La voluntad de Dios
Salmos 143:10
Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.
El salmista está pidiendo aquí a Dios, le enseñe a hacer lo que él quiere que haga y que le permita que Su buen espíritu le lleve a hacer el bien.
¿Pedimos nosotras lo mismo o hacemos nuestras propia voluntad?
Amadas hermanas ¿Cómo se encuentran?
Le doy gracias a Dios por el privilegio que me da, de poder servirle, hemos venido estudiando juntas una serie, que he tratado de explicar los mensajes de forma sencilla, para tener un renovado conocimiento y estar atentas de los ataques del enemigo puestas La Armadura de Dios que nos ha dejado.
Y ahora viene el examen tenlo por seguro que así será, el deseo de Dios es que lo estudiado sea afianzado con el fin de estar firmes en nuestra posición, nuestra identidad en Cristo Jesús, y buscar siempre hacer su voluntad cada día.
Y de esto voy hablar hoy, si de la voluntad de Dios, estoy segura que el Espíritu Santo nos ayudará a conocer más de ella y como saber discernirla.
El apóstol Pablo nos da un versículo clave para ello, leamos:
Romanos 12:2
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de nuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
En esencia, este versículo nos enseña que como seguidoras de Jesús, no debemos adaptarnos a las normas y valores del mundo que nos rodea, sino que debemos dejar que él transforme nuestra mente y nuestro corazón para que podamos vivir de acuerdo con su voluntad.
Notemos que Pablo primero nos dice en este versículo que no debemos conformarnos, no debemos dejar que las presiones, la cultura y expectativas del mundo moldeen nuestra forma de pensar y actuar, dejando que la palabra de Dios nos transforme.
Ahora "transformaos": es una palabra griega utilizada aquí, que es "metamorphóo", que significa "cambiar de forma" o "transformar". Esto se refiere a un cambio profundo y fundamental en nuestra forma de pensar y vivir renovando nuestra mente, en otras palabras tiene que haber un cambio radical.
El objetivo de esta transformación es que podamos entender y conocer mejor la voluntad de Dios para nuestras vidas y vivir de acuerdo con ella.
En las escrituras hay una parábola que relato Jesús como ejemplo y la encontramos en Mateo 21, cuando puedas te invito a leerla, se trata de la parábola de los dos hijos.
Al final de la parábola, Jesús reprende a los jefes de los sacerdotes y a los ancianos por no haber hecho la voluntad del Padre; específicamente en el versículo 32 de Mateo 21 y dice así:
Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle.
Jesús nos enseña con esta parábola que básicamente la voluntad de Dios es arrepentirse de nuestro pecado y confiar en él. Si no hemos dado este primer paso, entonces aún no hemos aceptado la voluntad de Dios.
Alguien dijo una vez:
"hacer su voluntad es parecido al descanso de nuestra cansada cabeza, en la mejor almohada"
Esa tranquilidad de descanso en esa almohada, es la misma sensación de seguridad, reposo, sosiego y paz; al saber que nuestro Señor nos ha perdonado, que nos ha hecho libres de la condenación y ya todo lo ha olvidado y por lo tanto no permitirá que volvamos atrás, para continuar buscando hacer su voluntad, obedeciendo y amando su palabra.
"hacer su voluntad es parecido al descanso de nuestra cansada cabeza, en la mejor almohada"
Esa tranquilidad de descanso en esa almohada, es la misma sensación de seguridad, reposo, sosiego y paz; al saber que nuestro Señor nos ha perdonado, que nos ha hecho libres de la condenación y ya todo lo ha olvidado y por lo tanto no permitirá que volvamos atrás, para continuar buscando hacer su voluntad, obedeciendo y amando su palabra.
Salmos 40:8
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.
Por otro lado la voluntad de Dios es un tema que ha generado mucha reflexión y debate a lo largo del tiempo.
A menudo, queremos que Dios nos dé detalles específicos: dónde trabajar, dónde vivir, con quién casarnos, que auto comprar, etc.
Pero somos nosotras que debemos ir descubriendo a medida que vamos creciendo en comunión con él.
