Él SECARÁ TODA LÁGRIMA
EL SECATA TODA LÁGRIMA
Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más.
Dios deja una promesa en las Escrituras para su iglesia, su amada, que un día volverá por ella, y allí junto a él, ya no tendremos dolor, ni llanto.
Pero amadas hermanas, sepamos que como parte del plan de nuestro Padre celestial, Él va permitir que el dolor forme parte de nuestra vida en la tierra, y como es obvio el dolor nos llevará al llanto.
Para nosotras como seguidoras de Jesús, el sufrimiento tiene un propósito divino, este es, el de glorificar el maravilloso nombre del Señor, sin tener que avergonzarse.
El apóstol Pedro nos anima a glorificar en medio del dolor y llanto:
1 Pedro 4:16
Pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.
¿Porque Pedro señala que nos avergonzamos cuando estamos en pruebas?
Porque, muchas veces caemos en la mentira del enemigo y en el momento de la prueba estamos pensando:
¿que van a pensar los demás de mi? o ¿que hice mal?
¿porque me pasa esto?
Nos abruma saber que seremos humilladas con críticas por los demás y ser avergonzadas, pero amadas justamente esa humillación nos va a llevar a gloricar el nombre de Dios al reconocer el motivo real por la cuál estamos siendo probadas.
Quizás estemos siendo disciplinadas o simplemente Dios quiere que por medio de la prueba trabajar en nuestro carácter para dar frutos.
Nuestra pregunta al Señor debe ser que debo aprender del dolor de la prueba.
No caigamos en la mentira del enemigo y autocondenarnos, cuando transitemos en una de ella, no olvidemos que todo obra para bien, el dolor y llanto no es la excepcion.
Hay una verdad muy conocida sobre esto, pero a veces la olvidamos, veamos
Romanos 8:28
Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
A medida que llevamos nuestros corazones a entender porque estamos en dolor; nos vamos a cansar, quizás no llegaremos a saber los propósitos divinos, mejor será llevar nuestro corazón al descanso para aumentar nuestra capacidad de perseverar en nuestras pruebas y para aprender de ellas.
Dios nos invita a responder con fe a nuestras propias aflicciones a fin de que podamos cosechar bendiciones y obtener conocimiento que no podemos obtener de ninguna otra manera.
Dios conoce de nosotras, nuestra capacidad y valor para enfrentar cada prueba, Él conoce hasta donde podemos soportar, Pablo en su carta nos lo dice:
1 Corintios 10:13 DHH
Ustedes no han pasado por ninguna prueba que no sea humanamente soportable. Y pueden ustedes confiar en Dios, que no les dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla.
Dios desea que seamos fieles en el momento del dolor, no dar lugar a la queja, al cuestionamiento o peor aún querer entender el propósito divino de la prueba.
Amadas, no temamos estar en la prueba, no cedamos un poco de terreno al enemigo porque el quiere que vivamos atemorizadas y tenernos como prisioneras del temor hasta cuándo el desee,
en nosotras está la determinación en Jesús de ser fieles como lo dice Juan en:
Apocalipsis 2:10
No temas en nada lo que vas a padecer. He aquí, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel, para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida.
Aprendamos del el apóstol Pablo quien no fue ajeno a la aflicción utilizó su propia experiencia para enseñar con profundidad y belleza la perspectiva eterna que se obtiene cuando perseveramos con paciencia:
2 Corintios 4:17
Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un vez más excelente y eterno peso de gloria.
En otras palabras en medio de nuestras aflicciones podemos saber que Dios ha proporcionado un galardón compensador eterno, la fe que Pablo tenía en Jesucristo hizo que soportará todas las pruebas.
Muchas de nosotras hemos suplicado a Dios que elimine la causa de nuestro sufrimiento sin darnos cuenta que el dolor nos hace más fuertes y nos prepara para la siguiente prueba, y cuando el alivio que buscamos no llega inmediatamente pensamos que estamos transitando solas en las pruebas, pensamos que Dios nos ha abandonado y que, cuando vamos a orar Él no, nos escucha, pensar esto es añadir más tentación a la prueba, no nos cargamos más.
Totemos valor y digamos como Job:
Job 19:25-26
Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo; Y después de deshecha esta mi piel, En mi carne he de ver a Dios;
No obstante ya sea que en ocasiones nos encontremos en el oscuro valle de la desesperación, sepamos que es una bendición aprender del sufrimimiento.
Nos podemos fortalecer al saber que todas las experiencias difíciles de esta vida son temporales incluso la noche más oscura se convierte en amanecer para los creyentes.
Nuestro Señor tendrá Su mirada sobre nosotras, como lo hace el platero con la plata para purificarla en el fuego.
Pero como dije anteriormente la prueba es momentánea ya sea provocada por consecuencias de nuestras malas decisiones o pecados.
A menudo Dios usa el dolor para que simplemente crezcamos en carácter, fortalecer nuestra fe y aprender a esperar en él, porque nada dura para siempre.
Salmos 30:5
Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida. Por la noche durará el llanto, Y a la mañana vendrá la alegría.
Cuando todo haya terminado y hallamos sobrellevado toda las cosas con Jesucristo tenemos la promesa que él enjugará toda lágrima de nuestros ojos.
Esperemos con paciencia la promesa bienaventurada:
Hebreos 10:37
Porque aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará.
Mientras llegue ese día no tengamos temor, ni nos avergoncemos en las pruebas, solo miremos a nuestro Salvador, y seremos salvas, recibiremos consuelo, fortaleza de Su Espíritu Santo en el día malo.
Isaias 45:22
Mirad a mí, y sed salvos, todos los términos de la tierra, porque yo soy Dios, y no hay más.
Mis amadas, la promesa de Dios es que un día ya no tendremos que llorar pero mientras tanto las verterermos para limpiar los ventanales del corazón y al limpiar nuestro corazón con lágrimas de dolor, aprenderemos a vivir en santidad, en obediencia limpiando nuestras vestiduras.
Alguien dijo:
"La limpieza primeramente empieza en el corazón y luego se refleja en lo exterior"
Entonces deseemos en nuestro corazón ser santas, apartadas para él y tendremos una recompensa:
Apocalipsis 22:14
Bienaventurados los que lavan sus ropas, para tener derecho al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad.
Finalizo esta reflexión recordándote el futuro de nuestra vida si perseveramos en fe: si somos halladas fieles en la prueba, llegaremos a verlo y viviremos con él eternamente y para siempre adorandole, así que amada te animo a que perseveres con lágrimas pero persevera y un día oirás su voz diciendo:
Mateo 25:23
Su señor le dijo: Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.
Amadas nuestro Buen Señor ve nuestras lágrimas, conoce nuestro dolor y lo profundo de nuestro corazón, pero es necesario padecer para crecer, no estamos solas en este transitar él sabe todo, lo escribe todo y un día lo recordará:
Salmo 56:8 NBV
Lleva la cuenta de mis lamentos. Has recogido todas mis lágrimas y las has guardado en un frasco. Has anotado cada una de ellas en tu libro.
LAS LÁGRIMAS QUE DERRAMAMOS HOY, SON PARTE DE ESTE TRANSITAR PERO UN DIA SERAN ENJUGADAS POR NUESTRO REDENTOR.
¡Dios con nosotras!
Qué hermoso saber que Dios en toda aflicción y toda prueba está con nosotras y tiene propósitos en cada una de ellas. 🙌🙏🙏
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