JESÚS, VE TU NECESIDAD

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Salmos 34:19-20
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová. Él guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.

Que fiel promesa acabamos de leer y que la vemos evidente en nuestra vida, nuestro Padre está al tanto de sus hijos, más aún cuando estamos atravesando alguna enfermedad o circunstancia parecida.
Podremos tener muchos problemas pero nuestro Señor nos ayuda a vencerlos para no sufrir ningún daño.

Amadas las saludo deseando que se encuentren bien físicamente e espiritualmente con la ayuda de nuestro Señor.

Seguimos viendo las obras maravillosas de Jesús escritas en las sagradas escrituras
con sanidades, liberaciones, resurrecciones y más. Saber de su poder nos alienta y nuestra fe crece.

En el Evangelio de Lucas, encontramos la historia de una mujer que había estado encorvada durante 18 años. Esta historia nos enseña sobre la misericordia y el poder de Jesús, y también nos ofrece lecciones valiosas sobre la fe, la perseverancia y la liberación.
El evangelista Lucas nos habla de la condición de esta mujer y nos cuenta que la mujer había estado encorvada debido a una enfermedad desconocida, posiblemente una deformidad espinal o una enfermedad muscular. Esto la había dejado inválida y marginada en la sociedad.

Ahora leamos este maravilloso milagro que cambio la vida de esta mujer y que seguramente nos impactará también la nuestra, aumentando nuestra fe en Jesús quien en estos tiempos aún sigue sanando enfermedades, liberando de la esclavitud del pecado, que es un mal que lleva a una muerte eterna y lo hace según su santa soberanía.
Leamos el relato del evangelista:
Lucas 13:10
Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo.
Según las Escrituras Jesús los sábados él acostumbraba ir a enseñar en las sinagogas, en ese día él haría una obra maravillosa ante los ojos de los Judíos religiosos que estaban allí, pero a él no le importa que día es, solo que había una mujer con una necesidad.
Está mujer estaba encorvada y él tenía que asistirla, aunque estos religiosos se enfadarían por la sanidad de parte de Jesús, ya que estaba prohibido hacer alguna obra en el día de reposo.
En ese día Jesús daría una enseñanza a los asistentes en ese momento.
Amadas como hemos visto en otras historias Jesús daba un valor especial a las mujeres, más aún si estaban con alguna necesidad, y también lo hará con esta mujer encorvada veremos a nuestro Señor mostrando su compasión leamos:
Lucas 13:11
Y había allí una mujer que desde hacía dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía enderezar.

Estaba encorvada dice la palabra, ¿Se imaginan amadas en esta condición?
Esta enfermedad en esos tiempos no se podía curar, ella ya estaba destinada a vivir así, había perdido la visibilidad completa, ya que su mirada era solo hacia abajo.

Amadas notemos una característica de esta mujer que debemos rescatar y es la búsqueda que ella tenía del Señor, la presencia en la sinagoga demuestra qué era una mujer piadosa a pesar de su situación, ella asistía a escuchar la enseñanza de Jesús.

Vemos que a ella le importa su salud espiritual y la busca en la sinagoga, el cuál es ejemplo a seguir.
La actitud de esta mujer le agrada a Jesús, nuestro Señor desea que la mujer oprimida, sea liberada de esta carga o atadura, de esa enfermedad que la agobiaba y que la llevaba a ser marginada en la sociedad por su situación.
Y cómo en todo Jesús muestra con la acción su amor, compadeciéndose de la mujer y liberándola de su sufrimiento.
Lucas 13:12
Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad.

Vemos algo distinto aquí, ella al saber que Jesús estaba en la sinagoga ni siquiera se atrevió a llamarlo para pedirle ayuda. Sin embargo, él si la vio, entendió su silencio y la llamó.
Jesús al llamarla la visibiliza y le da a ella importancia delante de todos.
Ella fue sanada inmediatamente, la mujer quizás venía orando por su salud a Dios en su intimidad, pero espero el tiempo de él, y un día nuestro Señor la sorprendió, amadas su dedicación y fidelidad no quedaron sin recompensa.
Está mujer al escuchar la voz de Jesús que la llamaba ella obedece a su llamado al sentirse tomada en cuenta por él y por gracia recibe sanidad.
Lucas 13:13
Y puso las manos sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.

No dejo de maravillarme del poder sanador del Señor, él tan solo con poner sus manos sobre esta mujer, ella se enderezó inmediatamente. 

Este día para ella marcó su vida, no esperaba tener la sanidad, pero lo que ella no sabía que el Dios compasivo estaba allí, el Dios de Abraham a quien ella adoraba la tocó y la sano.

La respuesta de esta mujer al recibir este milagro me lleva a aprender de su actitud, su gratitud hacia Aquel que le devolvió la salud.
el resultado de esta sanidad de parte de ella fue grandioso: alabó y glorificó al Señor y esto hizo que la multitud se maraville junto con ella. Seguro que desde ese entonces ella volvió a ser normal y ahora ella eleva su mirada hacia arriba y la fija en Dios.

