NUESTRA ORACION DIARIA

Canal de youtube
NUESTRA ORACIÓN DIARIA 

1 Crónicas 4:10
E invocó Jabes al Dios de Israel, 
diciendo: ¡Oh, si me dieras bendición, y ensancharas mi territorio, y si tu mano estuviera conmigo, y me libraras de mal, para que no me dañe! Y le otorgó Dios lo que pidió.   
Oh, qué hermosa oración de Jabes, ¿cuántas no hemos deseado que Dios contestará nuestras oraciones al pie de la letra, e inmediatamente, sobre todo si se trata de algo material?
No podemos negar que, nuestros corazones han deseado que las cosas sean contestadas de esta manera. 
Cuando tenemos este deseo nuestro corazón nos revela que estamos muy agarradas a este siglo y deseamos muchas veces la prosperidad económica.

Amadas muchas veces Dios se toma un tiempo y otras veces no, para contestar nuestras oraciones, como el caso de Jabes, Dios siempre concede a cada uno según sus propósitos ya determinados por Él mismo.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.

El nombre de Jabes significa: angustia o dolor, su madre le puso así porque dio a luz con dolor.
Cómo crítica, se puede ver en esta oración un poco de egocentrismo, no se ve a Jabes, pensando en el otro, el pide para si mismo.
Pero sigamos analizando este modelo de oración con el lente ya no de la crítica, sino como ejemplo de oración.
Esta oración es muy similar a la que nos dejó y enseñó Jesús en Su palabra y es más, casi en toda la oración se refiere a que debemos pedir para uno mismo se trata de la oración del Padre Nuestro:
S. Mateo 6:11
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
No está mal pedir la bendición, la protección, la presencia y la sanación de Dios para nuestras propias vidas, sin olvidar que nuestra primera preocupación debería ser la gloria de Dios, Su reino y Su voluntad,
S. Mateo 6:10
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.

En la oración de Jabes vemos que si, efectivamente él, reconoce que el Dios de Israel es fuente de toda bendición, y así también le dio la victoria a su pueblo cuando confiaban en Él.
1 Crónicas 5:20
Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos y todos los que con ellos estaban se rindieron en sus manos; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque esperaron en él.

La batalla y el control siempre es de Dios, pero las oraciones son siempre las que marcan las diferencia en todo.
Dios quiere que estemos en una posición de humildad, la posición de oración, es una posición de humillación, por que así reconocemos que estamos rendidos totalmente a Dios.
La oración nos hace más humildes, dependientes de Dios en todo y nos acerca a su corazón.

Si seguimos examinamos la oración de Jabes en lo espiritual, vemos que el fue sabio al pedir lo que pidió.
Jabes posiblemente fue un descendiente de los Ceneos y luego se incorporó a la tribu de Judá, por lo cuál inicialmente no pertenecía al pueblo de Dios.
Al igual que nosotras antes de conocer a Dios vagábamos en el mundo sin rumbo, no éramos parte de Su pueblo, El Apóstol Pablo lo afirma en: 
Efesios 2:12
En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo.
Jabes también estaba alejado de la ciudadanía de Israel, ajeno a los pactos de la promesa y solo por la bondad y la misericordia de Dios recibió un lugar en dicha nación, fue trasladado de la nación de Israel, hacia la tribu de Judá, que significa alabanza.

Nos pasó a nosotras cuando caminábamos sin Cristo sin dirección, por ese camino que nos llevaba a la muerte, Dios tuvo misericordia de nosotras y nos traslado a un lugar celestial a un territorio espiritual, donde queremos solo alabarle porque estamos agradecidas, y que por los méritos de Jesús y Su obra redentora somos injertadas y pertenecemos a la nación de Israel espiritual. (Las invito a Leer Romanos 11:11_24)
Jabes pide también ser bendecido con una tierra donde poder ser bendecido el y sus descendientes, El pidió ser bendecido por qué sabía que si el era bendecido bendecirla a otros, seguro que Jabes leyó en las escrituras la promesa que Dios le dio a Abraham en:
Génesis 12:2
Y haré de ti una nación grande, y te bendeciré, y engrandeceré tu nombre, y serás de bendición.

