¡Cuidando nuestra viña!

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Cuidando nuestra viña (paste 1)

Isaías 27:2‭-‬3 
En aquel día cantad acerca de la viña del vino rojo. Yo Jehová la guardo, cada momento la regaré; la guardaré de noche y de día, para que nadie la dañe.

Una hermosa verdad saber que el Señor, es el guardián de nuestra vida todo el tiempo, él la riega día y noche y cuida de ella, para que nadie le haga daño, más aún cuando estamos en tiempos de tribulación o atravesando unos días malos que por alguna razón nosotras la descuidamos.

Pero señor siempre nos invita a nosotras a cuidar de ella, nos ha dado la responsabilidad de cuidar nuestra propia vida, y para ello nos deja Su palabra, sus instrucciones para saber cómo hacerlo.

A partir de hoy vamos a empezar una mini serie que nos va orientar y ayudar a como cuidar de nuestra viña de los enemigos que vienen a intentar destruirla.
Amadas las invito ir de casería junto al Señor que nos guía en todo.
Ahora daré una pequeña introducción de esta serie, hablaremos de unas pequeñas zorras.

En el libro de los cantares encontramos varias enseñanzas pero hoy voy hablarles de algo que nos afecta a nosotras y a menudo a la iglesia.

Recorriendo este libro de los Cantares, vemos en el capítulo uno, el anhelo de la novia por el amado, ella da a conocer su pecado y pide que no la juzguen por no haber cuidado primeramente su viña, su vida.
Leamos:
Cantares 1:6 
No reparéis en que soy morena, Porque el sol me miró. Los hijos de mi madre se airaron contra mí; Me pusieron a guardar las viñas; Y mi viña, que era mía, no guardé.

Esta es una realidad, muchas veces nos afanamos tanto de sol a sol, por algo que quizás Dios no, nos manda hacer, damos mucho por otros, nos hacemos pedazos por el cuidado de otros asuntos, lo malo que ello nos desvía de repente hacer la voluntad de Dios y así nuestra propia viña descuidamos porque no le pedimos dirección a Dios en cada decisión.

En este libro existe la alegoría de una boda en los tiempos antiguos.
Vemos además que el canto sublime de este libro, es una exaltación alegórica del pacto de Dios con Israel y el gran amor de Cristo por la iglesia.
Amadas, la palabra de Dios es para todos y si eres soltera está enseñanza también aplícala a tu vida o prepárate para tu matrimonio.

Ahora siguiendo con el vistazo rápido vemos que ella encuentra al novio, estaban desposados pero todavía no vivían juntos y mientras tanto entre ellos habían alabanzas, era el comienzo, era el primer amor, que nunca debería enfriarse.

Vemos también que el esposo, siempre está al cuidado de ella de su amada.

En el capítulo dos vemos que, Dios la invita una y otra vez a venir a su presencia.
Por ello le advierte del peligro que corre, si descuida la comunión, le advierte de las zorras, de esas  distracciones que nos quitan la atención, de poner nuestros ojos en Él, para subir a un nivel mayor, leamos:
Cantares 2:15
Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; Porque nuestras viñas están en cierne.

Ahora la palabra cierne quiere decir que aún está en las primeras etapas de su desarrollo, en este caso que el viñedo aún esta en flor.
En la vida cristiana cuando estamos recién madurando debemos cuidar de esas pequeñas zorras, ya que es el momento más peligroso en la relacion con Cristo o relación matrimonial, ya que en los primeros años se siembran cosas que durarán por toda la vida.

Ahora ¿Qué es una pequeña zorra?
Son pequeños animales astutos que destruyen los viñedos. No atacan durante el día, sino de noche, y son difíciles de atrapar.

Te acuerdas, en el capítulo 1, que la novia le dijo: ¿Mi propia viña no guardé?
Bueno, su viñedo estaba en un estado de deterioro, y tal vez fue a causa de algunas de esas pequeñas zorras que ella no había tratado en su viña. 

El punto aquí es que tenemos que ser diligentes para preservar y proteger la intimidad de una relación de amor, ya sea que se trate de la relación con tu pareja o de tu relación con Cristo. 

Tenemos que estar dispuestas a hacerle frente a cualquier brecha o grieta de esa relación, no importa cuán pequeña parezca.

En lo que respecta a los viñedos, las grandes zorras no son el problema. Las grandes zorras atacan la fruta, pero la fruta puede volver a crecer. 
Son las pequeñas zorras que llegan hasta debajo de la tierra y roen las raíces, roen el corazón de la relación.

Para la mayoría de nosotras, no son las grandes zorras las más propensas a destruir nuestra relación con el Señor, o para el caso, destruir nuestro matrimonio.

La mayoría de las mujeres que nos escuchan, no van a salir corriendo a cometer adulterio, ni van a ir a murmurar con alguna hermana en su iglesia.

Amadas esto no quiere decir que no tengamos el potencial para pecar de esa manera,.

Lemos lo que la palabra nos deja saber sobre los pecados de la carne por labios del Apóstol Pablo:
Gálatas 5:19‭-‬21
Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de las cuales os amonesto, como ya os lo he dicho antes, que los que practican tales cosas no heredarán el reino de Dios.

En la mayor parte de nuestra vida, son las pequeñas zorras, las cosas que pasan inadvertidas, aquellas de las que no, nos ocupamos porque pensamos que son tan insignificantes, pero son las que carcomen lentamente y con seguridad nuestra relación con el Señor.

Las pequeñas zorras por lo general son los pecados invisibles y los más peligrosos, como el: orgullo, la envidia, los celos, la falta de perdón, el abandono de la Palabra de Dios, el menosprecio a sus cosas, la indiferencia al Señor, la hipocresía, la murmuración, el espíritu competitivo, mis deseos, el perfeccionismo etc.

Esas pequeñas zorras son las que destruyen nuestra relación con Dios y con los demás. 
¿Cuáles son las pequeñas zorras de tu vida?

Amadas no descuidemos la viña que es del Señor, él nos manda a cuidar, si bien es cierto hay un constante peligro, unas pequeñas zorras que quieren entrar en nuestras vidas, pero tratamos muchas veces de complacernos a nosotras mismas siendo permisivas a estos pecados y lo peor aún damos por sentado que nuestro Amado, va estar siempre con nosotras para cuidar nuestra viña  sin hacer ningún esfuerzo.

Que el Señor nos ayude a cultivar la viña, leyendo Su palabra y la comunión constante con él, para desarrollar una vida llena con frutos del Espíritu Santo:
Gálatas 5:22‭-‬23 
Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

Amadas hermanas no se pierdan la continuación de esta hermosa serie, donde desarrollaremos juntas y hablaremos de algunos pecados, que si los dejamos que entren destruirán  nuestra viña.

AL CUIDAR DE NUESTRA VIÑA HONRAREMOS AL SEÑOR, VIVIREMOS SEGURAS DE  LA ASTUCIA DEL ENEMIGO.

¡Dios con nosotras!

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