ORANDO CON FE
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Orando con feMarcos 11:24
Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os vendrá.
La oración y la fe, son dos grandes herramientas necesarias en la vida de todo creyente, ambas van de la mano, ya que sin fe es imposible agradar a Dios,
Es necesario tener fe, en la oración para poder recibir respuesta de aquello que estamos pidiendo.
Cuando vayamos al trono de la gracia cerciorémonos que estemos con la actitud correcta ante Jesús.
Amadas la fe es vital y la oración fundamental.
Mientras más oramos, más conocemos a Dios, nuestra fe crece tanto así que vemos el poder de Dios manifestándose en las vidas por quienes oramos, pero no olvidemos que siempre nuestra esperanza este basada en Su perfecta voluntad.
Hoy nos dará algunas pautas nuestra hermana sobre este tema, por ello la invito a compartirlo, adelante hermana:
Amadas las saludo deseándoles gracia y paz.
Juan 16:24
Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea cumplido.
Este mandado nos da una certera confianza en que Dios suplirá todo lo que nos falta.
Pero para que, como creyentes pidamos y recibamos con fe del Señor, debemos seguir algunas pautas de la oración establecidas por el Padre, quién está con Sus manos abiertas, y oídos atentos a nuestro clamor y necesidad, como nos dice el salmista en:
Salmo 34:15
Los ojos de Jehová están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
Estas pautas se encuentran esparcidas a través de las páginas de la biblia.
Como primera pauta debemos "acercamos a Dios en y a través del nombre de Jesús"
Tenemos que hacer nuestra petición sobre la base de lo que Cristo ya hizo por nosotras, puede ser humillante admitir continuamente que somos pecadoras indefensas salvadas por gracia, pero sólo este camino nos conducirá a un Dios que escucha la oración,
Hebreos 10:19-21
Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de Jesucristo, por el camino nuevo y vivo que él nos abrió a través del velo, esto es, de su carne, y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios.
Una segunda pauta es que cuándo oremos debemos creer Sus promesas escritas en la Biblia, no debe haber incredulidad, una persona dubitativa y de doble ánimo no debería pensar que recibirá nada del Señor. Leamos:
Santiago 1:6-7
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor.
Y una tercera pauta involucra el estado de nuestro corazón, este debe estar sano, sin condenación, ni alguna actitud que sea semejante.
El amado Juan aborda el tema de esta manera: si nuestro corazón no nos condena tenemos confianza ante Dios y recibimos de él todo lo que le pedimos.
Vayamos a la cita correspondiente:
1 Juan 3:21-22
Amados, si nuestro corazón no nos reprende, confianza tenemos en Dios; y cualquiera cosa que pidiéremos la recibiremos de él, porque guardamos sus mandamientos, y hacemos las cosas que son agradables delante de él.
Una conciencia limpia y un corazón puro son necesidades absolutas para la oración.
No podemos pedirle respuestas a Dios con confianza, cuando me aferro a los pecados que clavaron a Su Hijo en la cruz del calvario, es imposible vivir en la iniquidad y disfrutar del favor del Señor simultáneamente.
Debemos de tener una actitud de aceptación de lo que Dios quiera hacer.
1 Juan 5:14
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.
La actitud de confianza cuando acudimos a él en oración y la fe con que nos acerquemos, marcará la diferencia.
La fe en la oración es lo que distinguió a nuestros antepasados haciendo que destacaran entre la multitud, y quedó escrito en la biblia.
Hermanas cuán importante es esta virtud, la fe debe ser la accion mayor en la oración, leamos:
Hebreos 11:6
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Todas las pautas mencionadas anteriormente son necesarias, pero no debemos olvidar algo muy importante:
Que para encontrar victoria en la hora de la tentación o de la prueba, previamente necesitamos recibir poder, mediante la oración con fe.
Muchas veces sentimos que nuestra fe es muy pequeña y nos desanimamos, no queremos ir a tener comunión con Dios, para pedirle o manifestarle algo, porque pensamos que nuestra fe no alcanza, que no está acorde a lo que Dios quiere que tengamos.
Pero sabes es una mentira que el enemigo quiere sembrar en nuestro corazón.
Pero si viniesen esos pensamientos de duda, no lo permitamos, vayamos y mostremos nuestra debilidad a Aquel que nos da poder y nos ayudará, leamos:
Lucas 17:5
Dijeron los apóstoles al señor auméntanos la fe.
Si hermanas, así como los apóstoles, pidamos al Señor que nos dé más fe, pues reconocemos que es poca la que tenemos y no es que esté mal y de hecho "el auméntanos la fe' es una de las oraciones que figuran en la biblia y que es, por lo tanto inspirada por Dios.
No obstante en el versículo siguiente, Jesús nos va a enseñar al responder a sus discípulos, que no es la cantidad lo que importa sino la calidad de fe que profesamos y que la apliquemos y la pongamos en acción.
Leamos lo que Jesús nos dice:
Lucas 17:6
Entonces el Señor dijo: Si tuvierais fe como un grano de mostaza, podríais decir a este sicómoro: Desarráigate, y plántate en el mar; y os obedecería.
A menudo creemos que no tenemos la fe necesaria pero la Biblia dice que si.
Romanos 12:3
Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.
Amadas cuando le pedimos a Dios que aumente nuestra fe, le estamos pidiendo que nos fortalezca en la decisión de creer, porque la fe es una decisión, decidimos creer y aferrarnos a la palabra de Dios.
Pero hay una verdad, nuestra fe aumenta cuando nos enfocamos en Jesús y no en nuestra propia confianza, Jesús es el que pone la semilla de fe en nuestro corazón, pero está en nosotras hacer lo que nos corresponde:
"Hacer crecer nuestra fe"
¿Y sabes cómo hacerlo?
Busquemos
Romanos 10:17
Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios.
Aquí está la respuesta, Pablo nos la revela para que nuestra fe aumente.
¡Leamos Su palabra!
Para finalizar las animo a que se acerquen a Dios cómo un niño se acerca a un padre, porque él sabe que lo ama incondicionalmente, sin reprimirse ni tener rechazo, para pedirle lo que necesitamos y él conforme a su voluntad nos lo dará lo que pidamos.
Juan el amado de Jesús nos dice en una de sus cartas:
1 Juan 5:15
Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.
¿Y como no acercarnos a nuestro Padre que nos ama?
si por la fe en Jesús, podemos ir a él con libertad y confianza.
La biblia dice en:
Efesios 3:12
En quien tenemos seguridad y acceso con confianza por medio de la fe en él.
Amadas que lo que hemos escuchado hoy, sea una ayuda para que nuestra fe aumente, ya que este fruto del Espíritu Santo ya está implantado en nuestro corazón, solo queda desarrollarla siguiendo las pautas establecidas y leyendo Su palabra.
LA ORACIÓN CON FE LE AGRADA A DIOS, POR LO TANTO NOS ACERCA A ÉL Y NOS DA LA CONFIANZA DE SER ESCUCHADAS.
¡Dios con nosotras!
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