Mujer ¿sabia o necia?
La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.
Como sabemos el matrimonio es la relación establecida y constituida por Dios.
Quizás no es mi especialidad pero me quiero dirigir a la mujer y esposa y así juntas aprender cómo debemos de actuar ante situaciones difíciles.
Este mensaje también va como enseñanza para las mujeres que aun están solteras.
Las escrituras dice que, las ancianas como maestras del bien deben enseñar a las más jóvenes:
Tito 2-5
Que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
la Biblia relata un matrimonio que solo se sabe el nombre del varón, y no de la mujer.
El hombre tenía por nombre Job, la Biblia dice que este fue un varón perfecto e intachable delante de Dios.
Antes de continuar quiero comentar que el libro de Job es un libro sapiencial y no histórico.
Sapiensal viene de sapiens: mente y significa: Sabiduría adquirida por los seres humanos con una profunda reflexión del hombre iluminado por la fe en Dios, y tiene que ver además con la cuestión acerca de cómo uno debería vivir su propia vida, cabe así mencionar a otros libros sapiensales, como el cantar de los cantares, Eclesiastés, salmos y los proverbios.
El propósito de estos libros es de dar una respuesta a todos los problemas de la vida humana.
Las escrituras en:
Job 1:1 dice:
Hubo en tierra de Uz un varón llamado Job; y era este hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal.
La Biblia resalta que Job era perfecto, pero no habla de la perfección de Dios, ya que el libro es poético se refiere a la madurez y el carácter e integridad del hombre.
Perfecto en la Biblia es completo, maduro y crecido en todas las áreas de la vida.
Job era un hombre común y corriente como nosotras, él también pecó, pero luego se arrepintió por cuestionar a Dios.
El libro de Job es muy reconocido por la aflicción, muchas personas lo leen cuando están pasando tiempo de dolor, ya que encuentran en el libro inspirado por Dios ayuda para sus almas afligidas.
Pero nosotras ahora vamos lo que nos ocupa vamos, a ver la enseñanza que nos deja la esposa de Job.
Job después de sufrir el dolor de la pérdida de su familia y de sus bienes, también estaba afligido por el dolor propio de su carne ya que le vino una sarna.
Job 2:7
Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.
Ahora cuando Job pensaba que se había terminado todo para el, que ya no había más dolor que pueda superar lo que estaba pasando, no sabía que había más para él, un dolor quizás más grande, las palabras de su esposa, veamos:
Job 2:9
Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete.
Oh amadas a veces vemos que los varones son muy toscos al hablar, pero la mujer cuando está en amargura e ira, enojo, por naturaleza es más débil en lo emocional y muy expresiva cuando está en dolor, la queja desborda de su corazón y en este fue el caso de ella, incluso fue la primera que salió a blasfemar contra Dios.
El dolor de la perdida de sus de hijos también la había afectado a ella, pero no pudo dominar sus impulsos, había perdido la razón:
La Biblia nos advierte en:
Proverbios 11:22
Como zarcillo de oro en el hocico de un cerdo Es la mujer hermosa y apartada de razón.
Amadas en momentos de dolor, una mujer que no tiene cordura por más hermosa que sea, no atrae el corazón de Dios y mucho menos a un corazón fiel a Dios.
Está mujer había actuado alocadamente, lo que Job no, ya que Dios al varón le ha dado más soporte más templanza, la mujer es más fácil que pierda el control de sus emociones.
En su mayoría son las mujeres más propensas a esto, y quizás sin querer le añadió más dolor a Job, no vio la enfermedad y entro odio a su corazón.
Reflexionemos un poco en esto cuando veamos a nuestros esposos en aflicción o dolor, no debemos añadir más aflicción en su corazón y reprochar la fe que él tiene hacia Dios, o lo mal que hace.
A menudo el dolor más grande para los varones viene de la esposa.
La palabra dice en Eclesiastés, que mejor son dos que uno, debe haber compañerismo para ayudarse mutuamente si alguno cayere y no destrozar el corazón, no recordarles sus pecados:
Somos conocidas por hablar mucho, tal así que nos han denominado históricas, ya que solemos recordarles las faltas a cada momento que podamos hacerlo.
