Cuidando nuestra viña (parte 4)

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Cuidando nuestra viña (parte 4)

‭‭Santiago‬ ‭3:14‭
Pero si tenéis celos amargos y contención en vuestro corazón, no os jactéis, ni mintáis contra la verdad.

Amadas, sentir celos por alguien en el área sentimental, sentir celos por lo que una persona pueda tener materialmente o por una hermana que esta dotada espiritualmente, es como una enfermedad que te consume poco a poco hasta dejarte sin aliento.

Por otro lado voy a mencionar otra cita que refiere a otro pecado que no se ve y es: la falta de perdón entre familiares, y aún en la iglesia.
También podemos colocarlo en la lista de esas zorras pequeñas que destruyen no solamente relaciones sino, la comunión con nuestro padre, leamos:
Lucas‬ ‭17:3‭-‬4
Mirad por vosotros mismos. Si tu hermano pecare contra ti, repréndele; y si se arrepintiere, perdónale. Y si siete veces al día pecare contra ti, y siete veces al día volviere a ti, diciendo: Me arrepiento; perdónale.

En instantes estará con nosotras una amada hermana que nos hablará más de estos pecados invisibles que como estamos diciendo dañan nuestra relación con Dios, adelante amada:

Bendiciones mis amadas hermanas, mi nombre es Gisela Collman, y voy a continuar hablando de las pequeñas zorras que echan a perder la viña, pero con la ayuda del Señor nos disponemos a sacarlas de nuestras vidas, las ánimo que juntas las atrapemos y exterminar todo pecado que está delante nuestro.

Hoy hablaré acerca de la ira y la  falta de perdón, éstos representan dos grandes males para nuestras vidas. 
No cabe duda de que para Dios es tan importante que entendamos que, desde el principio de los tiempos, tras la caída del hombre en el huerto del Edén, ha sido difícil de mantenerse alejado de esas pequeñas zorras que nos han ido llevando a la decadencia moral y espiritual, más no imposible de atraparlas.
Las Escrituras nos dice que, uno de los hijos de Adán y Eva llamado Caín, fue dejando llenar su corazón de celos, leamos:
‭‭Génesis‬ ‭4:3‭-‬5‬ ‭la biblia dice:
Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.

Hermanas el celo entró en el corazón de Caín, dónde terminó en desgracia tras cometer asesinato contra su propio hermano Abel, más los ojos de Dios vieron no sólo lo que hizo, sino de lo que Caín dejó llenar su corazón. 

No pensemos que Dios pasa por alto lo que nos sucede, cada intensión, pensamiento, actitud o sentimiento es examinado por él, es una lucha constante entre el bien y el mal y él no nos deja solas en nuestras batallas. 
Hay algo importante en esta historia verídica que quiero contarte, para que veamos que hoy día, gracias a la obra del Espíritu Santo que mora en nuestras vidas, podemos descansar en la Omnisciencia de Dios y en su gran poder de redención que nos quiere llevar siempre al arrepentimiento.

Pero además el Señor no nos deja sin sus advertencias, porque las consecuencias del pecado, acarrean mucho dolor y sufrimiento, algunas son difíciles de sanar, nos llevan a la dureza del corazón, quiebran relaciones, en las que muchas veces no se vuelven a restaurar o lleven años en recuperarse. 
Nuestro Señor le advirtió de su pecado a Caín, para llevarlo a la obediencia pero el lo ignoro, leamos:
Génesis 4:6 NTV 
¿Por qué estás tan enojado, por qué te ves tan decaído?, serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte, pero tú debes dominarlo y ser su amo.

No obstante, a ello, cierto día sucedió una desgracia, Caín después de haber sido advertido para que no cometiera una locura, decide dejarse dominar por ese rencor y no puso freno a ese sentimiento que provocaría la muerte de su propio hermano. Desoyó la voz de Dios como sucedió con sus padres.
El odio y el rencor fácilmente se despliegan en corazones que se llenan de amargura, lo vamos justificando y aprobando con mentiras, muchas veces el corazón se vuelve un depósito de pecados que no le agradan a Dios.

