Proclama la gloria de Dios
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Proclama la gloria de DiosAmadas un saludo fraternal para todas denuevo juntas para meditar en lo más importante, en la palabra de Dios.
Al leer la cita vemos que la naturaleza nos muestra en forma asombrosa la gloria de Dios.
Desde lo grande del universo hasta los pequeños detalles de la vida en la tierra, así mismo la naturaleza nos habla del poder, la sabiduría y la belleza de Dios.
Debemos dar gracias y adorar a nuestro Dios Creador, reconociendo que toda la tierra está llena de su gloria.
Entonces según el salmo 19 quiere decir que podemos ver la gloria y la majestad de Dios manifestadas en el amanecer, el atardecer, en el brillo del sol y de la luna y en todo los creado vemos su belleza.
¿Y como no maravillarnos del universo y el firmamento que nos dice sobre la gloria de Dios?
Al intentar dar una definición de la gloria de Dios, digo que es la belleza infinita y la grande perfección de su poder, carácter y atributos descritos por el salmista en el Salmo 19.
Por ello David mas adelante alabaría la bondad, el poder y la grandeza del Señor, vayamos a buscar:
Salmos 145:5-6
En la hermosura de la gloria de tu magnificencia, Y en tus hechos maravillosos meditaré. Del poder de tus hechos estupendos hablarán los hombres, Y yo publicaré tu grandeza.
Al hablar de la grandeza del Señor y la gran fama de Su nombre, nuestro corazón se deleita al reconocer su poderío en todo lo que él hace.
Por eso hoy meditaremos en la grandeza y la gloria del Señor, ya que es importante darle a conocer.
La Biblia nos muestra un Dios tan grandioso que no lo podemos comparar con nada y vamos aprender mucho meditando en ello.
Entonces hasta aqui el salmista nos muestra claramente la gloria manifestada en la creación con gran poder y el la alaba.
Ahora nosotras vemos esa gloria manifestada por medio de la fe en su poder en si mismo y que no es la misma gloria que se hablaba antiguamente, que como sabemos esa manifestación gloriosa radiante como resplandor que se manifestaba en el tabernáculo y mas adelante en el templo de Salomón.
Esa manifestación era señal de su presencia conocida como la shekina.
La shekina es una palabra hebrea que significa 'morar o hacer presencia' y se refiere a la presencia divina.
A esta manifestación divina no estaba permitido verlo por ningun humano, nadie podia ver a Dios en su estado glorificado, aunque Moisés intento hacerlo y le pidió al Señor verlo en su más esplendorosa gloria, leamos:
Éxodo 33:18
Él entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.
El señor le respondió:
En el versículo 20
No podrás ver mi rostro; porque no me verá hombre, y vivirá.
Para Moisés en ese momento no fue concedida su petición.
Pero pasado el tiempo Dios quizo manifestarse a su pueblo y Salomón construyó un templo donde ellos podían oir que la gloria habitaba en el.
Esta manifestacion fue una pequeña señal como una nube de su real gloria que sólo se puede ver en el cielo, leamos:
2 Crónicas 5:14
Y no podían los sacerdotes estar allí para ministrar, por causa de la nube; porque la gloria de Jehová había llenado la casa de Dios.
Es escencial conococer este contraste porque no podriamos ser cristianas si no creyeramos que nuestra fe se basa en pruebas convincentes y que por medio de la fe ahora podemos deleitarnos de su Gloria sin presenciarlo literalmente.
Por otro lado aunque, la Biblia no trata de proporcionar pruebas científicas de la existencia de Dios y su gloria, sí apunta a las evidencias de los testigos oculares.
Hermanas sepamos esto:
Dios reveló su gloria en forma de hombre en las Escrituras del N.T.
Si, amadas hay pruebas muy sólidas sobre la gloria de Dios, y es la sustancia de Dios a través de Jesús, leamos lo que dice las escrituras:
Juan 1:14
Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad.
Las sagradas Escrituras nos muestra cuatro evangelios escrito por los mismos que un día fueron esos testigos oculares de la grandeza y poderosa gloria de Dios, ellos vieron a el verbo hecho carne.
Si bien es cierto ahora como iglesia anhelamos aunque sea verlo, palparlo, pero sabes no se trata tanto de sentir, sino de creer por fe.
Amadas, hace dos mil años hubo una manifestación de esa gloria a hombres.
Que privilegio para ellos, poder ser testigos fiables y de primera mano.
Ahora veamos a un testigo, a un hombre común que vió la gloria de Dios en Jesús.
