ESTAMOS EN GUERRA
ESTAMOS EN GUERRA
1 Juan 5:4
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.¿Alguna vez te has sentido bajo ataque, ya sea por poderosas tentaciones, miedos sobrecogedores, ansiedades importantes o cualquier otra forma de ataque?
Amadas, hay una realidad, vivimos en un mundo donde el enemigo de nuestra alma: el príncipe de este mundo, domina y gobierna con sus huestes de maldad, esta tierra.
Nosotras como hijas de Dios, todos los días estamos en una lucha, estamos pisando suelo minado, siempre estamos en el ojo del huracán, el enemigo nos tiene en la mira por ser fieles a Dios y por obedecer las Escrituras, el sigue trabajando, el no descansa, el está contra Dios, Jesús lo dijo en:
Mateo 12:30
El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama.
Hermanas, debemos saber discernir cuándo es un ataque del enemigo o es una consecuencia de nuestro pecado, esto lo sabremos al examinar nuestro corazón y si estamos siendo fieles o no.
Día a día estamos en conflicto ya sea con el enemigo o con tentaciones, este enemigo está al acecho en cada momento, el nos asecha, nos ronda y está listo para darnos un golpe sertero, veamos la advertencia que nos dejó Pedro:
1 Pedro 5:8
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar;
Si bajamos la guardia y quitamos la mirada de Jesús, estamos en graves problemas, no debemos descuidarnos cuando estamos en el cuadrilatero de la lucha. Él Apóstol Pablo nos dice en su carta:
1 Timoteo 6:12
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, a la cual asimismo fuiste llamado, habiendo hecho la buena profesión delante de muchos testigos.
Hermanas nuestra lucha no es contra personas, sino, son con los huestes de maldad en las regiones celestes, también con nuestro propio pensamiento con nuestro corazón que nos engaña y de donde vienen los malos deseos, es esa lucha que nos habla Pablo en:
Romanos 7:19-20
Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
Esta batalla la ganamos luchando con la espada que es Su palabra, con el escudo de la fe y el yelmo de salvación, estás armas son espirituales.
2 Corintios 10:3-5
Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Estemos alertas porque el enemigo quiere sacarnos de la batalla a como de lugar, el sabe que somos un peligro cuando andamos en integridad.
Busquemos su fortaleza en la palabra de Dios
1 Corintios 16:13
Velad, estad firmes en la fe; portaos varonilmente, y esforzaos.
No estemos con la guardia baja, pongámonos la armadura que Dios nos ha dejado, usemos las armas de luz.
Efesios 6:11-13
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Ahora, es verdad somos un peligro para Satanás?
Si Jesús opinaría de nosotras ¿Qué diría?
¿Qué diría Jesús sobre la iglesia?. Quizás no le impresionarían mucho las cosas que pensamos que hacemos bien, o la manera que vamos luchando la buena batalla de la fe.
Hay hermanas que parecen débiles pero saben pelear y hay hermanas que parece ser fuertes pero no saben pelear, así somos muchas, por eso caemos con facilidad y somos engañadas por el y hasta derribadas, nos falta sabiduría para propinar un golpe.
Necesitamos la ayuda de Dios necesitamos que él pelee nuestras batallas, nosotras no sabemos pelear nos falta fuerza, muchas, somos débiles a veces nos distraemos fácilmente, nos desviamos, salimos de la voluntad del señor y perdemos el combate. Hermanas tenemos una hermosa promesa del Señor escrita por Moisés, leamos:
Deuteronomio 3:22
No los temáis; porque Jehová vuestro Dios, él es el que pelea por vosotros.
En el Antiguo Testamento los enemigos eran con frecuencia los ataques físicos, mientras que en el Nuevo Testamento suelen ser los ataques espirituales. Pero el resultado es el mismo: Dios promete rescatarnos de todos nuestros enemigos.
Necesitamos una mayor fortaleza a nuestra vida espiritual, necesitamos de la fuerza poderosa de Dios.
Recordemos cuando Asiria fue atacar al rey de Judá, el Señor estuvo con su pueblo en esa batalla
2 Crónica 32:7-8
Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo a el rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él. Con él está el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.
Nuestro Señor nos salvó para vivir para él, y junto a él pelear la buena batalla de la fe, nosotras estamos en este mundo lleno de peligros y asechadas por el mayor enemigo de Dios y obviamente el nuestro, pero la buena noticia es que no estamos solas en la batalla, él viene con nosotras y pelea nuestras batallas, cuando estamos débiles él es fiel y nos fortalece.
2 Tesalonicenses 3:3
Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
Dios tiene ese poder él es Omnipotente, nos guardara de caídas, quizás seremos golpeados pero no derribadas, asechadas pero no derrotadas, Dios nos dará sabiduría en medio de la lucha, él tendrá cuidado de nosotras.
Entonces no olvidemos que nuestra batalla es contra el enemigo que está dentro de nosotras: el pecado; también el enemigo que nos rodea: el mundo; y el enemigo que está sobre nosotras: satanás.
Ahora damos gracias a Dios por su ayuda, gracias a Su intervención ya hemos sido rescatadas de estos enemigos.
1 Juan 2:12-14
Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno.
¡Amén si amén, lo creemos!
Somos perdonadas, vencedoras en él, y además conocemos las artimañas del enemigo por medio de Su palabra que permanece en nosotras para vencer.
Entonces estemos alertas en todo y con todo, sometiéndonos a Dios y el enemigo huira de nosotras, también velando en oración y súplica, unas por otras.
Efesios 6:18
orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
Para finalizar las animo a que juntas nos esforzarsemos y dar pasos de fe en la lucha para crecer en confianza, ya que la fe nos hace vencedoras. Y así estaremos armadas de valor para seguir en el cuadrilátero de pelea junto al Señor.
Que este mensaje pueda servir para curtirnos y para estar firmes cuando el enemigo rondee nuestra vida.
ESTAMOS EN GUERRA, SON MUCHOS LOS ENEMIGOS QUE NOS ASECHAN, PERO MÁS SON LOS QUE ESTAN CON NOSOTRAS.
¡Dios con nosotras!
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