BUSCANDO AL SEÑOR

BUSCANDO AL SEÑOR
Salmos 105:4
Buscad a Jehová y su poder; Buscad siempre su rostro.

Hay un llamado de parte de Dios constantemente de buscarle a él seriamente y con todo nuestro corazón, pero esto toma tiempo. 
Tiempo para preparar nuestros corazones, tiempo para escuchar lo que el Señor quiere decirnos, tiempo para permitir que él se revele a nosotras a través de Su Palabra, y finalmente tiempo para responder y permitir que aquello que él ha revelado realmente brote raíz en nuestro corazón para ponerlo por práctica.

Recordemos a Moisés cuando estaban en Horeb, el se tomó un largo tiempo para exhortar al pueblo a la obediencia, advirtiendo sobre la idolatría y sobre todo buscar el rostro del Señor. 
Miremos:
Deuteronomio 4:29
Más si desde allí buscares a Jehová tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.

Para empezar: si lo buscamos, lo hallaremos, conoceremos a Dios de una manera nueva en nuestras vidas a medida que lo buscamos con todo nuestro corazón.

Cuando el rey David le transfiere la responsabilidad, entregandole el trono a su hijo, le pide que buscará el rostro de Dios.
David sabía que la cosa más importante que Salomón necesitaba para poder estar aprobado como rey, era tener una relación con Dios.
David le dice a Salomón:
!Prepara tu mente y tu corazón para buscar al Señor tu Dios!
1 Crónicas 22:19
Poned, pues, ahora vuestros corazones y vuestros ánimos en buscar a Jehová vuestro Dios; y levantaos, y edificad el santuario de Jehová Dios, para traer el arca del pacto de Jehová, y los utensilios consagrados a Dios, a la casa edificada al nombre de Jehová.

David entendió que había un enorme valor, una enorme importancia en buscar al Señor por todo lo que Dios había hecho por ellos y ademas estar con una actitud alegre al buscarlo a él.
Salmos 105:3
Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
Buscar al Señor nos ofrece una recompensa, un resultado, de gozo, vida y satisfacción.
Salmos 22:26
Comerán los humildes, y serán saciados; Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre.

¿Queremos más alegría, más satisfacción, una mayor libertad para alabar en nuestra vida? ¡Busquemos al Señor!

Amiga para ti que aún no has experimentado estar en comunión con Jesús, te invito hacerlo, no pongas excusas no digas que no es la edad apropiada o esperes que tus hijos estén grandes, este es el tiempo, quizás mañana ya no exista.
Dios te llama al arrepentimiento de todo lo que te aparta de él y dar un giro, cambiando de dirección tu vida, alejandote de todas las cosas malas y volver a Jesús.
En las Escrituras hay invitaciones de parte del Señor con amor para ti, sino miremos:
Amos 5:4
Pero así dice Jehová a la casa de Israel: Buscadme, y viviréis.
Ademas nuestro Padre también nos da la advertencia de no buscarle:
Amos 5:6
Buscad a Jehová, y vivid; no sea que acometa como fuego a la casa de José y la consuma, sin haber en Bet-el quien lo apague.
Sepamos que siempre nuestro Señor, desea que lo busquemos por amor y no por miedo.

He visto personas que buscan alguna cosa de valor, cuando está, esta extraviada, lo hacen con mucha intensidad y sacrificio por el valor que tiene ya sea una joya o lo que fuere.
Este es un gran ejemplo de como buscar a nuestro Señor.

A veces hay mucha falta de interés por buscar al Señor, él conoce que nos cuesta hacerlo, no somos capaces de buscarle, la palabra de Dios dice:
Romanos 3:11
No hay quien entienda, No hay quien busque a Dios.
Nuestro Padre ha preparado un plan maravilloso mandandonos su ayuda, un regalo de gracia desde el cielo: a su Hijo, para que por medio de Jesús, tengamos una comunión con él.
¡Jesús vino a buscarnos!

Las Escrituras dice que Jesús nos buscó primero, él mismo se despojó de Su deidad para venir en busca de nosotras y así evitar el santo juicio de Dios por desobedientes sobre nuestras vidas, el evangelista Lucas lo dejó escrito:
Lucas 19:10
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Sí, él nos buscó, esa fue su misión antes de la fundación del mundo.

Ahora lo excelente y maravilloso es que cuando nuestro Señor Jesucristo volvió al cielo, nos dejó Su palabra escrita para que al leerla pueda ser encontrado, y podamos tener comunión íntima con Él.

Vemos entonces que al buscar al Señor, encontramos vida, vida de calidad, lo podemos experimentar las que buscamos al Señor, y esta vida no la puedes llegar a conocer si no lo buscas.
Buscamos la vida en tantos lugares, personas y cosas.
Ahora la tecnología se ha vuelto una distracción para buscarle, pero nuestro amoroso Señor insiste en decir: 
¡Búscame y encontrarás la vida. Búscame y vivirás!
¿Amada como está tu búsqueda de el Señor?
¿Lo haces con intensidad, sacrificio y sobre todo amor, por todo lo que te dió?

Cuando nuestro Señor Jesús dió su vida por nosotras en la cruz, nos dio vida juntamente con él, pero debemos mantener esa vida plena, alimentandonos espiritualmente con Su palabra y santificarnos más a medida que pasan los días, esa hambre espiritual por él, debe ser continúa para no tener necesidad de nada. Leamos:
Salmos 34:10
Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Estamos familiarizadas con este versículo. Cuándo buscamos al Señor, tenemos todo lo que necesitamos: 
¡Si lo tenemos a Él, tenemos lo suficiente!

Ahora en estos tiempos lo debemos buscar a Jesús diariamente con mucha responsabilidad, nuestra alma debe tener este deseo, Su Espíritu Santo pone en nosotros el querer, él es Bueno:
Filipenses 2:13
porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Es Su voluntad que busquemos al Señor, mientras aguardamos su regreso.

Amadas, que maravilloso es saber que al buscarlo a él, encontramos paz y experimentamos su gran bondad.
Entonces nos preguntamos:
¿Por cuánto tiempo se supone que debemos buscarlo? 
¿Esta semana, la próxima semana, por muchas semanas? 
Eso parece mucho tiempo, sobre todo ahora, pero mis amadas la búsqueda tiene que ser intencional, constante como el ejemplo del buscador de la joya de gran valor, extraviada o cuando buscamos agua en el desierto.
La búsqueda será cada momento que lo necesitemos, más aún en el dolor, en la angustia y aún en la calma.
Él esta dispuesto a dejarse encontrar, Su palabra nos promete en: 
Jeremías 29:12-13
Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; y me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón.
¡Hermosa promesa del Señor!

Entonces al buscarlo tendremos: satisfacción, alegría, gozo, bondad y vida eterna.

Para finalizar leo una invitación hecha por nuestro Señor Jesucristo en su sermón en el Monte que quedó registrada como una norma, una regla de oro para nosotras, que debemos atesorar y practicar con todo nuestro corazón.
Mateo 7:7-8
Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.

Amadas y amigas, la invitación ya está disponible para todas las que quieran ir en busca del Señor, busquémosle hasta que podamos decir: 
¡He encontrado Al que ama mi alma y no lo soltaré!

AL BUSCAR AL SEÑOR ÉL PROMETE QUE SEREMOS RECOMPENSADAS, POR QUÉ LO HALLAREMOS.

¡Dios con nosotras!

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