Pero algo pasa, los religiosos se molestan y quieren opacar con sus tinieblas a la luz y movidos por su religiosidad saltan en amargura por lo que hizo Jesús.
Lucas 13:14
Pero el principal de la sinagoga, enojado de que Jesús hubiese sanado en el día de reposo, dijo a la gente: Seis días hay en que se debe trabajar; en estos, pues, venid y sed sanados, y no en día de reposo.
Oh amadas cuánta falta de compasión de parte de esos religiosos, a ellos les importa más sus leyes que la compasión y el amor.
Jesús al ver esta reacción se dirige a ellos y les dice que no traten de engañar ya que ellos también dan de beber agua a sus animales y defiende a esta mujer y dice:
Lucas 13:16
Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de esta ligadura en el día de reposo?

Jesús contesta a estos religiosos identificando a esta mujer como una hija de Abraham, por qué él conoció su corazón y la devoción de ella.
Lo que Jesús resalta es que ella a pesar de estar con esa enfermedad durante dieciocho años ella no desfalleció siguió escuchando enseñanzas en la sinagoga.
Ahora, quiero resaltar la frase: "a quien Satanás ha atado", no significa que la participación de Satanás aquí es una posesión demoníaca, sino más bien una opresión demoníaca. 
Amadas sepamos esto, muchas veces el enemigo de nuestra alma nos quiere desanimar, intenta desactivarnos para perder la fe, y usa toda situación para ello.
En el caso de esta mujer encorvada, Satanás la oprime de una manera que afecta su cuerpo físico, como a Pablo, quien describe su aflicción como “un mensajero de Satanás que lo abofeteo” 
2 Corintios 12:7
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera;

El enemigo se preocupa más de los creyentes fieles por qué son armas poderosas en las manos de Dios.
El objetivo de las opresiones del enemigo  es para querer lograr estar bajo su dominio.
Por eso cuan importante es estar sujetas a la palabra de Dios y colocarnos la armadura que Dios nos dejó en sus Escrituras para resistir todo ataque:
Efesios 6:11
Protéjanse con la armadura que Dios les ha dado, y así podrán resistir los ataques del diablo.

Pero amadas a veces Dios permite que estemos bajo esta opresión, para probarnos, moldearnos, para madurar en fe, debemos saber identificar cuando es una opresión del enemigo o una prueba de Dios.
Recordemos a Job siendo un varón perfecto y recto delante de Dios y apartado del mal, que a él se le vino la calamidad no entendía y no se dio cuenta que fue satanás quién lo hirió con el permiso de Dios para probarle.

Amadas cuando estemos pasando por tiempos de opresión, debemos aferrarnos a sus promesas y salir de todo ataque victoriosas ya que Jesús no nos deja, él pelea por nosotras y nos defiende así como lo hizo con esta mujer, sus enemigos retrocedieron, sino miremos:
Lucas 13:17
Al decir él estas cosas, se avergonzaban todos sus adversarios; pero todo el pueblo se regocijaba por todas las cosas gloriosas hechas por él.

Entonces vemos que los enemigos de Jesús no pueden resistir ante la verdad, nada ni nadie es vencedor ante el poder de su palabra y sus enemigos quedaron avergonzados. 
El resto de la gente, en cambio, se puso muy feliz al ver las cosas tan maravillosas que Jesús hacía.

Que hermoso ver la compasión de Jesús ante la debilidad de las personas dando sanidad, consuelo y alegría a su pueblo fiel a él.
Ahora está mujer disfruta de su sanidad y con un manto de alegría alaba a Dios.
Nosotras también nos regocijamos por su bondad.
La historia de la mujer encorvada nos enseña que Jesús es el Señor de la misericordia y la liberación. Su poder puede transformar nuestras vidas y liberarnos de nuestras cargas. 

Que esta historia nos inspire a buscar la ayuda de Dios y a mantener la fe en momentos de sufrimiento siendo fieles en las cosas de Dios, asistiendo a la congregación y junto a las hermanas y hermanos alabarle y glorificar su nombre y quien sabe si un día, Dios nos sorprenderá.
¡Él ve nuestra necesidad!

Y por último mantengamos la fe aunque no veamos solución, perseveremos sin rendirnos, fortaleciéndonos en el poder de Su fuerza.
Leamos juntas esta preciosa promesa:
Salmos 46:1-3
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones.  Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida, Y se traspasen los montes al corazón del mar; Aunque bramen y se turben sus aguas, Y tiemblen los montes a causa de su braveza. ¡Amén!

JESÚS MIRA TU NECESIDAD, UN DIA NO MUY LEJANO TE LLAMARÁ, SU COMPASIÓN POR TI SE MOSTRARÁ Y SERÁS LIBRE PARA GLORIFICAR SU NOMBRE.

Dios con nosotras!

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