Miremos lo que dice:
Proverbios 19:13
Dolor es para su padre el hijo necio, Y gotera continua las contiendas de la mujer.
¿Tu sabes cómo es una gotera continúa?
!Que martirio!
Ahora ellos están pasando un momento difícil, Dios estaba probando su fe.
Son momentos como estos que debemos pensar y reflexionar antes de hablar.
Ella también recibió la calamidad de Job, por lo tanto su aflicción la llevo a la queja y un poco más a la burla, e incluso le invita a blasfemar a Dios, terrible propuesta de ella hacia Job, fue mucho más allá.
Ella añadió tentación a la aflicción, porque le aconsejó que pecara, y aún le dice que se muera.
Vemos que la mujer no le tenía aprecio viéndolo con su cuerpo debitado y sin bienes sintió que todo lo había perdido, ya Job no era el centro de su vida porque se había quedado miserable, estaba lleno de llagas.
Lo único que brillaba en el corazón de Job era su fe era lo único que tenía, pero era lo único que ella no apreciaba.
Amadas a el hombre que teme a Dios debe ser valorado y apreciado, ella no consideró la fe de Job, ella buscaba lo material, ella no entendió que la integridad de Job era lo importante para su matrimonio, blasfemó contra Dios y deseó la muerte de Job.
El desánimo de la esposa por la tragedia, el enemigo lo uso como instrumento para intentar desactivar a Job.
Si nosotras como esposas no entendemos el rol divino que nos toca como mujeres, vamos a claudicar y actuar muchas veces como la mujer de Job, con palabras necias de maldición,
Como buena esposa debemos hacer que se sienta maravillado de nosotras y no al contrario.
Proverbios 12:4 TLA
La buena esposa llena de orgullo a su esposo; la mala esposa le arruina la vida.
Leí una frase que decía:
Detrás de un varón de Dios, hay una mujer sabia orando por el.
Si Job era recto y temeroso ¿Qué le pasó a su esposa?
Ahora miremos que Job no pecó con sus palabras al contestar a su mujer, leamos lo que él le dice:
Job 2:10
Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.
Cómo mujer fatua o necia le dice Job, entonces quiere decir que ella también era integra de corazón, pero fue más su dolor que la cegó maldiciendo a Job y lo peor vituperio el nombre de Dios.
Vemos que Job mantuvo su integridad y su respuesta fue la más excelsa en todo el libro.
Job como buen esposo le contesta rápidamente a ella llevándola a reflexionar, lo hizo por compasión.
Job reprendió a su mujer no sabemos si le gustó o no pero lo tuvo que reprender de lo contrario no iba a ser Dios.
Job cumplió su rol de como ser un esposo siervo de Dios.
Job entendió que la mujer tenía necesidad de hablar, fue a la única a quién contestó de inmediato, en cambio los amigos que vinieron a consolarnos le contestó solo después de 7 días.
Ahora vemos al final del relato que Dios le devuelve todo lo que él había perdido, pero no dice en las Escrituras que le haya devuelto a su esposa, pero si que tubo más hijos.
Esto nos lleva a especular que quizás la esposa fue perdonada y si no dice la Biblia es porque no es necesario para nosotras saberlo.
Job 42:13
y tuvo siete hijos y tres hijas.
Amadas para finalizar digo entonces, que en tiempos de aflicción debemos darle nuestro apoyo a nuestro esposo, ser comprensivas y no bloquearlo con nuestra mala actitud, y mal carácter,
Ser mujeres de confianza dónde ellos puedan depositar sus aflicciones.
Proverbios 31:11-12
El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida.
Nuestro proceder tiene que ser humilde y en sujeción:
Efesios 5:22-23
Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor; porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
¡Amén gloria a Dios!
SI SOMOS SABIAS, SERÁ PARA EL BIENESTAR DE NUESTRO MATRIMONIO, LA NECEDAD TRAERÁ CONSECUENCIAS.
¡Dios con nosotras!
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