En la mesa con el Rey

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‭Lucas 22:29-30 
Yo, pues, os asigno un reino, como mi Padre me lo asignó a mí, para que comáis y bebáis a mi mesa en mi reino, y os sentéis en tronos juzgando a las doce tribus de Israel.

Amadas una vez más juntas en un nuevo encuentro, las saludo con un fuerte abrazo.
En el contexto del versículo para hoy vemos a Jesús dando una enseñanza diciéndoles a sus discípulos que mayor en el reino es el que sirve, pero por haber estado con él en sus tiempos difíciles, les asignó un lugar en su mesa, para tener comunión, beber y comer con él. 
Ahora como discípulas sabemos que la palabra de Dios es nuestro alimento para vivir. 
Hermanas comer diariamente en la mesa del Rey Jesús es el método de Dios para transformarnos y sanar toda herida causada por nuestros propios pecados.
Solo podemos, por tanto, aceptar su bondadoso ofrecimiento y permitirle que use su bondad hacia nosotras como lo hizo el salmista en:
‭Salmos 31:19 
¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!

En las Escrituras del A.T específicamente en los dos libros de Samuel, vemos a un personaje que es el hijo de Jonatán, quien era el mejor amigo del rey David, su nombre es Mefiboset. 
Su historia nos muestra gracia redención y amor de Dios hacia los hombres y que nos invita a reflexionar sobre la importancia de la compasión, generosidad, misericordia hacia nuestro prójimo.
Buscando el significado del nombre de Mefiboset encontré que significa, hombre de vergüenza, quebrantado.
Este nombre tiene una relación con la vergonzosa derrota de Israel contra los filisteos en el reinado de Saúl.
Mefiboset tuvo una vida abnegada y sencilla donde su carácter fue formado a través de su condición.
Cuando David, ya establecido como rey de Israel, recuerda su amistad y el pacto con Jonatán.
1 Samuel 20:15-17
Y no apartarás tu misericordia de mi casa para siempre. Cuando Jehová haya cortado uno por uno los enemigos de David de la tierra, no dejes que el nombre de Jonatán sea quitado de la casa de David. Así hizo Jonatán pacto con la casa de David, diciendo: Requiéralo Jehová de la mano de los enemigos de David. Y Jonatán hizo jurar a David otra vez, porque le amaba, pues le amaba como a sí mismo.

David fue guiado por Dios en todo lo que hacía, Dios tenía un plan con el hijo de Jonatán ya que su palabra dice: Que no dejara caído por siempre al justo, su vida necesitaba ser restaurada y darle el lugar que le correspondía.
Mefiboset era un hombre lisiado, debido a un accidente que sufrió cuando era niño. Después de la muerte de su padre, su abuelo Saúl, quien era el rey en ese momento, fue derrotado por David y en esos tiempos, cuando un nuevo rey tomaba el poder, era común que eliminara a todos los descendientes del rey anterior, para evitar futuras rebeliones. Sin embargo, David decide hacer algo diferente.
Él una vez en el trono, mandó a buscar a los descendientes que hayan quedado de aquel rey que tanto le odió y quiso matarlo muchas veces. 
David encontró al único sobreviviente, el hijo de Jonatán, su amigo del alma, encontró a Mefiboset.
2 Samuel 4:4
Y Jonatán hijo de Saúl tenía un hijo lisiado de los pies.Tenía cinco años de edad cuando llegó de Jezreel la noticia de la muerte de Saúl y de Jonatán, y su nodriza le tomó y huyó; y mientras iba huyendo apresuradamente, se le cayó el niño y quedó cojo. Su nombre era Mefi-boset.

Mefiboset fue un niño víctima de las circunstancias.
Estar lisiado le marcó tanto su vida que llegó a vivir oculto gran parte de ella, sintiendo que no tenía el más mínimo valor, además ¿Quién era él sino el nieto de un difunto rey?
David después de tener noticias de Mefiboset, mandó a traerlo al Palacio.
2 Samuel 9:5-6
Entonces envió el rey David, y le trajo de la casa de Maquir hijo de Amiel, de Lodebar. Y vino Mefi-boset, hijo de Jonatán hijo de Saúl, a David, y se postró sobre su rostro e hizo reverencia. Y dijo David: Mefi-boset. Y él respondió: He aquí tu siervo. 
Hermanas observando bien aca vemos que David le mandó a llamar, porque sabía que él por cuenta propia no iba a llegar hasta él.
Entonces David tenía que ayudar a Mefiboset a recuperar su identidad y lo más importante, tenía que amarlo, mostrarle gracia y misericordia, aún sabiendo quizás, que él podría fallarle.
Esta es la figura del accionar de Dios con nosotras, cuando él hiba hacer una obra en nuestro corazón, él nos buscó, nos encontró y nos miró con misericordia y bondad, él nos eligió y nos restauró dándonos nueva identidad en él.
Así es nuestro Padre con nosotras, él nos atrajo por la convicción que nos dió su Espíritu Santo, porque sabía que ninguna de nosotras por cuenta propia no íbamos a caminar hacia él.

Vemos entonces en la historia  que Mefiboset vivía en Lodebar, que era una ciudad severamente árida, dónde no crece el pasto, ni producen frutos.
Mefiboset estaba esperando el día para toparse con la muerte, creía que había nacido para lo peor, vivía sin ninguna esperanza.
Al encontrarle David a Mefiboset y ver su miseria, le dio confianza y le demuestra el amor que le tenía a su padre invitándole a ir con el.
2 Samuel 9:7
Y le dijo David: No tengas temor, porque yo a la verdad haré contigo misericordia por amor de Jonatán tu padre, y te devolveré todas las tierras de Saúl tu padre; y tú comerás siempre a mi mesa.
Amadas Mefiboset no se sentía digno de participar en la mesa del rey, él se da cuenta de su condición y responde en
2 Samuel 9:8
Y él inclinándose, dijo: ¿Quién es tu siervo, para que mires a un perro muerto como yo?

