Un camino doloroso
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Un camino dolorosoLas saludo con el amor de Jesús , las invito a ir a:
Mateo 26:38
Entonces Jesús les dijo: Mi alma está muy triste, hasta la muerte; quedaos aquí, y velad conmigo. Yendo un poco adelante, se postró sobre su rostro, orando y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú.
Este momento de nuestro amado Señor fue muy agonizante, y Mateo nos lo deja ver.
Fue el momento donde la voluntad de Dios Padre empezaba a ejecutarse, Jesús estaba a punto de ir por el camino doloroso.
Ahora vamos analizar juntas estos momentos de nuestro Señor Jesús.
Según como lo relata Mateo nuestro Señor primeramente buscó un lugar estratégico para ese momento donde daba inicio al plan redentor de Dios para con la humanidad.
Jesús salió de la ciudad y fue a un olivar cercano que era conocido como "Getsemaní", que significa "prensa de olivas"
La prensa servía para aplastar las aceitunas y sacar el deseado aceite que servía para usos importantes.
No es casualidad que Jesús vaya a ese lugar donde la aceituna sufría un proceso muy duro, para sacar algo de mucho valor.
Más adelante en la cruz va pasar de primera mano ese proceso en su cuerpo, Él fue aplastado allí por el Padre a causa de nuestro pecado,
Isaías 53:5
Pero él fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados.
Amadas su dolor dio como resultado algo valioso para la humanidad: La Redención de nuestras almas y por ende la salvación eterna.
El lugar que escogió Jesús para esa oración agonizante ya lo había visitado antes, donde se apartaba con Su padre para orar y para enseñar a sus discípulos, dónde tenían largas y hermosas charlas con ellos.
En este lugar donde estaba Jesús, lo vemos librando la batalla definitiva contra el pecado, pero por alguna razón, esta batalla se nos presenta en dos actos:
Getsemaní y Gólgota.
Esto nos lleva a preguntarnos ¿Por qué fue necesario pasar por Getsemaní?
¿No se podía haber evitado un episodio tan doloroso de su vida?
¡No!
Todo estaba sucediendo como Dios lo planeó, esté fue el lugar donde Jesús tomo la decisión de pasar el trago más amargo e ir a la cruz .
Ahora cuando Jesús ya estaba en el lugar correcto, él tenía su alma triste, era cien por ciento hombre y era necesario fortalecer su espíritu.
En este tiempo de oración, él tuvo una intensa perturbación emocional acompañado de un extremo dolor y angustia, Lucas nos dice así:
Lucas 22:44
Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra.
¿Qué era lo que producía este estado en Jesús?
Algunos han pensado que esta angustia era la reacción natural que todos sentimos ante la proximidad de la muerte.
Pero en Jesús, había mucho más que eso ya que Jesús es la vida.
Él se estaba enfrentando con todo, al poder destructivo del mal, Jesús tenía que presentarse como el Cordero de Dios que muere por el pecado tuyo y mío.
La palabra escrita por Juan se estaba cumpliendo dónde dice:
Juan 1:29
El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.
Entonces estamos presenciando aquí el choque frontal entre la Luz y las tinieblas, entre la vida y la muerte.
Amadas deseo aclarar que Jesús nunca pecó, su alma es Santa e inocente, pero iba a asumir el hecho de cargar la maldad de la humanidad,
El apóstol Pablo lo sabía y dejó escrito en su carta:
2 Corintios 5:21
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Muchas veces nosotras hemos sufrido como consecuencia de nuestros pecados, y sabemos por experiencia que es doloroso, pero ¿Qué seria para el Señor sufrir por todos los pecados del hombre?.
No cabe duda que nunca nadie ha experimentado un dolor y amargura semejante, en esos momentos su Santa humanidad fue oprimida y agobiada hasta lo sumo.
De alguna manera parece inexplicable para nosotras cuando llegó el momento de la cruz que la relación de Jesús con Dios sería interrumpida, Jesús fue abandonado por Su Padre.
Marcos 15:34
Y a la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?
Pero como venimos analizando este momento crucial, la explicación a este abandono de Dios, es porque Jesús tenía todo el peso del pecado en sus hombros y como sabemos: " el pecado rompe la comunión con Dios"
Hermanas el mayor deleite de la vida de Jesús era la comunión con su Padre celestial, pero por causa de cargar con nuestro pecado él mismo tuvo que sufrir la angustia y la aflicción al ser abandonado.
