Vasijas Llenas De Dios
Canal de Youtube 👇
Vasijas Llenas De DiosNo os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.
Este verso nos exhorta como creyentes a no dejarnos dominar por el alcohol, sino a ser llenas de la influencia y el poder del Espíritu Santo. En lugar de buscar placer en cosas que dañan, la Biblia nos anima a buscar el poder y la dirección de Dios para vivir una vida plena bajo la voluntad de Dios.
Amadas ¿Como están? Gracias doy a Dios por permitirme una vez más estar con ustedes trayendo su mensaje, su palabra para ayudarles a estar firmes en la fe.
Recordemos que el Espíritu Santo llega a nuestra vida cuando hay un nuevo nacimiento como le dijo Jesús a Nicodemo a través de la fe en Jesús.
Juan 7:37-39
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva. Esto dijo del Espíritu que habían de recibir los que creyesen en él; pues aún no había venido el Espíritu Santo, porque Jesús no había sido aún glorificado.
Entonces como hemos creído en Jesús, el Espíritu Santo mora en nosotras permanentemente. El Espíritu Santo nos es dado como un “primer depósito” del pago total, o una “garantía” de nuestra futura glorificación en Jesús.
2 Corintios 1:22
El cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones.
Ahora ¿Qué significa ser llenas del Espíritu Santo?
Significa cuando el espíritu Santo nos permite como creyentes ser capaz de experimentar la presencia de Dios.
Significa también darle a Dios el control total de nuestra vida, permitiéndole guiarnos, fortalecer nuestra alma, ayudandonos a crecer en carácter y usarlo para su gloria.
Hermanas cuando el Espíritu de Dios llena nuestro ser, adquirimos un impacto espiritual mucho más grande, las personas que ven tu forma de vida o te oyen, son tocadas y aún puede haber cambio de vidas por medio de tu hablar y actuar.
Esta llenura es una experiencia continua que requiere compromiso, obediencia y la disposición de permitir que el Espíritu Santo haga su obra en nosotras.
Y asi poder experimentar su poder para vivir una vida de fe, amor, servicio, vida fructífera, sabiduría y discernimiento en la toma de decisiones bajo la voluntad de Dios.
Pero para que esto suceda, es necesario obedecer los mandamientos de Dios y vivir en obediencia a su Palabra.
Para estar llenas y controladas por el Espíritu Santo, debemos primero vaciarnos de nosotras mismas, de todo lo pecaminoso que tenemos en el corazón: pecados que son evidentes y los que están ocultos, a través del arrepentimiento y eliminarlo de nuestra vida por la gracia de Dios y la fe en Jesucristo.
Hermanas es muy importante confesión y la aceptación de la redención ofrecida por Jesús, y la necesidad de vivir una vida que sea conforme a la voluntad de Dios, alejándonos de la esclavitud del pecado.
Romanos 3:23-24
Por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús.
Jesús nos promete justificación gratuita perdón y limpieza por la gracia de Dios a través de el, al vaciarnos del pecado.
Amadas la llenura del Espíritu Santo viene sobre vasijas vacías con el propósito de llenarlo de Dios y como consecuencia reflejar su carácter para su gloria.
Debemos desear vaciarnos de nosotras misma, ya que este es un acto de humildad, la llenura viene sobre vasijas vacías, hermanas con una necesidad profunda de darle el control de su vida a Dios.
El ser llena con el Espíritu implica darle a Él la libertad para ocupar cada parte de nuestra vida, guiándonos y controlándonos. Luego, Su poder se puede ejercer a través de nosotros, para que lo que hagamos sea un fruto para él.
Entonces el resultado caracterizado por el Espíritu es manifiestado en acciones y virtudes que reflejan su carácter como: amor, gozo, paz, paciencia, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.
Jesús sabía que necesitaríamos de su Espíritu Santo para obtener estás virtudes escenciales para nuestra vida:
Juan 14:26
Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Debemos estar totalmente entregadas al Espíritu Santo, que Él pueda poseernos por completo, y en ese sentido, ser llenas de Él.
Ahora no es el orar por ello lo que nos llena del Espíritu Santo.
