he consultado al Padre pidiéndole sabiduría?

Ahora mirando hacia en futuro repito lo que mencioné en el mensaje anterior y es que esperemos con anhelo la venida del Señor, preparándonos para ese día bendito, sabiamente orando y velando.

Además que este año nuevo sea un tiempo para:

Dejar ir las heridas y los resentimientos del pasado, derramando perdón.

Aprender de los errores y las experiencias vividas.

Fortalecer nuestras relaciones con las demás.

Que sea un tiempo de renovación confiando en él, buscando siempre hacer su voluntad. 

Y todo lo que trate de separarnos de Dios y experimentar su bondad debemos excluirlo y dejarlo todo atrás como dice la Biblia:

Filipenses 3:13-14

Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.

Ahora son muchas las cosas que Dios hace a nuestro favor cada día. No cerremos nuestro corazón o demos por hecho lo que Dios hace por nosotras en nuestro diario vivir. Cada bendición, cada momento de protección, cada provisión que recibimos de él deben ser reconocidos y agradecidos desde lo profundo de nuestro ser.

Para finalizar ruego a Dios que la gracia del señor Jesucristo te acompañe y te sostenga en cada paso de este nuevo año, que el amor de Dios siempre constante y perfecto sea tu refugio en los momentos de prueba y la fuente de tu alegría en los días de triunfo, que el espíritu santo te llene con su poder guiándote con sabiduría, consolándote en cada desafío y fortaleciéndote para avanzar con fe firme. Que este año sea una oportunidad para profundizar nuestra relación con Dios para servirle con pasión y para reflejar su bondad en todo lo que hagamos, que su paz aquella que supera todo lo que podemos entender, sea un escudo para nuestro corazón y nuestra mente en Cristo Jesús. Amén!

Amadas para el Señor sus misericordias no tienen fin y está listo para continuar sosteniéndonos si así lo deseamos.

Gracias a Dios que él no ha perdido el control de nuestra vida y con altos y bajos vamos terminando el año de su mano.

Así que mantengamos fieles en fortalecer nuestra relación con el Señor y con los demás.

Te dejo está cita:

Números 6:24-26

Jehová te bendiga, y te guarde; Jehová haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; Jehová alce sobre ti su rostro, y ponga en ti paz.

¡Amén!

SOMOS GUIADAS POR JESÚS NUESTRO BUEN PASTOR, TENEMOS DESCANSO, PAZ Y SEGURIDAD QUE VIVIREMOS CON Él PARA SIEMPRE.

¡Dios con nosotras!