LA FE DE RAHAB
Canal de Youtube 👇
LA FE DE RAHABEn esta oportunidad veremos el caso de Rahab, está historia nos enseña una verdad fundamental sobre la fe, está es una historia de la justificación por la fe.
Hablamos de una mujer que por medio de la fe obró salvación, pocas hemos escuchado hablar de ella.
Ella es un ejemplo de fe, obró según lo que oyó, como indica la Biblia, “la fe sigue a lo oído”
Romanos 10:17
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Ella seguramente también escuchó "que el justo por la fe vivirá"
Vamos a ver un poco de su historia:
Los Israelitas paseaban 400 años por el desierto y ellos estaban a punto de heredar la tierra prometida por Dios, Josué era el sucesor para recibir tal herencia, los Israelitas ya estaban cerca, y Josué mandó a unos espías a revisar la tierra prometida.
Josué 2:1
Josué hijo de Nun envió desde Sitim dos espías secretamente, diciéndoles: Andad, reconoced la tierra, y a Jericó. Y ellos fueron, y entraron en casa de una ramera que se llamaba Rahab, y posaron allí.
Acá vemos al personaje principal de nuestra historia.
Rahab, la ramera lo describe las Escrituras, no para humillarla sino para ver en su vida la evidencia de su fe y que por eso después sería conocida.
Amadas toda nuestra vida pasada oscura y penosa sólo queda como una etiqueta, muchos nos conocerán como lo que marcó nuestro pecado, pero después es glorioso, al venir a Dios somos transformadas, Dios nos cambia de posición, de estar en tal oscuridad, Él nos aparta y nos da un lugar de excelencia juntó a Él, esa etiqueta por llamarlo así queda en segundo lugar, porque Dios nos cambia el nombre.
Continuemos con la historia, vemos que siempre para una tener una conquista habrá oposición:
Josué 2:2
Y fue dado aviso al rey de Jericó, diciendo: He aquí que hombres de los hijos de Israel han venido aquí esta noche para espiar la tierra.
El rey estaba enterado y los buscaba para matarlos.
Pero como sabemos que los planes de Dios nadie puede truncarlos.
Rahab los esconde en su casa entre los manojos de lino que tenía en su terrado.
Estos van hacia ella:
Josué 2:3
Entonces el rey de Jericó envió a decir a Rahab: Saca a los hombres que han venido a ti, y han entrado a tu casa; porque han venido para espiar toda la tierra.
La mujer estaba determinada a acoger a estos hombres de Dios en su casa que niega haberlos escondido, ella al parecer sabía quiénes eran, Rahab conocía al Dios de Israel y había depositado su fe en Él.
Lo que no sabía es que Dios la recompensaría por eso, las Escrituras dice, que los que confiamos no seremos avergonzados ni confundidos.
Ella muestra su fe escondiendo a los enviados en su casa.
Josué 2:4-5
Pero la mujer había tomado a los dos hombres y los había escondido; y dijo: Es verdad que unos hombres vinieron a mí, pero no supe de dónde eran.
Y cuando se iba a cerrar la puerta, siendo ya oscuro, esos hombres se salieron, y no sé a dónde han ido; seguidlos aprisa, y los alcanzaréis.
Estando junto a los espías Rahab va hacia ellos y le declara lo que había en su corazón, ella sabía de las maravillas que Dios había hecho con los Israelitas.
Quizás ella estaba esperando este momento, describe a Dios como el Dios de todo y de Su gran poder.
Josué 2:9:10
Sé que Jehová os ha dado esta tierra; porque el temor de vosotros ha caído sobre nosotros, y todos los moradores del país ya han desmayado por causa de vosotros. Porque hemos oído que Jehová hizo secar las aguas del Mar Rojo delante de vosotros cuando salisteis de Egipto, y lo que habéis hecho a los dos reyes de los amorreos que estaban al otro lado del Jordán, a Sehón y a Og, a los cuales habéis destruido.
Esta mujer gentil Cananea hace una declaración contundente, su corazón realmente estaba lleno de temor reverente hacia Dios.
Rahab oyó informes confiables sobre el poder y la justicia de Jehová, lo cual la llevó a ejercer fe y confiar en él.
Nosotras tenemos muchísimo más información disponible sobre Dios.
¿Nos esforzaremos por llegar a conocerlo?
¿Nos impulsará lo que hemos aprendido en la Biblia a poner fe en Él?
Sigamos, ella continúa y agrega en:
Josué 2:11
Oyendo esto, ha desmayado nuestro corazón; ni ha quedado más aliento en hombre alguno por causa de vosotros, porque Jehová vuestro Dios es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra.
Ella después de confesar que Dios es Dios de todo, les pide a estos espías ser salvada de lo que vendría, de el juicio de Dios para Jericó, la fe que tenía la llevó a eso.
