El rol divino de la mujer

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El rol divino de la mujer

‭1 Corintios 11:3 
Pero quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer, y Dios la cabeza de Cristo.

Amadas, las saludo con el amor de Jesucristo y con la ayuda de Dios poder expresar correctamente  este mensaje.
Les cuento que el momento más crucial en mi vida cristiana ocurrió cuando comprendí mi rol como mujer dentro de mi casa y en la iglesia de Cristo, y de ello hablaré hoy.
En la Biblia no hay un versículo que diga “el rol de la mujer es tal o cuál, no obstante, si tiene principios que nos sirven para definirlo. 
Al leer el versículo de inicio muchas nos creamos una confusión porque interpretamos la Biblia como lo ve el mundo; según su perspectiva, donde el esposo tiene más valor que ella, entonces llegamos a una suposición errada y el resto de nuestra teología está edificada sobre este error, siendo la confusión cultural y no bíblica.

Ahora, cuando Dios crea a Eva y se la trae a Adán, él le dice que ella es su ayuda idónea.
‭Génesis 2:18 
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.
¿Qué significa idónea?
Es la mujer designada como ayuda y apoyo en el liderazgo del hombre para facilitarle su funcionamiento en el rol que Dios le ha asignado. 
Es idónea porque posee cosas que el varón no, y además tiene dones, talentos, formas de ver el mundo, formas de reaccionar ante el mundo que los hombres no tienen, ella es un complemento perfecto para él.

Después de este concepto voy a ser cuidadosa al afirmar esto, pero en realidad, en un sentido general, la mujer pudiera hacer prácticamente todo lo que el hombre hace; todo excepto, por así decirlo, ser autoridad.

En Su gran sabiduría, Dios nos otorgó a cada uno un rol en la creación: El hombre como líder-siervo y la mujer como ayuda idónea. Ambos iguales en valor, pero con distintas funciones. 

El varón un líder espiritual, proveedor y protector; y la mujer como su ayuda nutridora, dadora de vida, trabajando de forma complementaria junto a él.

Como mujeres estamos llamadas a nutrir y edificar nuestros hogares con amor y sabiduría rindiendo actitudes, palabras, sueños y reconocimiento, en beneficio del testimonio de Cristo. 

Amadas, Dios en Su infinito amor y misericordia me fue mostrando poco a poco el profundo peso teológico implicado en el concepto de haber sido creada mujer.

Ahora las invito me acompañen con sus biblias en Tito 2:3-5, donde especifica claramente cuál debe ser el enfoque de nuestro rol como mujeres:
Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.

Entonces para nosotras las casadas, el hogar es nuestro primer ministerio. Ya que la mujer mientras está soltera, tiene el tiempo para dedicarle a la iglesia.
‭1 Corintios 7:34
Hay asimismo diferencia entre la casada y la doncella. La doncella tiene cuidado de las cosas del Señor, para ser santa así en cuerpo como en espíritu; pero la casada tiene cuidado de las cosas del mundo, de cómo agradar a su marido.

Como esposa, tengo que atender a mi familia sin descuidarlos y con mucha responsabilidad, ya luego vendrá un tiempo en el que mis hijos no tendrán necesidades vitales que deba suplir, y cuando llegue esa etapa tendré el tiempo y la experiencia, para ser de ayuda en mi segunda familia, la iglesia. 
Este legado lo debemos pasar a la próxima generación.
Amada, cuando mi propósito es agradar a Dios, la influencia que daré a notar será poderosa y alentadora a tal punto que querrán imitar.

Por otro lado el papel de la mujer en la Iglesia es muy complejo, y no pretendo resolver todas las dudas, pero tomando unos estudios de eruditos fieles a la palabra, puedo decir que existen dos extremos:

Por un lado, se dice que el servicio de la mujer en la iglesia esta vinculada con las normas culturales del tiempo del N.T y que ahora esas normas han cambiado.

Por otro lado, otros limitan a la mujer en su participación en la iglesia, y argumentan que las mujeres deben quedarse totalmente calladas en los cultos, que deben cubrir sus cabezas, y que deben sentarse a un lado, separadas de los hombres.
Mi opinión es que ninguno de estos extremos es correcto.

Por ello es importante destacar el hecho de que, según la Biblia, los hombres y las mujeres son iguales en honor, y pueden tener los mismos dones espirituales y talentos. 
También debo reconocer el gran aporte que normalmente hacen las mujeres en las iglesias: son colaboradoras, muy fieles y muy comprometidas. 
Sirven de muchas maneras, y lo que deben hacer los pastores es animarlas a usar sus dones y no aplastarlas. 
Las mujeres normalmente somos la mayoría en las iglesias, y así también tenemos un llamado a servir sin distinción, porque somos uno en Cristo y en todos él se manifiesta para ser de provecho.

