El perfecto amor de Dios
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El perfecto amor de Dios 1 Juan 4:8
El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor.
El perfecto amor de Dios es el atributo central en la sagradas escrituras.
Además este amor ha sido ya derramando en nuestros corazones cuando por su gracia hemos sido redimidas y dónde este amor nos mueve a amar a otras y a perdonar.
El amor de Dios es, en resumen, cuando permitimos que Él obre a través de nosotras porque nos damos cuenta de que Él nos creó y a Él nos debemos en cuerpo y alma.
Hoy nuestra amada hermana nos ayudará a encontrar parte de este perfecto amor en las sagrados Escrituras, con nosotras Amayra:
Hola hermanas paz en Cristo,
En esto consiste el amor verdadero: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como sacrificio para quitar nuestros pecados.
En las epístolas de Juan, vemos el corazón del nuevo testamento como el núcleo de la Biblia,
Jesús depósito en Juan, Su amor puro, porque, ocupaba un lugar especial en su corazón, la Biblia lo llama el discípulo a quién Jesús amaba. Miremos lo que dice:
Juan 21:20 (parte a)
Volviéndose Pedro, vio que les seguía el discípulo a quien amaba Jesús.
Juan era el más joven de los doce apóstoles y el hermano menor de Santiago, quien también era un discípulo. Junto con Andrés, el hermano de Pedro.
Juan se mantuvo cerca de Jesús hasta cuando él estaba muriendo en la cruz, estuvo hasta el último momento con él.
El vínculo cercano entre Jesús y Juan quedó revelado cuando Jesús le declaró a su madre que Juan sería su hijo y a Juan que María sería su madre, esto no solo demostró el amor desinteresado de Jesús por su madre presente hasta su último aliento, sino que también le mostró el cariño especial por Juan.
Juan es el autor encargado de describir el corazón de Dios en sus espistolas.
Sí podríamos resumir todas las escrituras en una sola palabra lo resumiríamos con la palabra amor, está palabra está reflejada en cada línea de la Biblia de principio a fin, y la obra del amor de Jesús hacia nosotras.
Toda la Biblia describe una historia de amor, un amor incondicional, un amor puro, Santo, Sagrado, Fiel, vemos la esencia de Dios, vemos que: Dios es amor.
Todas alguna vez hemos leído el libro de cantares, ahí vemos más latente el amor de Dios por nosotras, por su iglesia.
Leamos:
Cantares 2:4
Me llevó a la casa del banquete, Y su bandera sobre mí fue amor.
Por otro lado, el amor que ofrece el mundo no es verdadero, es un amor superficial, efímero que se pierde muy rápidamente al pasar el tiempo, en el mundo las personas no aman verdaderamente y las relaciones no son duraderas.
Nosotras debemos permanecer en el amor del Señor para poder perdonar, tener un amor profundo porque ese amor cubrirá toda ofensa que nos puedan hacer, en:
1 Pedro 4:8, lo siguiente:
Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.
Si aún no has experimentado el maravilloso amor de Dios, te invito que sigas leyendo y/o escuchando este mensaje.
Este es el mensaje que necesitamos entender, meditar constantemente y anunciar al mundo que Dios es amor.
Cuándo entendemos que somos amadas incondicionalmente por Dios, es cuando de verdad empezamos a vivir en el Espíritu Santo, y podemos experimentar el amor de Dios.
Es como la figura de un padre que toma en sus brazos a su hijo y le reafirma Su amor.
La gente está buscando amor perfecto y duradero para llenar su corazón pero no lo encuentran, porque no conocen a Jesús y de Su amor por ellos.
Nuestra vida se transforma cuando de verdad conocemos el amor de Dios, cambiamos de identidad, pasamos a ser llamadas hijas de Dios, leamos;
Juan 3:1
Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él.
Hermanas hay una demanda clara en las Escrituras como hijas de Dios, para ser reconocidas que somos sus discípulas, leamos en:
Juan 13:35
En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
Ahora, la prueba mayor del amor de Dios por nosotras y por el mundo, está en qué Dios dio a Su Hijo para salvarnos del pecado, de Su ira, Jesús dio a conocer Su entrañable amor por nosotras en la cruz, con el propósito de regalarnos vida eterna y para ser diferentes.
Vayamos juntas a:
1 Juan 4:9
En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él.