Josué 2:12-13
Os ruego pues, ahora, que me juréis por Jehová, que como he hecho misericordia con vosotros, así la haréis vosotros con la casa de mi padre, de lo cual me daréis una señal segura; y que salvaréis la vida a mi padre y a mi madre, a mis hermanos y hermanas, y a todo lo que es suyo; y que libraréis nuestras vidas de la muerte.
Rahab no pensó en ella solamente, al ver que la salvación estaba por venir, también piensa en su familia y pide misericordia para ellos.
¿Así somos nosotras?
¿Pedimos el bien mayor para nuestras familias?
Ellos le respondieron:
Josué 2:14
Ellos le respondieron: Nuestra vida responderá por la vuestra, si no denunciareis este asunto nuestro; y cuando Jehová nos haya dado la tierra, nosotros haremos contigo misericordia y verdad.
No hay dudas en la mente de Rahab, Dios le dará la victoria a su pueblo, de modo que ella pide misericordia a los espías; les ruega que les perdonen la vida a ella y a su familia.
Ellos aceptan, pero con una condición: tiene que guardar su secreto y debe colgar un cordón rojo escarlata de su ventana sobre la muralla de la ciudad. De ese modo, los soldados podrán protegerla.
Josué 2:18
He aquí, cuando nosotros entremos en la tierra, tú atarás este cordón de grana a la ventana por la cual nos descolgaste; y reunirás en tu casa a tu padre y a tu madre, a tus hermanos y a toda la familia de tu padre.
La casa de la ramera se vuelve un lugar de refugio en el momento del juicio de Dios, una figura del arca de Noé, y la cinta roja el simbolismo de la pascua, sombra de lo que habría de venir:
"La sangre derramada en la cruz sería la redención de nuestras almas por medio de Jesús"
Ella recibió una advertencia:
Los que estaba afuera de su casa morirían, y que debería callar el trato que habían hecho, guardar el secreto hasta el día que sucedería el juicio de Dios para Jericó y ella aceptó.
Josué 2:21
Ella respondió: Sea así como habéis dicho. Luego los despidió, y se fueron; y ella ató el cordón de grana a la ventana.
Ella no dudo al atar el cordón y no cuestionó lo que le dijeron, solo obedeció, tenía fe de los hechos poderosos de Dios.
No podía salír tenía que estar en la ventana junto al cordón rojo, que era señal de separación para salvación: fue apartada por Dios.
Ella seguro que ató bien el cordón, para que el viento no se lo llevará, su fe seguia creciendo.
Estamos llamadas a ejercer con paciencia, la fe y que no perdamos la confianza por qué grande será nuestro galardón.
Llegó el día de la victoria para el pueblo de Dios, ellos tomarían el territorio por la estrategia y el poder del Señor.
Rahab junto con la fe, su obediencia y temor a lo que había oído de Dios, sería recompesada:
Josué 6:16-17
Y cuando los sacerdotes tocaron las bocinas la séptima vez, Josué dijo al pueblo: Gritad, porque Jehová os ha entregado la ciudad. Y será la ciudad anatema a Jehová, con todas las cosas que están en ella; solamente Rahab la ramera vivirá, con todos los que estén en casa con ella, por cuanto escondió a los mensajeros que enviamos.
Esta mujer después de tener una vida no muy importante paso a ser un gran ejemplo, tanto que su vida fue registrada en las Escrituras a lo menos tres veces:
Hebreos 11:31
Por la fe Rahab la ramera no pereció juntamente con los desobedientes, habiendo recibido a los espías en paz.
¡Que privilegio para ella!
También formó parte de la genealogía de Jesús.
Ella No es un ejemplo de santidad pero había creído en el Señor y su fe se evidenció en obras.
Ella fue justificada por su fe y no por el cordón ni por guardar a los espías.
Se salvaron toda su familia porque, pusieron la mirada en Dios.
Rahab era gentil y vemos acá, un cuadro de la gracia, que en el futuro gentiles y judíos serían el pueblo de Dios.
Ahora, cuán importante es depositar la fe en el lugar correcto y hacer descansar toda nuestra confianza en los medios de gracia que nos ofrece Dios. Ahora nuestro medio de gracia es Cristo, sólo él, es la fe bíblica.
La historia de Rahab demuestra que nadie es insignificante a la vista de Jehová.
Él nos ve a todas y lee nuestros corazones. Y cuando descubre una chispa de fe, como la que había en el corazón de Rahab, Él nos usa.
La fe de esta mujer la movió a actuar. Tal como dice la Biblia, “fue declarada justa por sus obras”
Santiago 2:25
Asimismo también Rahab la ramera, ¿no fue justificada por obras, cuando recibió a los mensajeros y los envió por otro camino?
Sin duda, un ejemplo de fe digno de imitar, es imposible tener una fe que no obra.
Rahab es un ejemplo del justo que vive por su fe.
NUESTRA FE EN DIOS, DA COMO RESULTADO: LA JUSTIFICACIÓN POR LA ACCIÓN.
¡Dios con nosotras!
Comentarios
Publicar un comentario