En Jeremías 17:9-10 dice. 
“Engañoso el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿Quién lo conocerá? Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según sus obras”. 

Dios es quien investiga hasta los más profundo de nosotras y examina las intenciones secretas. Entonces ¿Cómo podríamos pensar que podemos actuar sin que él nos advierta y corrija? 
Jeremías nos deja bien claro sobre cómo es nuestro corazón y nos pone en alerta, allí se anida los pecados que afecta nuestra viña, y que depende de nosotras si la podemos cazar a tiempo o no.

Saúl el primer rey de Israel observaba a David sus grandes victorias y como se destacaba como líder militar y la gente al ver las grandes hazañas que hacía daban cánticos de alegría y esto llevó al desenfreno y a la ira de Saúl hacia David por mucho, mucho tiempo lo podemos ver en:
1 Samuel 18:7-8
Y cantaban las mujeres que danzaban, y decían: Saúl hirió a sus miles, Y David a sus diez miles. Y se enojó Saúl en gran manera, y le desagradó este dicho, y dijo: A David dieron diez miles, y a mí miles; no le falta más que el reino.
La envidia de Saúl por David reveló un problema profundo de su corazón. Saúl no estaba seguro en su relación con Dios, y su envidia lo llevó a tratar de tomar el asunto en sus propias manos. 

Ahora quiero mencionarte unos versículos de la Biblia que nos llevan a reflexionar acerca de la ira y la falta de perdón, recuerda que las historias que te he contado, detrás de todo ello se encuentra la ira que lleva a la envidia y celos.
Podemos hacer una cadena de pequeñas zorras, pero si en algún momento hemos experimentado algo parecido a éstas historias, recordemos que en Jesús podemos vencer la ira, el enojo, la envidia pidiendo perdón primeramente a él porque como dice:
1 Juan 2:1:
” Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo”. 

En hebreos 12:15: 
“Cuídense de que nadie deje de alcanzar la gracia de Dios; de que ninguna raíz de amargura, brotando, cause dificultades y por ella muchos sean contaminados”.

No pensemos que nada de esto nos afectará, porque llegado el momento, si no acudimos a Dios sinceramente y confesamos nuestros pecados, éstos nos alcanzarán y seremos presa fácil del enemigo, el más que nadie quiere vernos derrotados, deprimidos y alejados de la presencia del Señor. 
En Levítico 19:18 dice:
” No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo”.

Y ¿Qué tal si en vez de insistir en querer salirnos con la nuestra y decidimos pasar por alto las ofensas que otros nos causan para que de esa manera permitamos que el amor a Dios y su Palabra nos transforme?.
Mira lo que encontramos en
 Proverbios 17:9 (NVI):
” El que perdona la ofensa cultiva el amor; el que insiste en la ofensa divide a los amigos “

Hermanas, el odio es motivo de disensiones, o sea de guerras y pleitos, pero que el amor cubre todas las faltas, es decir, el agravio o el pecado que han cometido hacia nosotros, leamos:
Proverbios‬ ‭10:12‬ 
El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas.

Para Jesús es tan importante que perdonemos, en 
Mateo 6:14-15 dice: 
“Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre perdonará a ustedes las suyas”.

Roguemos al Señor que la ira y la falta de perdón y demás pecados que están en lo más secreto de nuestro corazón, se transformen en una barrera ante el.
Acudamos en fe a aquél que nos promete ayudarnos, a Jesús y quien es la fiel imagen de un Dios que nos salva y nos libra de todo mal, que cambia corazones, que por medio de su Espíritu nos da convicción de pecado y nos lleva al arrepentimiento.

EL PERDÓN ES UNA SEÑAL DE LA MAS FUERTE, PERO LA IRA CARCOME LOS HUESOS.

¡Dios con nosotras!

Comentarios

  1. Gracias Dios habló a mí vida a través de este devocional.
    Dios te siga usando en gran manera.. Amén 🙏

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