El Sufrimiento

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El Sufrimiento

1 Pedro 1:6-7
En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas, para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo.

Vemos aquí que los diversos sufrimientos tienen un fin, de esto y más hablaré hoy.
¿Cómo están amadas? Nosotras felices de poder llegar a sus hogares con estos mensajes, sean bendecidas con Su palabra.

Dios, no siempre elimina el sufrimiento de nuestra vida; a veces usa las cosas malas que ocurren para llevar a cabo sus buenos propósitos. 

El sufrimiento nos exhorta de manera continua, nos humilla y nos confronta, es el desafío más grande a la fe cristiana.
El sufrimiento nunca es bueno en sí mismo, Dios es capaz de usarlo para bien de múltiples formas.

Tal vez nuestro razonamiento está al revés, pensamos que como hijas de Dios estamos excluidas del sufrimiento por ser fieles. pero justamente es el sufrimiento que nos lleva a ser leales a él.
Ahora ¿Qué es el sufrimiento en si?
Es un sentimiento de angustia emocional, social o espiritual,  que lleva a una persona a sentirse triste, asustada, deprimida, ansiosa o sola y puede representarse también en dolor físico. Al estar en esta condición somos muchas veces incapaces de hacer frente a tal dolor o sufrimiento como a enfermedades crónicas.

Amadas hay una realidad, Dios usa el sufrimiento para llevarnos a comprobar quién es Él. Cómo creyentes no buscamos el sufrimiento ya que eso nos causa agonía, y tratamos de evitar sufrir. Sin embargo, si vemos al sufrimiento con la perspectiva de Dios y aprendemos a meditar en él como una bendición en la vida cristiana, podemos experimentar su fidelidad.
Salmos 34:19 
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.

Tengamos presente que, el sufrimiento no es parte del orden original creado por Dios.
No había sufrimiento en el mundo antes de la rebelión contra Dios.
La caída del hombre en pecado no solo afectó a toda la raza humana, sino a toda la creación. Antes de la caída no había enfermedad ni dolor en el mundo y obviamente sufrimos porque vivimos en un mundo caído.
A continuación doy algunas posibles razones porque sufrimos:

Con frecuencia, sufrimos por nuestro propio pecado. Es fácil mirar hacia afuera y acusar a otros por nuestro sufrimiento. Sin embargo, también debemos mirar hacia adentro y reconocer que somos culpables.
Si bien es cierto que sufrimos por el pecado de nuestros familiares, eso no significa que también seamos responsables de cada sufrimiento o dolor padecido. 
Hay ocasiones en las que una persona sufre como consecuencia del pecado cometido por sus padres. Por ejemplo, una madre drogadicta que termina infectada con el virus del SIDA.
Recuerda que José fue vendido por sus hermanos. David fue perseguido por Saúl. Abel fue asesinado por Caín.
Por otro lado tenemos que admitir que nosotras mismos hemos sido causa de sufrimiento para otras.

Otra razón porque sufrimos es para la gloria de Dios, a veces es difícil de aceptar esta razón para algunos creyentes, porque llevan una vida cristiana falsa que solo esperan bienestar y prosperidad material.
Debemos tener presente las palabras de Jesús con respecto al ciego de nacimiento:
Juan 9:3
No es que pecó este, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él.

Otra razón que sufrimos,  sería para nuestra santificación, ya que Dios no nos salvó para dejarnos como estábamos, él desea moldearnos y tener el carácter de su Hijo y una de las maneras de hacerlo es a través de las aflicciones, las escrituras nos anima en:
1 Pedro 5:10
Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.

Esta claro que Pedro experimentó de primera mano el sufrimiento por ello nos dejo estas valiosas palabras, sufrir por el nombre de Cristo lo transformó. Alguien escribió:
"Es poco probable que Dios pueda bendecir grandemente a un hombre antes de haberlo herido profundamente”. 

Amadas el sufrimiento es una realidad universal que nos afecta a todos, pero la Biblia nos ofrece una perspectiva única sobre el sufrimiento.
1 Pedro 4:12-14 
Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría. Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.

Sepamos esto, Dios utiliza el sufrimiento para salvarnos, si hermanas, a mí parecer esté es el momento propicio para obrar del Señor, ya que no podemos usar nuestras fuerzas siendo más vulnerables y es allí dónde llega la gracia y se posa en nosotras, inmediatamente reconocemos nuestro pecado que nos llevó al sufrimiento y corremos a él en arrepentimiento para perdón de pecados.
¿Has experimentado este momento?

Entonces en síntesis los propósitos del sufrimiento son para nuestro bien, nuestra salvación, también nos sirve para purificación, madurez, compasión y glorificación a Dios.
Nuestra actitud ante el sufrimiento debe ser: fe, integridad, paciencia oración y gratitud.
No desmayemos en este proceso, Dios está al tanto y en control.
Salmos 27:13-14 
Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.

Ahora, si todas tuviéramos vidas fáciles sin oposición, pruebas o dolor, jamás conoceríamos a Dios realmente, pues nunca tendríamos necesidad de Él. 
Dios usa los sufrimientos para acercarnos a Su corazón, mientras tanto derrama de su gracia en nuestra vida para soportarlo.
Dios usa el sufrimiento para transfórmanos junto con el Espíritu Santo que nos ayuda para dar los frutos que necesitamos tener en nuestra vida cristiana.
Romanos 5:3-5
Y no solo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado.

Las escrituras esta llena de relatos sobre personas cuyas luchas y cicatrices fueron el cimiento de extraordinarios logros. En realidad, fue por sus dificultades que lograron lo que necesitaban para alcanzar la gloria.