Los líderes de la iglesia deben de distinguir entre los dones espirituales que pueden tener todos los creyentes y los oficios o las funciones.
Por ejemplo, muchas personas pueden tener el don de la enseñanza, pero no todos son pastores o maestros.

Entonces los estudiosos dicen que para evitar los extremos, existe un pasaje clave para ello y está en 
1 Timoteo 2:11-15.
Antes de empezar a desglosar estos versículos, notemos que en este capítulo, Pablo está hablando de reuniones públicas, de oración y enseñanza, leamos:
‭1 Timoteo 2:11 
La mujer aprenda en silencio, con toda sujeción.
Amadas, para Pablo el silencio es prácticamente sinónimo de sumisión, este silencio está relacionado con la evaluación de las "revelaciones" y de las "profecías", recuerda que están en el culto, y los varones estaban participando con sus profecías, otros tenían que juzgar si eran realmente de Dios. 
Era este papel de juzgar que no correspondía a la mujer y tampoco le correspondía enseñar con la autoridad de un líder espiritual.

Hago un paréntesis aquí, para decir que por años, la mujer en el ministerio es un tema sobre el cual los cristianos creyentes en la Biblia pueden estar en desacuerdo y de hecho lo están. 
El punto de separación se centra en los pasajes de las Escrituras que prohíben a las mujeres hablar en la iglesia, leamos otra cita bíblica como apoyo para esta interpretación.
‭1 Corintios 14:34-35 
Vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación.

El desacuerdo radica en saber si estos pasajes eran o no pertinentes solo a la época en que se escribieron. Algunos sostienen que, dado que no hay judío ni griego, varón ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo, las mujeres son libres de alcanzar cualquier campo del ministerio que es para los hombres. 
Pero amadas, no es casualidad que Pablo en la revelación del rol para nosotras, enfatice una y otra vez y en dos cartas sobre el silencio.
Las mujeres tenemos por naturaleza hablar mucho y demás, Pablo quiere guardarnos de nosotras mismas.
Quizás él leyó las Escrituras que dicen en:
‭Proverbios 10:19 
En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente.

Hermanas nuestro anhelo y meta debe ser el de rendirnos ante este llamado.
No seamos tentadas a abandonar nuestra área de influencia anhelando tener plataformas más visibles o más poder y reconocimiento, cierro paréntesis.

Entonces amadas, volviendo a 1 Timoteo 2 y dado que, según el versículo 12 que dice:
Porque no permito a la mujer enseñar, ni ejercer dominio sobre el hombre, sino estar en silencio.

Pablo primero desea que nosotras aprendamos a callar y ahora nos vuelve a decir que debemos respetar al varón en sujeción ya que el fundamento para el mandamiento no es cultural sino universal, arraigado en el orden de la creación.
El lugar de la mujer en la Iglesia es junto al hombre, no detrás de él, ni delante de él, como lo hizo Eva, leamos:
‭1 Timoteo 2:13-14
Porque Adán fue formado primero, después Eva; y Adán no fue engañado, sino que la mujer, siendo engañada, incurrió en transgresión.

Pablo quiere que nosotras entremos a la iglesia en humildad ante Dios, haciendo algo hermoso para Dios y haciéndonos hermosas al hacerlo.
Nuestro trabajo y privilegio como mujeres, es caminar junto a nuestros esposos en la iglesia.
Por ello Pablo nos recuerda el pecado de nuestros primeros padres y la manera de como podríamos como mujeres, alcanzar la santificación.
1 Timoteo 2:15 
Pero se salvará engendrando hijos, si permaneciere en fe, amor y santificación, con modestia.
Amadas, aclaro que según este versículo, Pablo no habla de la salvación del alma solo por ser madre, porque de lo contrario dónde quedarían las solteras, sino que está hablando de la santificación si cumplimos nuestros deberes como madre, con buen juicio, firmes en la fe, el amor y la santidad, desechando el pecado.

