NUESTRA REDENCIÓN
NUESTRA REDENCION
Jesús tuvo que pagar un alto precio por nosotras ya que estábamos bajo el juicio de Dios
Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación.
Hoy veremos la obra objetiva de Dios a favor de la salvación de las personas: NUESTRA REDENCIÓN.Jesús tuvo que pagar un alto precio por nosotras ya que estábamos bajo el juicio de Dios
Estábamos sin Dios, éramos sus enemigas y teníamos una condena:
Ezequiel 18: 4(b)
...El alma que pecare esa morirá.
"JESÚS PAGÓ UN ALTO PRECIO POR NUESTRA SALVACIÓN Y REDENCIÓN QUE ES DE MUCHO MÁS VALOR, MAS QUE LAS JOYAS"
¡Dios con nosotras!
...El alma que pecare esa morirá.
Mis Amadas Dios no ha cambiado ese decreto, porque Dios nunca cambia,
"La Inmutabilidad de Dios es el terror de los malvados"
Ser rescatado es ser salvo, puesto en libertad y liberado del peligro del ataque o del daño.
Jesús es Aquel que nos rescata y nos lleva a un lugar seguro.
El rey David lo había experimentado:
2 Samuel 22:20
Y me sacó a un lugar espacioso; Me libró, porque se agradó de mí.
La frase:
"Nuestra vana manera de vivir" quiere decir que no estábamos en su voluntad, en su camino y dice mucho de nosotras ya que antes de conocer a Jesús todas caminábamos por allí, no es lindo recordarlo pero muchas veces es necesario, porque necesitamos recordar de donde Dios nos rescató.
El pecado se hereda ya que nacemos con el y este nos lleva a la perdición.
¡necesitamos un Salvador!
¡necesitamos un Salvador!
Si para librarnos de esa vida de muerte, perdidas fuera del cuidado de Dios y prestas a su ira.
Amadas hay una buena noticia, lo leemos en:
Lucas 19:10
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
¡Misericordioso y maravilloso plan de Dios!
Ahora, el oro y la plata aunque son pasados por el fuego para ser purificados con el tiempo se corrompen, necesitamos productos especiales para su limpieza, son joyas perecederas sin valor ante tal comparación con la sangre preciosa de Jesús, vemos entonces que no tenemos nada que ofrecer a Dios por nuestra redención, además amadas ¿Qué tenemos nosotras que Dios pueda necesitar?
Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
¡Misericordioso y maravilloso plan de Dios!
Ahora, el oro y la plata aunque son pasados por el fuego para ser purificados con el tiempo se corrompen, necesitamos productos especiales para su limpieza, son joyas perecederas sin valor ante tal comparación con la sangre preciosa de Jesús, vemos entonces que no tenemos nada que ofrecer a Dios por nuestra redención, además amadas ¿Qué tenemos nosotras que Dios pueda necesitar?
Su sangre fue suficiente para nuestra redención:
Efesios 1:7
En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
Efesios 1:7
En quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados según las riquezas de su gracia,
!gracias a Dios por su don inefable!
La sangre de Cristo es preciosa, sin contaminación, ni corrupción porque Jesús a si lo es sin mancha y sin defecto, absolutamente sin pecado alguno. Pedro lo vio y dio testimonio de nuestro Señor en su carta en:
1 Pedro 2:22
El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca.
también Juan dio testimonio en su carta de él en
1 Juan 3:5
Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.
El Apóstol Pablo también se expresa de Jesús en:
2 Corintios 5:21
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos justicia de Dios en él.
Esta obra se llevó a cabo por nosotras por amor, ya destinado antes de la fundación del mundo. Jesús dejó su trono para venir a este mundo a rescatarnos de nuestra vana manera de vivir y darnos vida eterna junto a él, pagando un valioso precio: SU SANGRE.
1 Pedro 2:22
El cual no hizo pecado, ni se halló engaño en su boca.
también Juan dio testimonio en su carta de él en
1 Juan 3:5
Y sabéis que él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en él.
El Apóstol Pablo también se expresa de Jesús en:
2 Corintios 5:21
Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos justicia de Dios en él.
Esta obra se llevó a cabo por nosotras por amor, ya destinado antes de la fundación del mundo. Jesús dejó su trono para venir a este mundo a rescatarnos de nuestra vana manera de vivir y darnos vida eterna junto a él, pagando un valioso precio: SU SANGRE.
1 Corintios 6:20
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Mis amadas Jesús cumplió su obra perfecta acá en la tierra, limpió nuestros pecados nos reconcilió con el Padre y fuimos justificadas por sus méritos y después volvió al lugar de donde vino:
Hebreos 1:3
El cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.
Amiga si aún no has experimentado está redención, este lavamiento de pecados de parte de Dios, ven a él con un espíritu humilde y arrepentido, Jesús quiere redimirte, rescatarte de tu vana manera de vivir, perdonarte, ponerte en un lugar seguro junto a él y empezar una relación en comunión contigo, serás una joya que él ira limpiando.
Ven a Jesús, pon tu esperanza en él, y entonces dirás como el salmista:
Salmos 73:28
Pero en cuanto a mí, el acercarme a Dios es el bien; He puesto en Jehová el Señor mi esperanza, Para contar todas tus obras.
"JESÚS PAGÓ UN ALTO PRECIO POR NUESTRA SALVACIÓN Y REDENCIÓN QUE ES DE MUCHO MÁS VALOR, MAS QUE LAS JOYAS"
¡Dios con nosotras!
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