NAVIDAD ES JESÚS

Lucas 1:32  Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de David su padre. Nos encontramos en una conversación entre el ángel Grabiel y María, el ángel le da un anuncio que cambiaría la historia de la humanidad, la partió en dos, en un antes y un después, un antiguo pacto y uno nuevo pacto, un antiguo testamento y un nuevo testamento, cambió la ley por la gracia. Maria halló gracia ante Dios y por medio de su vientre: ¡Jesús vendría a este mundo! "Jesús, el Hijo del Altísimo, uno en naturaleza y perfección con Él Padre"  María escuchaba sorprendida lo que el angel le decía, y guardaba todo en su corazón. Lucas 2:19 Pero María guardaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. El ángel le decía a María una de las profesías ya anunciadas, en ese momento se estaba cumpliendo el tiempo establecido en las Escrituras: Isaias 7:14  Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel. El motivo de Su nacimiento, es una esperanza para la humanidad, Jesús dejó Su Reino, Su trono para establecerse en la tierra por poco tiempo, el tiempo justo y necesario para cumplir una mision que designó el Padre. Filipenses 2:6-7;  el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres. Su misión mayor era: "salvar a los que estaban perdidos".  A través de Su vida fuimos rescatadas de la oscuridad donde caminábamos, porque la Luz verdadera vino a este mundo para sacarnos de las tinieblas donde andabamos y de tal manera nos amó que dió Su vida por amor, vino a salvarnos de nuestro pecado, ¿no es grandioso esto? Lucas 19:10;  Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. Nuestro amado Jesús, fue enviado para hacer lo que nadie pudo ni puede hacer, Su grandioso poder; lo hace ser el Altísimo Todopoderoso y no hay nada imposible para Él. veamos: Isaias 61:1-3; El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de Jehová, y el día de venganza del Dios nuestro; a consolar a todos los enlutados;  a ordenar que a los afligidos de Sion se les dé gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar del espíritu angustiado; y serán llamados árboles de justicia, plantío de Jehová, para gloria suya. Esta mision estaba planeada antes de la fundación del mundo. después de terminar lo encomendado Jesús volvió al cielo a tomar Su trono a tomar Su lugar y se sentó al lado del Padre y desde entonces es Grande y es llamado el Altísimo, y Su reino no tendrá fin, lo anunciando por el angel a María, veamos también en: Hebreos 1:3; el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas, Jesús, el verbo de Dios vino habitar entre nosotros, unos lo recibieron otros no, se hizo un hombre pero a través de él, vimos la gloria del Padre. Juan 1:14  Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Ahora después de leer y/o escuchar sobre Su nacimiento, Su misión cumpliéndose cada profesia anunciada, entendemos que un niño nació para morir, que la navidad se trata de adorar a Jesús: por Su obra de amor y que sin Jesús la navidad no tiene sentido. Nuestro Padre en las escrituras se aseguró de dejar escrito y relatado por los profetas y sus discipulos el tiempo y fecha de Su muerte, Resurrección y Ascensión. Las profesías sobre Jesús fueron cumplidas al pie de la letra, más no la fecha de su nacimiento, poco se habla de ello ni cuando fue, por qué celebrar fecha de nacimiento es terrenal pero Su muerte, Su misión más que terrenal fue espiritual, fue gloriosa para el ser humano, Jesús no necesitaba una fecha de nacimiento, porque Él ya era desde el principio y por la eternidad. Hebreos 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos. La buena noticia es, que a pesar que vino a esta tierra a cumplir con su misión y luego se fue a habitar con el Padre, Jesús todavía sigue sanando heridas, sigue restaurando lo que el enemigo de nuestras almas rompió, da consuelo a nuestras almas afligidas, él aún hace milagros en nuestros corazones rotos y deteriorados por el pecado que mora en nosotras, sigue dando libertad a los que estan presos de vicios, y aún mejor nos da una buena vida, perdonando nuestros pecados, quitando todo peso que nos agobia del rencor a personas que nos hirieron y poder ser capaces de pedir perdón a las personas que hemos herido a causa de nuestra necedad. Si lo hemos recibido en nuestro corazon, Él ha venido a morar en nosotras, a través de Su Espíritu Santo, pero muchas veces por la influencia del mundo, olvidamos que somos parte de Su reino y no corremos a Él; cuando estamos pasando dificultades, no nos damos cuenta que necesitamos dia a dia de un "Salvador", lo olvidamos. corramos a Él, a JESÚS nuestro Salvador! La navidad no se trata de recibir sino de dar, no celebramos la fecha en si, sino el motivo de la fecha: que Jesús nació para morir y salvarnos de la ira de Dios por nuestros pecados. Él, es la causa de las festividades, el gozo y la celebración. En última instancia, él es la razón por la que damos regalos en el día de Navidad, para celebrar Su obra, Su victoria y Su regreso. Jesús ya no está con nosotras fisicamente pero nos dejó Su palabra que es viva y es vida. Leamos sus promesas, creamos en ellas y que Dios halle gracia como Maria y digamos como ella: "He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a Tu palabra" LA NAVIDAD ES PARA ADORAR A JESÚS Y PARA DAR GRACIAS A DIOS POR SU REGALO, LA NAVIDAD ES JESÚS.

¡Dios con nosotras!