Es sólo nuestra obediencia a los mandatos de Dios lo que permite la libertad del Espíritu para obrar dentro de nosotras.
No obstante el pecado es lo que nos separa de la llenura del Espíritu Santo, y la obediencia a Dios es lo que mantiene que estemos llenas de Él. Aunque nuestra meta debe ser el ser llenas como se nos ordena en Efesios 5:18.
Debido a nuestra naturaleza pecaminosa, es imposible para nosotras permanecer llenas del Espíritu todo el tiempo. Cuando pequemos, debemos inmediatamente confesarlo a Dios y renovar nuestro compromiso de ser llenss y guiadas por el Espíritu Santo.
Pablo en sus cartas nos afirma que el Espíritu Santo mora dentro de cada creyente, pero también que Él puede ser contristado por el pecado.
Efesios 4:30
Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
El resultado de la separación con Dios a causa del pecado, Su actividad dentro de nosotras puede ser apagada, como nos dice en 1 Tesalonicenses 5:19.
Cuando permitimos que esto suceda, no experimentamos la llenura de la obra y del poder del Espíritu Santo en y a través de nosotras.
Amadas hermanas, pero Jesús vino al mundo en medio de nuestra escasez para ser nuestra provisión, murió por nosotras y resucitó, venció al pecado, Su muerte fue nuestra entrada al trono celestial.
Pero sabes muchas veces lo olvidamos, nos quedamos estancadas y no podemos crecerlo, porque miramos nuestra condición, miramos nuestro pecado de orgullo, rebeldía y desebediencia.
Pero amadas este estancamiento debe despertar la necesidad de vaciarnos como dije antes y buscar ser llenas del Espíritu Santo, porque la necesidad nos prepara para la llenura y para conocer mas el poder del Señor.
No cabe duda que Jesús, no nos dejó solas con nuestra necesidad, nos envió un guía, nos mandó a Su Espíritu Santo, el principal Maestro para nosotras en nuestro caminar y esto es gracia.
Juan 16:7
Os conviene que yo me vaya; porque si no me fuera, el Consolador no vendría a vosotros; mas si me fuere, os lo enviare.
Hermanas no importa como estemos, debemos vaciarnos y llenarnos de Él, quizás tenemos un pasado no muy lindo, perfecto o limpio, no tengamos vergüenza de creer que nuestro pecado es demasiado grande como para recibir el perdón, entendamos que la sangre de Jesús es suficiente.
No dudemos que Dios vendrá a llenarnos de él, él existe y quiere que vivamos controladas por su Espíritu y llenas de fe.
Cuando hay falta de Jesús, la llenura se va apagando en nuestra vida.
Es necesario dejar a un lado la incredulidad y con una actitud de pobreza de espíritu, pedir ser llenas de Él como sino el profeta:
Isaías 57:15
Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados.
Hermanas las distracciones alrededor nos impiden estar llenas de Dios, no podemos orar, ni leer Su palabra, cualquier cosa que nos distraiga, debemos desecharlo para poder ser llenas del Señor.
Pidamos a Dios que nos haga una rama fructífera, mujeres llenas de las virtudes, llena del fruto de su Espíritu: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza como nos insta Pablo en su carta:
Gálatas 5:25
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Las s virtudes o frutos de Espíritu Santo que mencioné anteriormente son de Jesús y como mujeres que lo amamos debemos ser llenas de estas.
El fruto es resultado de la llenura de Dios, que no aparece de la noche a la mañana, sino con perseverancia siendo pacientes y obedientes a la palabra de Dios, viviendo en integridad y santidad.
Para poder ser llenas debemos estar quietas para escuchar Su voz, Dios nos creo para ser llenas de Él, y ser muestra de Su amor.
Jesús en el nuevo testamento cumplió lo que prometió a sus discípulos: "la llenura del Espíritu Santo", esa promesa que cambiaría sus vidas y por consiguiente las nuestras.
Leamos la orden de Jesús a sus discípulos en medio de su necesidad, en medio de la tristeza de que ya no estará más con ellos:
Hechos 1:4-5
Y estando juntos, les mandó que no se fueran de Jerusalén, sino que esperasen la promesa del Padre, la cual, les dijo, oísteis de mí. Porque Juan ciertamente bautizó con agua, mas vosotros seréis bautizados con el Espíritu Santo dentro de no muchos días.