Amadas Dios nos permite tomar decisiones y si nos sometemos a él, él tiene maneras de prevenir decisiones equivocadas, veamos un ejemplo de Pablo en:
Hechos 16:6-7
Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; y cuando llegaron a Misia, intentaron ir a Bitinia, pero el Espíritu no se lo permitió.
Ven hermanas la importancia de ser guiadas por el Espíritu Santo?
Pero, muchas veces no nos gusta hacer la voluntad de Dios porque no está acordé a lo que nosotras queremos hacer, des-oímos su palabra y salimos de su voluntad.
Pero si dejamos que el Espíritu Santo haga su trabajo y nos guíe tendremos buenos resultados.
Filipenses 2:13
Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.
Conocer la voluntad de Dios es a veces difícil porque requiere paciencia. Es natural en nosotras querer conocer toda la voluntad de Dios a la vez, pero no es así como Dios usualmente trabaja. Él nos revela un paso a la vez, si, cada paso es un paso de fe que nos permite continuar confiando en Él.
Dios no nos revela su voluntad completa porque quiere que avancemos en la fe mirándole a él.
Lo importante es que, mientras esperamos que nos siga dirigiendo, estemos ocupadas haciendo el bien que sabemos que debemos hacer, leamos:
Santiago 4:17
Y al que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Esta advertencia de Santiago nos debe llevar a reflexionar porque muchas veces nuestras circunstancias por no hacer el bien, nos hacen dudar del precioso y puro amor del Señor. Rechazamos hacer Su voluntad, nos alejamos de Él, le cuestionamos, no le permitimos que invada nuestro terreno y deseos, pensando que no nos ama, que ama a otras más que a nosotras porque; son más espirituales, mas consagradas y empieza a susurrar la voz de la condenación en nuestro oído cerrándolo a oír su grata voz y de repente sin darnos cuenta nos encontramos inmersas en las consecuencias de hacer nuestra propia voluntad padeciendo el horror de nuestro pecado.
Pedro en su primera carta nos habla sobre este posible momento, ese momento que nos encontramos quizás haciendo el mal (haciendo nuestra propia voluntad) o de repente padeciendo por hacer el bien.
1 Pedro 3:17
Porque mejor es que padezcáis haciendo el bien, si la voluntad de Dios, a si lo quiere que haciendo el mal.
Pero la buena noticia de este padecimiento es que nuestro Señor permite que suceda.
¡Si! Muchas veces lo hará dale por hecho, Él lo hace para que nosotras podamos aprender, también para edificarnos, para crecer, madurar y llegar a la plenitud y no para condenación ni para destruirnos.
Entonces ¿padecer en parte de hacer su voluntad?
¡Si! porque usará ese momento de dolor para trabajar en nosotras, tomará ese momento y hará todo para que resulten para nuestro bien.
Romanos 8:28
Y sabemos que a todo a los que le aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
En todo Él trabaja por el bien de los que le amamos.
Así como, cuando Jesús dio su vida en la cruz, Dios tomó ese peor momento de la historia y lo convirtió en lo mejor para nosotras, con el propósito de ser puras para Él y hacedoras del bien.
Jesús siempre hacia la voluntad del Padre y eso marcó siempre la diferencia.
Él puede tomar las peores cosas de nuestra vida y utilizarlas para bien.
Tito 2:14
Quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
Ahora vamos a ver tres características de la voluntad de Dios según Romanos 12:2
La Voluntad Perfecta de Dios es Buena:
Esto significa que la voluntad de Dios no es algo que debamos temer o rechazar, sino algo que debemos buscar y desear.
Jeremías 29:11
Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis.
También podemos decir que:
La Voluntad Perfecta de Dios es Soberana
En Proverbios 19:21 dice:
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; Mas el consejo de Jehová permanecerá.
Esto significa que la voluntad de Dios es soberana y no puede ser frustrada por las acciones humanas.
Es nuestra seguridad saber que nuestro Señor cumple lo que dice por que nos ama, como si sólo hubiera una de nosotras en el mundo a quien amar.
¡Precioso y puro amor!
Miremos lo que dice:
Números 23:19
Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará? Habló, ¿y no lo ejecutará?
Ahora hacer Su voluntad no se trata de comprender, sino de confiar en la soberanía de Dios y aceptar que; lo que él Señor hace es siempre lo bueno.
