La sujeción bíblica
Canal de YouTube 👇
La sujeción bíblicaAmadas:
Que importante es conocer el Principio de Sujeción en la vida del creyente, definición muy distante de palabras similares como el sometimiento o la sumisión, pero muy cercana a la obediencia.
¿A cuántas nos cuesta aplicar dicho principio en nuestras vidas? Veamos que nos dice la Palabra de Dios:
No quiero pasar por alto una de las historias más inspiradoras de la biblia, esta historia está en
1 Samuel 25:2-3 NVI
En donde relata la historia de una mujer muy sabia y sujeta a su esposo.
Leamos:
Había en Maón un hombre muy rico, dueño de mil cabras y tres mil ovejas, las cuales esquilaba en Carmel, donde tenía su hacienda. Se llamaba Nabal y pertenecía a la familia de Caleb. Su esposa, Abigaíl, era una mujer bella e inteligente; Nabal, por el contrario, era insolente y de mala conducta.
A través de la actitud las palabras y la conducta de Abigail aprendemos que debemos Y qué no debemos hacer y como una mujer piadosa y en sujeción, tiene el poder de influenciar a todos a su alrededor.
Él era un necio lo que su nombre significa, era un hombre sin Dios y ella era una mujer de Dios piadosa y sabia.
Una de las cosas que a mí me gusta acerca de esta historia es que no sabemos qué es lo que ha pasado antes, pero sí sabemos que Abigail ha estado viviendo con este hombre difícil y a pesar de todo ella nunca perdió su fe en las promesas de Dios.
Veamos otro ejemplo de sumisión en
1 Pedro 3:5-6
Sara y su esposo Abraham
Porque así también se ataviaban en el tiempo antiguo aquellas Santas mujeres que esperaban en Dios estando sujetas a sus maridos como sara le decía Abraham llamándole señor de la que vosotras sois hechas hijas si hacéis el bien sin tener ningún temor.
Como vemos Pedro usa a Sara como un ejemplo de una santa mujer que confiaba en Dios y que se adornaba a sí misma al someterse a su marido.
Sara voluntariamente salió de su hogar y se lanzó a lo desconocido para seguir a Abraham, mientras él seguía las instrucciones de un Dios al cual ella no conocía en ese momento.
Sufrió mucho para tratar de ofrecer un heredero a su esposo y mantenerlo a salvo en tierras peligrosas.
Al final, ella tuvo la fe suficiente para creer que ella y su marido, con 90 y 100 años de edad, concebirían el heredero prometido, es decir a Isaac. Aunque ella vivía en un mundo de peligro y confusión, Sara se mantuvo firme en su compromiso con su esposo y con Dios, y su compromiso fue recompensado con la bendición
Ahora veremos la sumisión de Pablo al llamado de Dios.
El se dirigía a Damasco con cartas en mano para dar muerte a los discípulos, pero algo paso, leamos:
Hechos 9:4-6
Las escrituras dicen:
Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. Él, temblando y temeroso, dijo: Señor, ¿Qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo: Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes hacer.
Lucas relata aquí acerca de la conversión de Saulo, quien más tarde sería conocido como Pablo.
Saulo fue un celoso perseguidor de los cristianos, pero fue transformado por el encuentro con Cristo resucitado.
Pablo se sometió al llamado de Dios y se convirtió en uno de los más grandes apóstoles de la iglesia primitiva.
El ejemplo de Pablo nos enseña que la sumisión a la voluntad de Dios requiere que abandonemos nuestros propios planes y deseos y que confiemos en su plan para nuestras vidas.
Pablo después de haber tenido un encuentro con Jesús y estar bajo sujeción se va a dirigir a la iglesia y nos va a enseñar lo que él aprendió del Señor:
Efesios 5: 22-24 dice así:
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador. Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo.
Vemos entonces que hay un mandato claro, hacia las esposas y no a las mujeres en general.
La sujeción de la esposa es la obediencia directa de un mandato bíblico del Señor.
En la segunda parte del texto le habla a los maridos de la siguiente manera:
Efesios 5:25-27
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha.
Además el deber principal del esposo es amar a su esposa.
El hombre tiene que ser la fuente principal de amor para su esposa.
Tanto así que ella no va a desear buscar ese amor en sus hijos ni en sus padres.
Recordemos amadas que ante los ojos de Dios ya no son dos sino una sola carne.
En el Edén cuando Dios le dio a Adán a Eva, este dijo:
¡Esto es ahora hueso de mis huesos y carne de mi carne!!
Esto está en Génesis 2:23
Qué importante es la sujeción acompañado con el respeto de la mujer hacia su esposo, no hay crítica más dañina y más dolorosa para el hombre que la de su propia esposa.
La falta de respeto es un indicador de que no está llena del espíritu Santo.
Si nosotros seguimos los principios bíblicos de Dios para nuestro matrimonio reflejará
¡La gloria de Dios!
Es penoso decir hermanas, que hoy en día el feminismo está en contra de que la mujer se someta al hombre y eso ha generado la falta de respeto hacia la autoridad que, cabe señalar, fue puesta por Dios.
Amada, quizás tú no tienes esposo aún, pero eres hija y la palabra de Dios nos dice que debemos honrar con la sujeción a nuestros padres.
En efesios 6:1 dice así:
Hijos, obedeced a vuestros padres en el señor porque esto es justo.
Para finalizar quiero
Leamos en:
1 Corintios15:28
Y cuando todo haya sido sometido a El, entonces también el Hijo mismo se sujetará a aquel que sujetó a El todas las cosas, para que Dios sea todo en todos.
Vemos que Jesús, se sujetó a su padre y como hombre aprendió obediencia, leamos en:
Hebreos 5:8 en TLA dice:
Aunque él era Hijo de Dios, por medio del sufrimiento aprendió lo que significa obedecer siempre a Dios.
¡Él murió por nosotras!
¡dio su vida!
Derramó hasta su última gota de sangre para salvarnos.
El Señor nos dejó su ejemplo.
Si él dio su vida por amor a nosotros, como nosotros no vamos a obedecer lo que él nos dice en su palabra.
Amadas Dios nos ama tanto que ha dejado estos mandamientos para el bien de todos, tanto esposos esposas hijos, esclavos y amos.
¡Amadas así nos ama Cristo!
Él ama a su iglesia y nada nos puede separar de su amor.
La unidad fue posible y se mantiene porque Jesús se humilló y se entregó por su amada iglesia y también porque eleva a la iglesia santificándola y glorificándola.
Seamos nosotras también ejemplo de sujeción para esta generación que está cada día más alejada de los principios de Dios.
LA SUJECIÓN EN AMOR A TU CONYUGE LE FACILITA SU ROL EN EL MATRIMONIO.
¡Dios con nosotras!
Comentarios
Publicar un comentario