Hermanas cuando Jesucristo estaba en la tierra trajo más respeto por la mujer, pero no cambió el rol de sumisión en la familia y en la Iglesia. 
Según la Biblia, es igual al hombre en valor, y tiene los mismos dones, pero tiene otra función. 
Resaltó esto: 
Cómo mujeres tenemos un rol importante de apoyo y ayuda, quizás algo parecido al rol del Espíritu Santo dentro de la Trinidad. 
Y el hombre tiene el papel similar al rol del Padre en su liderazgo, pero también tiene el papel de Jesús en darse a sí mismo por su esposa y por sus hijos.
Ahora sí el hombre ha sido asignado por Dios como cabeza de la familia, causaría un problema si no lo fuera también en la iglesia. 
Y si su esposa predica sermones autoritarios desde el púlpito, cuando él está sentado en la banca, produce una inversión de roles y conflictos.
Las mujeres somos llamadas a servir apoyando diversas áreas de la iglesia, bajo la autoridad de los líderes y pastores, sirviendo con dignidad y fidelidad, mostrando compasión, ayudando a los necesitados, mostrando hospitalidad, y sirviendo a otros. 
Te invito a leer cuando puedas Proverbios 31.

Mis amadas, somos mujeres de ayuda por diseño, esa es nuestra posición en la creación, nuestra inclinación como mujeres debe ser la de afirmar el liderazgo, no socavarlo, no manipularlo, ni tratar de usurparlo. 

Satanás, sin embargo, ha engañado a la mujer incitándola a exigir y validar sus dones y talentos para ser afirmada, oída y reconocida. Pero esto es totalmente contrario al espíritu de Cristo y al llamado que vemos entretejido en las Escrituras para la mujer, quien debe manifestar primeramente el adorno incorruptible.

El apóstol Pablo tuvo en alta estima a las mujeres, y en muchas de sus cartas a las iglesias saludó específicamente a algunas mujeres por nombre en sus cartas a los Romanos, Colosenses, Filipenses y Filemón.
 
Pablo escribió sobre diferentes mujeres que trabajaban con él en el ministerio y se refiere a estas mujeres como "colaboradoras", y ellas claramente sirvieron al Señor para el beneficio de toda la iglesia 
Filipenses 4:3
Asimismo te ruego también a ti, compañero fiel, que ayudes a estas que combatieron juntamente conmigo en el evangelio, con Clemente también y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida.

No hay un antecedente bíblico que prohíba a las mujeres servir como líderes de alabanza, líderes de jóvenes o directoras de niños. La única restricción es que no deben asumir un papel de autoridad espiritual sobre los hombres adultos, también pueden ayudar,
ayudando a la organización en la iglesia o de diferentes eventos, contando los diezmos, o sirviendo en la limpieza.

Basado en el texto al que hicimos referencia arriba (Tito 2:3-5), entendemos que una mujer puede enseñar en la escuela dominical, enseñar a otras mujeres en estudios bíblicos, dar charlas en retiros para mujeres, ser mentora de otras más jóvenes, aconsejar a mujeres, liderar ministerios para las mujeres o liderar junto a su esposo un grupo de parejas.

Pero hay una verdad en nosotras y es que cuando llegamos a Cristo venimos con mentes entenebrecidas y corazones engañosos y por ende Dios nos manda a transformar nuestro entendimiento y buscar el verdadero conocimiento conforme a la imagen de Dios.
El problema radica en que siempre creemos que nuestras ideas son correctas, pero si estudiamos la Palabra de Dios intencionalmente para aplicar lo aprendido a nuestra propia vida descubriremos el diseño de Dios.

Hay varios ejemplos puntuales de cosas que quizás una mujer no debiera hacer; no es que no pueda, pero no debiera. 
El apóstol Pablo dice en
1 Corintios 10:23
Todo es lícito, pero no todo es de provecho. Todo es lícito, pero no todo edifica.

Por ejemplo, si una mujer tiene niños pequeños que están todavía en la casa, no debería salir a trabajar. Lo pudiera hacer como mujer, pero no es lo más sabio. Si ella trabaja ¿Quién va a criar a esos hijos? ¿Su esposo? 
Entonces ella estaría rompiendo el diseño.

Amadas, espero haya sido de utilidad mi mensaje y si ha sido de bendición puedas compartirlo con otras mujeres.
finalizo animándolas a seguir siendo trabajadoras, apoyando la obra de Cristo, sirviendo a su siervo y estimulando su ministerio.
No nos desesperemos por alcanzar reconocimiento ni logros, pero sí esforcémonos por ser puras, cumpliendo el rol de una mujer diseñada para reflejar a Cristo.

LA MUJER SABIA Y OBEDIENTE CUIDA SU DISEÑO CON PRUDENCIA PARA AGRADAR A DIOS Y SER FIEL TESTIGO DE JESUCRISTO.

¡Dios con nosotras!

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