El autor del Salmo 119, relata su proceso de  transformación, el hecho de que estaba pasando por unos momentos duros no le hizo dudar de la bondad de Dios. Más bien, lo vio como la escuela de formación. El salmista fue capaz de ver cómo de hecho, Dios ha usado sus dificultades, aflicciones y sufrimientos.
Salmos 119:67, 71-72 
Antes que fuera yo humillado, descarriado andaba; Mas ahora guardo tu palabra.
Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos. Mejor me es la ley de tu boca que millares de oro y plata.

Ahora bien, el sufrimiento, cuando es manejado adecuadamente, puede moldear una vida para la grandeza y para glorificar el nombre de Dios.

Ahora tenemos también a nuestro amado Job, él no entendió porque fue humillado con tal sufrimiento, tú y yo estamos en mejores condiciones que Job porque sabemos de la cruz, y su propósito, pero miremos como reacciona en: Job 1:20-21
Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.

¿Reaccionamos así nosotras cuando estamos en momentos de sufrimiento?

A continuación mis amadas tenemos a un Siervo sufriente que se despojó de su Deidad y como muestra indubitable esta relatada en los evangelios, tenemos a nuestro Señor y Salvador Jesucristo, él también vino para lidiar con el sufrimiento, sus propósitos fueron mayores que todos los que padecieron. 
¡Su sufrimiento nos regaló vida eterna!
Isaías 53:5
Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados.

Jesucristo amadas, vino para quitar todo sufrimiento, a través de la cruz y la resurrección.
Nos guste o no, la adversidad nos enseña y nos acerca más al Señor que la simple lectura de la Biblia.
Dios usa el sufrimiento para enseñarnos Su bondad, Su verdad, así como Cristo uso el sufrimiento para conquistar la muerte y volvernos a él.
Aprendamos de Aquel, que por excelencia sufrió por ti y por mi. 
La agonía de la cruz no tuvo que ver con el pecado de Jesús ni con nada que hubiera hecho María. Tuvo que ver con nuestro pecado y con la gloria del Padre. Leamos:
Mateo 27:28-31
y desnudándole, le echaron encima un manto de escarlata, y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él, le escarnecían, diciendo: ¡Salve, Rey de los judíos! Y escupiéndole, tomaban la caña y le golpeaban en la cabeza. Después de haberle escarnecido, le quitaron el manto, le pusieron sus vestidos, y le llevaron para crucificarle.

Y por último no olvidemos a otro siervo que sufrió por la causa de Cristo, al Apóstol Pablo, él conoció muy bien el sufrimiento por causa de Cristo y pudo enseñarnos lo siguiente: 
Hechos 26:21-22
Por causa de esto los judíos, prendiéndome en el templo, intentaron matarme. Pero habiendo obtenido auxilio de Dios, persevero hasta el día de hoy, dando testimonio a pequeños y a grandes, no diciendo nada fuera de las cosas que los profetas y Moisés dijeron que habían de suceder:

Y así podemos enumerar a siervos que con sufrimiento lograron alcanzar la meta de la buena carrera de la fe.
Durante largo tiempo de mi vida luché con preguntas que me parecian crueles, estas son las preguntas:
¿Por qué tiene uno que sufrir? ¿Qué quiere decir eso de que hay bendiciones que sólo se logran por medio del sufrimiento? 
Pero ahora por medio de las escrituras lo entendí. 
Filipenses 1:29
Porque a vosotros os es concedido a causa de Cristo, no solo que creáis en él, sino también que padezcáis por él,

Hermanas los sufrimientos no vienen solos, también hay consolación de parte de Dios, aunque a veces nuestros sufrimientos sean por causa nuestra o por los que nos rodean, Él Señor es fiel, que no, nos dejara solas, él da la prueba y el consuelo.
2 Corintios 1:5
Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación.

Es parte de la carrera de la fe el sufrimiento, es necesario para nuestro crecimiento y fortaleza y así llegar a la meta: la vida eterna, pero vivimos en un mundo de gratificación instantánea que casi ha perdido por completo su perspectiva de lo eterno.
2 Corintios 4:17
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria.

Queridas el Señor es nuestra Roca, nuestro castillo, él es fuente de fortaleza en medio del sufrimiento, no desmayemos, nuestro Redentor vive y nos levantará de la situación que estemos pasando o en las que vendrán, en:
Santiago 5:10-11
Hermanos míos, tomad como ejemplo de aflicción y de paciencia a los profetas que hablaron en nombre del Señor. He aquí, tenemos por bienaventurados a los que sufren. Habéis oído de la paciencia de Job, y habéis visto el fin del Señor, que el Señor es muy misericordioso y compasivo.

Ahora para finalizar levanto una oración al Padre, para que nos ayude a entender su propósito en el sufrimiento, para que tengamos fe, paciencia y gratitud para enfrentar los desafíos, que la gracia de Dios nos ayude a permanecer fieles en el sufrimiento y que Cristo, Su obra y su padecimiento nos dé fuerza para soportar el dolor, Amén.

Amadas espero que este mensaje haya sido de bendición y te invito a compartirlo para que otras mujeres también sean bendecidas y recuerda que el sufrimiento no es en vano si seguimos constantes, a pesar de ello reinaremos con Cristo eternamente. Te dejo esta cita:
Salmos 119:75-76
Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme, Conforme a lo que has dicho a tu siervo.
¡Amén, Gloria a Dios!

EL SUFRIMIENTO NO ES UN OBSTÁCULO PARA EL CREYENTE, SINO UNA OPORTUNIDAD PARA ACTUAR EN FE Y GLORIFICAR A DIOS.

¡Dios con nosotras!

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