Cuidando nuestra viña (parte 5)
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Cuidando nuestra viña (parte 5)Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriará.
Esta una declaración de parte de Jesús hacia los Judíos de su tiempo.
Un aspecto de la señal que dio Jesús al final de la era que precederá a Su segunda venida fue: que se enfriara el amor de muchos en su pueblo, y esto a causa de la persecución, de enseñanzas de falsos profetas que intentaran hacer tropezar aún a sus escogidos, a Su amada iglesia.
Y como resultado de todo ello habrá una carencia del fervor en el amor a Jesús y a sus cosas, es decir que ese amor ira decayendo y lo llevara a la tibieza espiritual,
A estos El Señor Jesús les llama: tibios, ciegos, desnudos, miserables y desventurados.
Aquí cabe decir que la tibieza es como una enfermedad que no notamos; no duele pero es agradable a la carne, la tibieza espiritual además es altamente contagiosa y es probable que ni siquiera nos demos cuenta que estamos siendo contagiadas.
Por eso hoy queremos prevenirte dándote algunas pautas y para ello voy a invitar a otra sierva del Señor para que nos guíe hacia la casería de esta pequeña zorra, adelante hermana.
Hola hermanas soy Amaira de Bragas, las saludo deseándoles Gracia y paz en Cristo.
Continuando con la serie: "Cuidando nuestra viña" juntas en su palabra seguimos hoy con el tema la tibieza espiritual, para ello leamos:
Apocalipsis 3:15 -19
y nos dice así:
Yo conozco tus obras que ni eres frío ni caliente ¡ojalá fueses frío o caliente! Pero por cuánto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca. Porque tú dices: Yo soy rico, y me ha enriquecido, y de ninguna cosa tengo necesidad; y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo. Por tanto, yo te aconsejo que de mis compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio para que veas.
Yo reprendo y castigo a todos los que amo, sé pues celoso y arrepiéntete.
Hasta aquí hermanas la lectura.
Vemos aquí que el Señor nos reprende de una manera dura y con justa razón porque nos dice que no somos ni fríos, ni calientes porque dice: ojalá fueses frío o caliente, Jesús nos quieres llevar al extremo, a ser radicales, porque él es así en asuntos espirituales, en los asuntos eternos él es radical.
Entonces acá nos quiere enseñar que ojalá que fuésemos fríos o calientes, porque el término medio le enferma, le causa repugnancia, náuseas.
Cristo insiste a su iglesia a ser como aguas frías refrescantes o como las aguas termales que son calientes y medicinales para el cuerpo, no como el agua tibia de la odisea que era poco saludable.
La tibieza engaña a la gente y eso es lo que el Señor está reprendiendo a su iglesia en el versículo 17.
También vemos la reprensión a causa del materialismo, la iglesia ha caído, se ha desviado del verdadero enfoque, no toma en cuenta a Dios.
A menudo nos olvidamos que Dios es el origen o el originador de la prosperidad material y espiritual, corremos la misma desventura nosotras también, pero Dios la reprende con el único fin de que proceda al arrepentimiento y vuelva al dador de la verdadera riqueza, ese es su fin.
Tenemos una dura y fuerte advertencia contra estas cosas que nos quita el verdadero enfoque, nos quita la mirada hacia Jesús; está tibieza espiritual nos saca los ojos del enfoque eterno a causa del materialismo.
En Apocalipsis 3:20
He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo.
!Ábreme! dice, este es un llamado no para salvación por supuesto sino para renovar la relación con él, para animarnos, para animar a sus hijas, a su esposa, a su iglesia a seguir expresándole su amor por él y dejarlo entrar.
¡Hermanas él no apagará el pábilo que humeare!
Reflexionemos:
¿Estamos como una porción carbonizada de una mechita que humea? O Encendidas como una lámpara llena de aceite.
Estemos como estemos, delante de Dios pidámosle que sople, él no va a apagar la mecha, él quiere soplar, él va a soplar para que arda, él desea, como les decía, animar a su esposa, a sus hijas, a ti que estás escuchando del otro lado que quizás estás como este pábilo a levantarte de la tibieza espiritual y a continuar expresándole tu amor por y para él, dejándole entrar en todo tu ser, él sabe que su amada sin él no es rica ni feliz, también sabe que no tiene luz propia por ende él no apagará el pábilo que humea, sino más bien soplará aliento de vida para encenderla, apasionarla, vivificarla de su tibieza espiritual, de su tibieza inútil en la que ha caído.
También vemos en otra cita bíblica otra reprensión, leamos:
1 Juan 2:15-17
No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo si alguno ama al mundo el amor del padre no está en él porque todo lo que hay en el mundo los deseos de la carne los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida no proviene del padre sino del mundo y el mundo pasa y sus deseos pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
Hasta aquí la lectura hermanas.
¡Hermoso, hermoso! como el Señor otra vez en esta cita bíblica tiene una dura y fuerte advertencia contra el mundo y sus falsos caminos, por supuesto aquí vemos la reprensión moral para no amar al mundo; un consejo práctico ya que el mundo es pasajero.
El mundo o también el sistema en sí, es el que nos esclaviza en rebelión y orgullo, que no proviene de su creador, que no proviene de Dios, sino que está determinado para juicio y destrucción, por eso él enfatiza mucho que de él y solo de él obtengamos la verdadera riqueza y contentamiento verdadero y no fingir una falsa felicidad hermanas.
Alguien escribió:
"La tragedia de estos tiempos en el cuál vivimos es: cristianos tibios que quieren servir a Dios pero sin abandonar el mundo".
Entonces empecemos por examinarnos a nosotras mismas y estar seguras de que estamos verdaderamente en la fe, sigamos cada día reavivando el fuego de Dios que hay en nosotras como hijas de Dios, porque el verdadero amor no puede enfriarse pues está sostenido por Cristo, quien es poderoso para guardarnos sin caída
Judas 1:24-25
Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén.
LA TIBIEZA ESPIRITUAL ES UN PELIGRO PARA NUESTRA ALMA PORQUE NOS LLEVA A VIVIR UNA VIDA MEDIOCRE.
Hermanas, Dios con nosotras.
bendiciones!
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