Y se trata ni mas ni menos de
Pedro, que era originario de Betsaida y vivía en Capernaum en la costa del mar de Galilea, fue uno de los primeros seguidores de Jesús.
Era un discípulo franco y ferviente, uno de los amigos más cercanos de Jesús.
Tenía muchas fortalezas y también varias debilidades en su vida.
Aun así, el Señor que lo escogió continuó moldeándolo exactamente en lo que él quería que Pedro fuera.
Aun como apóstol, Pedro experimentó algunos quebrantos mientras maduraba.
Por la gracia de Dios se le fue revelado a él la deidad de Jesús y fue el primero que declaró su grandeza en una conversación con su Maestro
Mateo 16:16
Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.
A través de todos los altibajos de Pedro, el Señor Jesús siguió siendo su amoroso Señor y fiel guía. Jesús reafirmó a Pedro como la Roca, prometiendo que él sería fundamental en el establecimiento de la Iglesia de Jesús.
Pedro ya como un hombre experimentando y abundante en fe escribe dos cartas, dónde en cada una de ellas reconoce la gloria y grandeza de Dios, el da testimonio para que quede registrado para nosotras y para las que desean conocer la vida de Jesús y Su gloria.
2 Pedro 1:16
Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad.
A Pedro se le permitió ver la gloria de Dios cuando Jesús se transfiguro.
Mientras que a Moisés no se le permitió cuando él lo pidió.
Los estudiosos dicen que en esa transfiguración Moisés pudo ver a Dios mismo en la persona de Jesucristo, cuando Dios se lo permitió y no cuando Moisés le pidió.
Leamos lo que Lucas escribe sobre la transfiguración de Jesús:
Vemos a Jesús que fue con Pedro y sus discípulos a orar cómo acostumbraba y sucedió algo maravilloso:
Lucas 9:29
Y entre tanto que oraba, la apariencia de su rostro se hizo otra, y su vestido blanco y resplandeciente.
Amadas, cómo vemos Pedro fue testigo de la revelación de la gloria y la identidad de Jesús.
Pedro al ir madurando testifica además en una de sus cartas, lo siguiente:
2 Pedro 1:17-18
Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia.
Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo.
Pedro después de esta hermosa experiencia pide que confíemos en lo que revelaron los profetas y prestar atención en lo que ellos escribieron, ya que las Sagradas Escrituras también muestran la gloria de Dios por el poder que tiene para cambiar vidas.
No quiero dejar de mencionar a Juan el apóstol amado de nuestro Señor, como testigo da también testimonio, diciendo que la gloria de Dios hábito entre nosotras y que vino a ser el Salvador del mundo.
Después este hombre de Dios, apóstol amado de nuestro Señor, también vio en una vision a Jesús en su gloria y esplendor y lo relata en su libro de Apocalipsis.
Leamos juntas lo que dice y que nuestra alma se maraville de la gloria de Jesús en las palabras de Juan:
Apocalipsis 4:1-3
Después de esto miré, y he aquí una puerta abierta en el cielo; y la primera voz que oí, como de trompeta, hablando conmigo, dijo: Sube acá, y yo te mostraré las cosas que sucederán después de estas. Y al instante yo estaba en el Espíritu; y he aquí, un trono establecido en el cielo, y en el trono, uno sentado. Y el aspecto del que estaba sentado era semejante a piedra de jaspe y de cornalina; y había alrededor del trono un arco iris, semejante en aspecto a la esmeralda.
Amadas queda claro entonces que la gloria y majestad de Dios hábito entre los antiguos y ahora nosotras lo vemos, a través de Su Hijo revelado en las sagradas Escrituras.
Finalizo este mensaje con una petición, que debemos estar atentas a la manifestación de la gloria de Dios que nos rodea y alabarlo por ello, como lo hizo David.
Amadas un día toda la tierra estará llena de su gloria, todos lo veran, y los ojos espirituales de los que no lo vieron, se abriran y toda la gente en la tierra reconocerá la presencia y el poder de Dios, la fe será vista, Leamos:
Habacuc 2:14
Porque la tierra será llena del conocimiento de la gloria de Jehová, como las aguas cubren el mar.
¡Amén, gloria a Dios!
PROCLAMEMOS LA GRANDEZA Y LA GLORIA DE NUESTRO SEÑOR, ÉL ES DIGNO DE SER ENGRANDECIDO Y RECONOCIDO POR SU IGLESIA.
¡Dios con nosotras!
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