Oh amadas tenemos que llegar a este punto, nosotras como siervas, también debemos aceptar nuestras debilidades ante nuestro Señor, él se hará fuerte allí, pensar que siempre somos fuertes, poderosas y espirituales es pecado de orgullo y Dios se mantiene al margen.
A David le agrada su actitud y le da un siervo a su servicio
2 Samuel 9:9-10
Entonces el rey llamó a Siba siervo de Saúl, y le dijo: Todo lo que fue de Saúl y de toda su casa, yo lo he dado al hijo de tu señor. Tú, pues, le labrarás las tierras, tú con tus hijos y tus siervos, y almacenarás los frutos, para que el hijo de tu señor tenga pan para comer; pero Mefi-boset el hijo de tu señor comerá siempre a mi mesa. Y tenía Siba quince hijos y veinte siervos.

Amadas Mefiboset creció en un abandono total y a su propio criterio él no tenía mas valor que el de un perro muerto y probablemente sentía que olía igual o peor que el perro en descomposición, además sentía el desprecio ya que dependía de alguien que le ayudara a transportarse, no tenía esperanza en que su vida mejorara, pero como dije antes Dios tenía un plan para él y fue cuando él lo buscó, lo redimió y le dio un lugar con el rey.
2 Samuel 9:13
Y moraba Mefi-boset en Jerusalén, porque comía siempre a la mesa del rey; y estaba lisiado de ambos pies.

Mefiboset fue llevado a Jerusalén, donde se encontraba David, el cual le dio las propiedades de Saúl, permitiéndole sentarse diariamente a la mesa del rey. 
Así es como Mefiboset, día a día recuperó su identidad, al fin y al cabo, tenía sangre real.

Aunque el enemigo quiso en un momento avergonzarlo usando a Siba con artimañas y calumnias ante David, él no le creyó y fue reivindicado y se le permitió permanecer en el palacio. En lugar de eliminar a Mefiboset, David muestra compasión hacia él y decide mostrarle bondad y generosidad. David lo llama a su presencia y le devuelve todas las tierras y propiedades que le pertenecían a su padre y abuelo. Además, le ofrece un lugar permanente en su palacio, donde puede comer siempre a su mesa real.

Pero amadas sorprendentemente, Mefiboset renuncia incluso a su propia herencia, dejó que Siba se quedara con toda las propiedades y asi Mefiboset demostró que su preocupación era solo por el bienestar de David .
Para Mefiboset, lo que realmente importaba no era la riqueza personal, sino el hecho que el rey David elegido por Dios había vuelto a casa en paz.
Que grandiosa actitud de parte de Mefiboset que debemos imitar y que el Rey que ahora vive dentro de nosotras y las riquezas que el Señor nos ha dado por medio de su salvación, sea más importante que las riquezas materiales.
Así es como aprendemos de Mefiboset, de su carácter íntegro y fiel a pesar de sus dificultades.
Los relatos de Mefiboset terminan en el episodio en que los miembros de la casa de Saúl fueron ejecutados por los Gabaonitas. 
En esa ocasión, David lo libró de ser asesinado 
2 Samuel 21:7
Y perdonó el rey a Mefi-boset hijo de Jonatán, hijo de Saúl, por el juramento de Jehová que hubo entre ellos, entre David y Jonatán hijo de Saúl.
Amadas asi es la bondad de Dios, él es quien nos libra del enemigo.
David en representación de Dios extiende amor y compasión a Mefiboset, llena su corazón de alegría y esperanza, David le abrió la puerta del reino que él también disfrutaba ya que era un hombre conforme al corazón de Dios.
Esta historia nos habla de la importancia de perdonar y dejar atrás el pasado. Mefiboset era descendiente del rey Saúl, quien había sido un enemigo de David. Sin embargo, él decide dejar atrás cualquier resentimiento y muestra misericordia hacia Mefiboset. 
"El perdón es una herramienta poderosa para sanar heridas y construir relaciones saludables"
También la historia de Mefiboset nos invita a reflexionar sobre la importancia de la compasión, la generosidad y el perdón, nos anima a dejar atrás el pasado y buscar la reconciliación con aquellas que nos han hecho daño.
Nos enseña a tratar a los demás con amor y respeto, sin importar la apariencia o discapacidad, sino amar a las que son menos afortunadas que nosotras sin juzgarlas a pesar de su condición física, como a Mefiboset.

Amadas a si fue Jesús con nosotras él fue quien nos llamó, nos buscó y nos rescató del lodo cenagoso donde estábamos, limpiándonos de toda nuestra maldad, perdonando nuestros pecados sólo por su gracia, y ahora tenemos una nueva identidad y sentadas en su mesa, día a dia aprendemos a disfrutar de lo mejor que nos ofrece nuestro Rey siendo privilegiadas por ser parte de la corte real con abundancia provisión.

Amiga tu qué lees y/o escuchas este mensaje: 
Jesús también te está buscando para mostrarte su bondad, no vivas más como mendiga, escondida en lugares áridos, secos, sin vida, cuando eres princesa y puedes sentarte a la mesa del rey. Ven a él con fe y arrepentimiento de tus pecados, entrégale tu vida y Él te dará el privilegio de ser parte de su linaje real.

LA BONDAD DE DIOS NOS LLEVA A EXPERIMENTAR SU GRACIA, SU AMOR DANDONOS UN LUGAR EN SU MESA.

¡Dios con nosotras!

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