Ahora, siendo ya Cristianas, hemos llegado a saber y creer que Dios nos ama, hemos sabido y entendido el amor de Dios y lo estamos experimentando.
Hermanas, necesitamos seguir creyendo en el amor del señor y su permanencia en nosotras, permanezcamos en él,
La biblia dice:
1 Juan 4:16
Y nosotros hemos conocido y creído el amor que Dios tiene para con nosotros. Dios es amor; y el que permanece en amor, permanece en Dios, y Dios en él.
El amor de Dios es la base para superar toda angustia del corazón ya sea miedo, temores y cosas insanas para nuestra vida.
¡El amor es el antídoto del miedo!
El amor echa por la borda el miedo y expulsa todo vestigio de temor.
El amor es lo opuesto del temor, son como el agua y el aceite.
El amor es algo que todo el mundo quiere, así como todo el mundo quiere liberarse del temor.
El miedo insano entró en el mundo cuando Adán y Eva pecaron, se escondieron de Dios, porque tuvieron miedo por su pecado, ¿Recuerdas la historia?
Te invito que leas Génesis 3.
Hermanas no temamos ser reprendidas, por el Señor cuando pecamos, recordemos que Él es amor y Su juicio es Justo y Santo.
Cuándo tememos es porque no conocemos el amor de Dios.
En las escrituras dice que Dios nos reprende porque nos ama, así como un padre disciplina a su hijo.
Leamos juntas,
1 Juan 4:18
En el amor no hay temor, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor.
Es necesario creer de verdad y con todo el corazón que Dios nos ama, tanto que fue el primero que lo hizo, él fue quien dio la iniciativa en todo, para mostrar Su perfecto amor.
1 Juan 4:10 , el nos dice:
En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados.
Al creer en el amor de Dios por nosotras, es un signo de la madurez cristiana, cuándo seguimos creyendo en el amor de Dios a pesar que no lo vemos o sentimos, es como acordarnos y recordar que veremos al sol aún cuando no está brillando.
Sigamos creyendo en el amor de Dios, incluso en los momentos de oscuridad donde no sentimos su amor, recordemos siempre su amor.
1 Juan 4:19
Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
Hermanas desarrollemos una vida de amor, cuando damos amor a los demás estamos dando lugar al Espíritu Santo de Dios manifestarse en nosotras y así Él sea glorificado.
La gente que conoce el amor de Dios no es débil, la gente que en verdad conoce a Dios, resiste toda amenaza, toda asechanza del enemigo y permanece firme resistiendo al mal.
En esta vida enfrentamos muchas angustias, enfermedades oposiciones, tentaciones, agotamiento por las pruebas, pero Dios en su amor y fidelidad nos preserva porque tiene un propósito para nuestra vida y él lo cumplirá.
Su amor por nosotras es extraordinario.
Él cumple todas sus promesas y propósitos y como respuesta a eso debemos vivir una vida de fidelidad.
Digamos como el salmista:
Salmos 138:7-8
Si anduviere yo en medio de la angustia, tú me vivificarás; Contra la ira de mis enemigos extenderás tu mano, Y me salvará tu diestra.
Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.
Demos gracias a Dios en el día de hoy por su Gran amor, vivamos en su amor, superando todo temor, permanezcamos firmes resistiendo el mal.
Debemos ser un pueblo conocido por el amor, un pueblo que conoce a Dios y que permanece firme venciendo los miedos, resistiendo el mal y actuando en el Espíritu Santo.
Hagamos un pedido al Señor basado en la:
2 Tesalonicenses 3:5
Y el Señor encamine vuestros corazones al amor de Dios, y a la paciencia de Cristo.
Debemos desear amar como Él ama y tener la paciencia que tuvo, buscando Su fortaleza para resistir en medio del sufrimiento, sin temor.
Vayamos al trono de la gracia en oración, creyendo que Él es fiel para perdonar, y pedirle perdón por no creer, por no aceptar Su amor, por no amar a Su Hijo, perdón por escondernos cuando le fallamos y que el Señor nos ayude a creer en Él y en Su amor Santo.
VESTIRNOS DEL AMOR DE DIOS ES EL LAZO DE LA PERFECTA UNIÓN, CREER EN EL
AMOR DE DIOS, ES VIVIR EN PAZ.
¡Dios con nosotras!
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