AVANZANDO HACIA LA META
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AVANZAR HACIA LA META
Un anhelo que siempre estuvo presente, en la mente y el corazón de los apóstoles era ser, todo aquello para lo cual Dios les había llamado:
"Avanzar hacia la meta:
Lo vemos en el apóstol Pablo cuando hablaba de:
_Proseguir el blanco.
_Extenderse hacia lo que está delante.
_Procurar no ser descalificado de la carrera.
_Estimar todas las cosas por basura por la excelencia del conocimiento de Cristo.
_E instarnos a crecer hasta la estatura de la plenitud de Cristo
_Proseguir el blanco.
_Extenderse hacia lo que está delante.
_Procurar no ser descalificado de la carrera.
_Estimar todas las cosas por basura por la excelencia del conocimiento de Cristo.
_E instarnos a crecer hasta la estatura de la plenitud de Cristo
Efesios 4:13
Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
Esta es la meta del cristiano.
Esta es una carrera, una carrera gloriosa, una carrera con un fin eterno, y allá vamos.
El conformismo o estancamiento no existía en la mente ni el vocabulario de Pablo y nos anima en Filipenses 3:12 lo siguiente:
No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
Pablo además nos aclara, que aún no ha conseguido la perfección pero tampoco se queda estancado, él quiere alcanzarla y nos da la clave:
Filipenses 3:13
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante.
Pablo insiste que debemos dejar atrás el pasado, no fijarnos en lo que hemos recorrimos antes, sino concentrarnos en lo que nos falta por alcanzar.
Recordemos también a Jesús, cuando cierta vez se dirigió a uno que le quería seguir, diciéndole:
Lucas 9:62
Y Jesús le dijo: ninguno que poniendo su mano en el arado mira hacia atrás es apto para el reino de Dios.
Vemos entonces que al igual que Pablo, en el pensamiento del escritor a los Hebreos el nos anima a “proseguir hacia delante puesto los ojos en Jesús”.
Leamos:
Hebreos 12:1-2(a)
Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe...
Ese peso del que tenemos que despojarnos para correr la carrera que supone la vida cristiana, es el pecado porque este será de estorbo para nuestra carrera, este nos persigue y no nos dejará avanzar.
El apóstol Pablo como vemos en esta ocasión nos está comparado como uno maratonista que participa en una carrera y el objetivo claro de tal participación:
1 Corintios 9:24
¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.
Amadas para poder obtener el premio en una maratón, requiere de una disciplina.
¿Qué es la disciplina?
es una actividad o una conducta que realizamos para
lograr un objetivo, controlando nuestras emociones y sometiendo nuestra voluntad para conseguir el propósito que no lo logramos hacer fácilmente.
El apóstol Pablo conocía sus debilidades y para ello disciplinaba su cuerpo como lo hace un atleta, lo entrenaba para la obediencia ya que corría el riesgo de ser descalificado ante Dios, después de predicarles a otros.
1 Corintios 9:27
Sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Aquí Pablo habla del dominio propio en su vida personal.
Para lograr una carrera con éxito tenemos que disciplinar nuestro cuerpo con la ayuda del Espíritu Santo y lograr la anhelada meta.
Veamos algunas pautas para de tal manera obtenerla:
_Debemos entrenar nuestro cuerpo, mente y alma con continuidad, haciéndolo previamente a través de la oración, la lectura de Su palabra y congregarnos.
_Alimentarnos adecuadamente con Su palabra, cuidando nuestra salud espiritual con la sana doctrina.
_No debemos desesperarnos, vivir tranquilas con la fe activa.
_Avanzar con la mirada fija sin mirar atrás ni a los costados, ni al pasado ni a las frustraciones, sino mirando el objetivo como lo hace el maratonista.
_ Corramos con las fuerzas de Dios y no con las nuestras.
_Despojémonos de todo peso como deportistas correr livianamente, es decir despojarnos de todo pecado que nos asecha.
_En la carrera tendremos lesiones que nos impedirán avanzar, no lo debemos permitir, ni tampoco las oposiciones que querrán frenarnos.
_ La obediencia, la paciencia y la perseverancia debe ser nuestro equilibrio en la carrera.
_Debemos correr para ganar y no quedarnos a la mitad de camino.
_Tenemos que tener la seguridad que tendremos el triunfo asegurado porque nuestro entrenador es el Espíritu Santo de Dios.
Hermanas, la carrera de Jesús fue determinante y marco la diferencia entre todos los hombres y lo que aprendemos de ello, es que él sin importar la vergüenza de ir a la cruz para la redención de nuestras almas, puso su mirada en el resultado, en el premio y se llenó de gozo, él volvería al trono al lado de Su padre con honores, gracias a Su fiel obediencia él jamás retrocedió ni miro atrás.
Sepamos amadas que nunca tendremos que enfrentar a un desafío mayor del que Jesús enfrentó.
El autor a los Hebreos dejo escrito que gracias a los méritos de Jesús, nosotras no somos de las que dejan de ser fieles y que acaban siendo descalificadas, sino que somos de las que reciben la salvación por confiar en Dios.
Hebreos 10:39
Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma.
Amadas, habrá momentos de nuestra vida en los que Dios nos pedirá crecer en carácter y en fe, objetivos necesarios de la carrera.
Tenemos que tratar de alcanzar esa meta, pues esa es la razón por la cual Jesús nos alcanzó a nosotras.
Quizás muchas veces será con esfuerzo, disciplina y sacrificio, centrémonos nuestra mirada en el premio, en el galardón, miremos a Jesús y avancemos a la meta.
NUESTRA META DEBE SER BUSCAR OBTENER EL PREMIO QUE DIOS NOS LLAMA A RECIBIR POR MEDIO DE JESÚS, ESTA ES LA VIDA ETERNA.
¡Dios con nosotras!
Amén 🙏🙏🙏
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