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Mostrando entradas de julio, 2022

UN ENCUENTRO CON LA VIDA

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UN ENCUENTRO VON LA VIDA Juan 6:40 Y esta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero. Que promesa más sublime, para obtener este regalo tenemos que tener un encuentro con Jesús. Mis amadas hoy veremos uno de esos encuentro maravillosos con Jesús mismo, que es la vida. A nuestro Señor  siempre le rodeaban gran multitud y tenía encuentros con personajes que dejarían huella, en este caso con un a mujer viuda en Naín y solo Lucas el evangelista registra su asombrosa historia.  Lucas 7:11 Aconteció después, que él iba a la ciudad que se llama Naín, e iban con él muchos de sus discípulos, y una gran multitud. Entonces aquí vemos a Jesús en Nain, después de experimentar gozo y alegría en su corazón por lo acontecido en Capernaúm, él se encuentra cara a cara con el dolor, si con el dolor de una mujer por la perdida de su hijo: Lucas 7:12 Cuando llegó cerca de la puerta de la ciudad, he...

UNA MARAVILLOSA RESPUESTA

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UNA MARAVILLOSA RESPUESTA Salmos 142:1-2 Con mi voz clamaré a Jehová; Con mi voz pediré a Jehová misericordia. Delante de él expondré mi queja; Delante de él manifestaré mi angustia. Hoy en las Escrituras vamos a ver la historia de una mujer que derramó su alma ante Dios para recibir un milagro. Había un hombre llamado Elcaná que tenía dos esposas. Una se llamaba Ana, y la otra Penina. Penina tenía hijos, pero Ana no. Cuando cada año subían al templo a adorar y ofrecer sacrificio, siempre Elcana le daba una porción especial de alimentos a Ana porque era la esposa que él amaba, aunque ella era estéril. Ahora en esa época era vergonzoso no tener hijos, las mujeres eran humilladas. Cómo lo hizo Penina la otra esposa de Elcana siempre molestaba a Ana y la hacía sentir mal porque el Señor no le permitía tener hijos. Es casi inevitable que a veces en nuestras vidas sintamos el alma llena de amargura por alguna angustins o humillación. Ana lloraba y dejó de comer por su afrenta y tribulac...