Deuteronomio 32:4
El es la Roca, cuya obra es perfecta, porque todos sus caminos son rectitud; Dios de verdad y sin ninguna iniquidad en él; Es justo y recto.
Y la tercera característica es que:
La Voluntad Perfecta de Dios es Inmutable:
En Isaías 46:10
Que anuncio lo por venir desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no era hecho; que digo: Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.
Amadas Dios declara que su plan será cumplido y que su voluntad será hecha.
Esto significa que la voluntad de Dios es inmutable y no cambia con el tiempo.
Ahora bien con estas verdades
¿Cómo podemos discernir su voluntad en nuestras vidas?
A continuación te doy algunas sugerencias:
_Buscar la guía de la Palabra de Dios, La Biblia es nuestra guía principal para entender la voluntad de Dios, obedeciéndola.
_Orar, busca y confía en la dirección del Espíritu Santo, él puede guiarnos y dirigirnos en la voluntad de Dios.
_Buscar el consejo de hermanas maduras, como la esposa del pastor ya que pueden ofrecernos consejo sabios y guía en la voluntad de Dios.
_Examinemos nuestro corazón sus motivaciones y deseos, para asegurarnos que estén alineados con la voluntad de Dios.
_ Mantenernos atentas a la voz de Dios, para reconocer el susurro de Dios cuando nos quiere hablar.
Amada recuerda que la voluntad de Dios es perfecta y que puedes confiar en Él para guiarte en el camino correcto.
Nuestro Padre no quiere que lleguemos al punto de padecer por nuestro pecado, que muchas veces es mejor padecer si así Él lo quiere que, haciendo lo mejor y estar fuera de Su voluntad, por eso Dios, nuestro Padre amoroso dejó Su palabra llena de advertencias; debemos leerla, memorizarla y llevarla a la practica, por que también esta es:
¡SU VOLUNTAD BUENA Y PERFECTA!
Amada hermana para finalizar te animo a limpiarte de toda contaminación que te impida vivir de acuerdo a Su voluntad y renueva tu consagración a él pidiéndole en oración que te enseñe Su voluntad:
Jeremías 33:3.
Clama a mi y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tu no conoces.
Sométete hoy en oración bajo la presencia santa de Dios, pidiéndole también que sea el Espíritu Santo quien te capacite para vivir en conformidad a su voluntad.
Considera tomar buenas decisiones hoy, para que no arrepientas mañana.
Ahora, si estas caminando cerca del Señor, y deseando de verdad Su voluntad para tu vida, Dios va a colocar Sus propios deseos en tu corazón.
La clave es desear la voluntad de Dios, no la tuya propia.
Te dejo este versículo que te llenará de esperanza.
Salmos 37:4-5
Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón. Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
¡Amén!
Amada la palabra deleitarse aquí, se refiere a ver y saborear las diversas excelencias de Dios, especialmente como se manifiestan en Cristo, leyendo, meditando, confiando, viviendo la palabra de Dios y descansando en sus promesas para alinear nuestros deseos con la voluntad de Dios, viviendo una vida de adoración, reflejando el amor de Dios a los demás.
Hermanas sean bendecidas con su palabra, hasta el próximo encuentro si la voluntad de Dios así lo permite.
HACER SU VOLUNTADEN EN TODO LO QUE HACEMOS LE AGRADA A NUESTRO PADRE Y ESO NOS DA PAZ Y DESCANSO A NUESTRA ALMA.
¡Dios con nosotras!
Hacer su voluntad muchas veces produce dolor pero por medio de ese sufrimiento el nos enseña a cambiar y a vivir cómo el quiere🙏🙏🙌
ResponderEliminarSi Gisela, Su voluntad es hacer lo que Él desea y eso cuesta...bendiciones.
ResponderEliminarMuchas veces aquello que para mí es bueno, no lo es para mi Señor. Recordemos que "el cielo gobierna", guardemos silencio ante Dios y esperemos en Él. Bendecido día.
ResponderEliminarAmén, así es amada, Dios es Soberano, gracias por tu aporte.
EliminarMi nombre es Irma
ResponderEliminarBendiciones amada Irma.
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