Los discípulos estaban en gran necesidad, ellos estaban llenos de temores, algunos habían vuelto a su pasada vida.
En medio de su necesidad Dios estuvo presente.
Ellos creyeron por fe y obedecieron y se quedaron en Jerusalén como Jesús les dijo.
¡llegó el día!
Todos los presentes estaban vacíos, había una necesidad de él, habían matado a Su maestro, estaban tristes y angustiados pero estaban unánimes dice la biblia y fueron llenos del Espíritu Santo:
Hechos 2:1-4
Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
Esto significa que estaban en completa unidad y acuerdo, reunidos en un mismo lugar y con un mismo propósito.
Al recibir la llenura del Espíritu Santo como lenguas de fuego, se llenaron de valor para anunciar el mensaje que Jesús dejo sea dicho.
Pedro predicó con valor, los demás se enfrentaron a sus enemigos que los perseguían, fueron testigos fieles, Jesús les dejó un gran aliado con mucho poder, se concreto lo que Jesús les había dicho antes en: Hechos 1:8
Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.
Los discípulos ya no fueron los mismos después de la experiencia en el Aposento Alto, ellos obedecieron, se vaciaron de si mismos y fueron poderosos en palabra.
Hechos 13:52
Y los discípulos estaban llenos de gozo y del Espíritu Santo.
Su mirada estaba en el autor y consumidor de la fe, en Jesús.
Por otro lado: ¿Recuerdan a Esteban?, el primer mártir, el fue un hombre lleno de Dios, ya no tenía ninguna necesidad, su vacío estaba suplido, el había puesto su vida para Dios, y tenia comunión con Jesús, y el, al estar lleno no le importo ser testigo fiel.
Hechos 7:55-56
Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la diestra de Dios.
Hermanas reflexionemos entonces:
¿De qué estamos llenas?
Examinemos nuestro corazón y revisemos de que estamos llenas, luego debemos arrepentirnos de lo que impide su llenura, quizás hay: ¿Desobediencia, orgullo incredulidad? O talvez ¿Distracciones?
Seamos vasijas vacías de este mundo, para lo que Dios nos quiera dar, no importa el pasado que hayamos tenido, vengamos a Él.
El Espíritu Santo se deposita en vasijas nuevas y vacías.
Mateo 9:17
Ni echan vino nuevo en odres viejos; de otra manera los odres se rompen, y el vino se derrama, y los odres se pierden; pero echan el vino nuevo en odres nuevos, y lo uno y lo otro se conservan juntamente.
La provisión de Dios en nuestra necesidad de ser llenas de su Espíritu Santo, es beneficio para nosotras mismas y para los que nos rodean, seremos de bendición al estar llenas de Dios, El espíritu Santo nos satisface a nuestro a espíritu.
Amadas, Debemos tener esta necesidad de estar llenas de Dios, día a día y continuamente, al estar llenas de Su Espíritu seremos luz, tendremos en nuestra boca la palabra de Dios y llenas de virtudes.
Para finalizar las ánimo a ser como esa mujer virtuosa que se describe en proverbios 31, leeré el versículo:
Proverbios 31:26
Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua.
Oremos:
Amadas Padre alabamos tu Santo nombre y convencidas que oyes nuestra oración, es que te pedimos que nos ayudes ver nuestro pecado para poder vaciarlo de nuestra vida, a veces no nos damos cuenta por las distracciones y contristamos tu Espíritu Santo, perdonanos Señor.
Ayúdanos por favor te pedimos a permanecer llenas de ti con la ayuda de tu Santo Espíritu, en el nombre de Jesús, amén.
VIVIR LLENAS DEL ESPÍRITU SANTO, ES VACIAR NUESTRO CORAZÓN PARA LLENARLO DE SUS VIRTUDES.
¡Dios con nosotras!
He sido estimada y edificada a través de esta poderosas palabras. Gracias
ResponderEliminarExcelente. Realmente valioso. Dios con nosotras!
ResponderEliminar