En esta oración, Jabes se eleva para adorar a Dios, al nuevo Dios que había encontrado, ¿¡no es maravilloso!? 
Había conseguido un refugio en Israel y obtuvo el territorio que anhelaba. Jabes podía reconocer que el Dios de Israel al que el estaba invocando, era su esperanza y entendió claramente que podía orar por una bendición.
Sin duda la fe de Jabes no fue despreciada.
Salmos 51:17
Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado; Al corazón contrito y humillado no lo despreciarás tú, oh Dios.
Cómo creyentes y cristianas debemos saber que hemos sido bendecidas con toda bendición espiritual por medio de nuestro señor Jesucristo y lo podemos disfrutar.
Efesios 1:3
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,

Muchas veces Dios no obra por nuestra incredulidad y la palabra de Dios nos exhorta a esto:
Hebreos 3:12
Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo.

En la oración de Jabes ademas vemos expresión de angustia al daño y al mal. Cómo discípulas de Jesús es necesario pedir en oración que seamos guardadas de la tentación, del mal que nos asecha y de cometer acciones o hechos que nos lleven a la perdición, y así también nos enseñó Jesús:
S. Mateo 6:13
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Estar en manos del Padre y el buen pastor que es Jesús, tiene un poder infinito e invencible y nos sentimos perfectamente a salvo.

Jabes tenía un nombre  con significado de dolor o angustia, y esto lo llevó a tener una vida de tristeza y a tener una vida en angustia, por eso el busco tener una relación íntima y más profunda con Dios en oración.
¡Quería ser diferente!
Recordemos que Dios conoce siempre nuestros corazones y ve la intención cuando oramos.
Muchas veces venimos al Señor a pedirle cosas que nos harán daño y Él por bondad no, nos lo da, otras veces pedimos cosas o anhelos solo para sacar provecho.
Santiago 4:3
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Debemos dar gracias cuando Dios no contesta nuestras oraciones como queremos y en el momento que le pedimos, ya que Él sabe cómo nos afectará.
Si Dios nos concediera lo que le pidiéramos, seríamos como niñas mimadas y no aprenderíamos a esperar y a depender en Él y en su tiempo, lo viéramos quizás como un genio de una lámpara mágica.
Pídamosle a Dios que nos ayude a recibir lo que es verdaderamente valioso para nosotras y a no permitir que la lujuria de la carne o nuestras emociones nos hagan perder una bendición.

Por último, Jabes era un hombre honorable y su oración marcó la diferencia, porque Dios le otorgó lo que pidió, fue la devoción de su oración, que compensó el dolor y la angustia del principio. 
Dios vio su confianza total en Él y eso le agradó.
Hebreos 11:6
Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.

Nuestro Padre, nos invita a orar a Él, como Jabes y cómo nos enseñó Jesús, estamos en un nuevo pacto, el de la gracia, y Jesús dejó un claro ejemplo de oración, nosotras no sabemos orar, pero tenemos al Espíritu Santo que nos guía como hacerlo, orar como conviene, orar en el nombre de él  al Padre y conforme su voluntad y nuestras oraciones serán escuchadas y aceptadas ya que lo haremos con un corazón contrito y humillado.
La devoción de Jabes nos lleva a Jesús el autor y consumador de nuestra fe, él en Su palabra nos deja sellado que si pedimos como conviene él nos oye:
1 Juan 5:14
Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

Sigamos el ejemplo de Jesús al hacer nuestra oración diaria, él dejó muchos modelos de oración escritas en los evangelios, aprendamos de él, busquemos en Su palabra cada oración de Jesús.
Nuestra manera de pedir va a cambiar, serán oraciones con humildad, sencillas, honestas y que con la guía de él Espíritu Santo llegarán al trono de Dios y en medio de nuestro dolor y angustia, vendrá nuestra ayuda.
Salmos 121:2
Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

NUESTRAS ORACIONES MARCARAN LA DIFERENCIA CUANDO NUESTRO CORAZÓN ESTÉ SUJETO A SUS PROPÓSITOS.

¡Dios con nosotras!


Comentarios

Entradas populares de este blog

VASIJAS LLENAS DE DIOS

¿DISTRAÍDAS?

MUJERES, A SU SERVICIO