Otro punto de análisis de este tiempo doloroso de Jesús, es que sabía que era necesario
"ORAR Y VELAR"
Por lo tanto, hizo un llamamiento a sus discípulos para que velaran. Esta no era la primera vez que les exhortaba a esto, puesto que cuando les había anunciado su segunda venida, ya les había dicho que permanecieran en esa actitud, lo vemos en:
Marcos 13:33
Y lo que a vosotros digo, a todos lo digo: Velad.
Ahora vuelve a hacerlo, aunque con mayor urgencia debido a los acontecimientos que inmediatamente iban a ocurrir.
Amadas como frágiles que somos y teniendo la necesidad de un salvador, nosotras debemos recibir está exhortación urgente a orar.
Jesús cómo hombre por un momento sintió angustia en su corazon y pidió al Padre: "aparta de mí esta copa"
Hermana quizás en algún momento te preguntaste:
¿Qué le pasó a Jesús?
¿Tuvo miedo ir a la cruz?
¿Acaso dudó que el padre estaría con él?
Son preguntas que no encontramos respuesta en la Biblia, pero sí podemos decir que quizás, Jesús al hacer hacer este pedido de apartar la copa, preguntaba si había otra base justa sobre la cual Dios podría salvar a los pecadores sin que él tuviera que ir a la cruz.
Y la verdad es que NO, era necesario ir a Gólgota después de un tiempo en Getsemaní.
En este tiempo de oración y Angustia, vemos todo el drama de nuestra redención, y el silencio del cielo, y el Padre indicó que no había otro modo; Su Santo Hijo, debía morir por los pecadores.
Era la "hora" cuando Jesús, el Hombre representativo había de presentarse ante la justicia divina para satisfacer sus exigencias por medio del sacrificio de sí mismo en ofrenda por el pecado.
Lo que Jesús iba hacer, tendría un sabor amargo, tenía el sabor de la muerte.
Y para finalizar este análisis,
Jesús expreso totalmente su conducta Santa, siendo obediente por lo cual él, no vio otra respuesta que dar, solo decir:
HÁGASE TU VOLUNTAD"
Ahora Jesús siempre respaldo con su hechos lo que decía para hacer, él fue el primero en obedecer la palabra de Dios.
Los cuatro evangelios hablan de su vida pública y la característica general fue su obediencia.
Y el apóstol Pablo también lo dice en:
Filipenses 2:8
Y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
La postura que adoptó Jesús para orar, expresaba su total sumisión a la voluntad de Dios, las escrituras nos muestran que las oraciones de Jesús estuvieron acompañadas de clamor y lágrimas, estás no son como las nuestras de frustración o infantil, porque no logramos hacer lo que nos da la gana. Pero por el contrario en él había un corazón rendido y sumiso a Dios.
El autor de Hebreos dice que él "gustó la muerte por todos"
Hebreos 12:9
Pero vemos a Aquel que fue hecho un poco menor que los ángeles, a Jesús, coronado de gloria y de honra, a causa del padecimiento de la muerte, para que por la gracia de Dios gustase la muerte por todos.
El padre no intervino para impedir que bebiese la copa, pero sus oraciones fueron respondidas.
Después de la noche de sufrimiento, seguiría la mañana de resurrección y de exaltación por su obediencia.
No fue librado de padecer la muerte, sino que habiendo llegado a ella, fue sacado de sus garras por el glorioso triunfo de la resurrección, no olvidemos que de la misma manera, Dios no siempre contesta nuestras oraciones tal como lo pensamos.
Hermanas cuando estemos transitando El camino doloroso que vivió Jesús; busquemos un lugar estratégico con Dios, e ir como estemos, mostrando nuestro corazón con emociones lleno de temores, angustias, dejarlo a sus pies en oración y que nuestro gran Sumo sacerdote nos ministre, oír Su voz nos dará descanso, seguridad y lo que estemos pasando se volverá un camino deleitoso.
Mateo 11:30
porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Dios trae sufrimiento en un mundo caído Pero en medio de estas circunstancias, el Señor Jesucristo es nuestro Gran Sumo Sacerdote, que nos entiende porque él mismo también ofreció ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas, por lo cual es poderoso para ministrarnos como fiel Sumo Sacerdote.
Excelente ejemplo de nuestro Maestro para nosotras cuando estemos pasando por algún desierto, un valle de sombra y muerte.
Nosotras previamente necesitamos recibir poder mediante la oración para poder pasar el trago amargo de la prueba.
EL CAMINO DOLOROSO, NOS LLEVA A UNA PROFUNDA COMUNIÓN CON NUESTRO PADRE.
¡Dios con nosotras!
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