UNA MUJER BENDECIDA
No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios.
Hoy vamos a relatar la vida de Noemí, que se encuentra en el libro de Rut, está historia se narra cuando gobernaban los jueces, tiempos de desintegración total, donde cada uno hacía lo que le parecía mejor.
Noemí es el personaje central del libro, mientras que Rut es el personaje principal.
Mientras vamos contando la historia veremos la fidelidad, la bondad de Dios con Noemí y con su pueblo mostrándonos así, una señal o sombra de lo que vendría: "la llegada del pariente Redentor"
Noemí significa: agradable, alegre o dulzura.
Vamos a la historia:
Ruth 1:1
Aconteció en los días que gobernaban los jueces, que hubo hambre en la tierra. Y un varón de Belén de Judá fue a morar en los campos de Moab, él y su mujer, y sus dos hijos suyos.
Noemí estuvo casada con un hombre llamado Elimelec, pero una hambruna hace que se muden con sus dos hijos a Moab dónde había provisión, pero era una nación pagana. Está familia dudó de la provisión de Dios en tiempo de escasez.
Así nos pasa muchas veces a nosotras, dudamos y tomamos atajos, quizás por miedo a sufrir o pasar alguna necesidad y vamos a buscar algo mejor saliendo de la voluntad de Dios, pero sabes a Dios no le sorprende nuestra debilidad y va a usar todo para nuestro bien.
Pero debemos tener cuidado con la impaciencia y salir del lugar de donde el Señor nos ha dado a pesar que surjan situaciones, ya que no escaparemos de los planes de Dios, tenlo por seguro.
Isaías 46:10(b)
Mi consejo permanecerá, y haré todo lo que quiero.
Sabes hermana, al fin y al cabo nuestras vidas no está determinadas por lo que nos sucede, sino cómo respondemos.
Ahora mientras están en Moab, Elimelec muere, al igual que sus hijos que se habían casado.
Desprovista, Noemí regresa a Belén con su nuera Rut, a quien no pudo desalentar de que se quedará en Moab a continuar con su vida.
Ruth 1:16
Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
Vemos acá el resultado de lo que Noemí enseño a Rut: amar a Dios sobre todas las cosas, por eso Rut le demuestra fidelidad a su suegra Noemí.
Y allí van las dos viudas juntas, regresando Noemí al lugar donde no debería haber salido, quizás su vida hubiera sido diferente, ella volvió con las manos vacías solo con la esperanza de que quizás pueda recuperar lo que había dejado.
Ruth 1:19
Anduvieron, pues, ellas dos hasta que llegaron a Belén; y aconteció que habiendo entrado en Belén, toda la ciudad se conmovió por causa de ellas, y decían: ¿No es esta Noemí?
Noemí estaba con su rostro diferente, estaba casi irreconocible, cuando se fue ya era adulta y al pasar los años la edad la alcanzó, su apariencia física había cambiado por el sufrimiento y la aflicción, tanto que las personas se apiadaban de ella.
Amadas detengámonos un momento aquí y veamos la actitud de Noemí:
La aflicción la llevo a cambiar su proceder que se convirtió en amargura.
Así como las raíces de los árboles se encargan de nutrir a toda la planta, pasa igual cuando dejamos que las raíces de amargura empiecen a fortalecerse en nuestros corazones, dará como fruto en nuestra vida: el resentimiento.
Para ello hay una advertencia en:
Efesios 4:31
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia.
"La amargura nos pone en prisión y hace que levantemos barreras y muros en las relaciones"
Cuando Noemí regresa, les dice a los lugareños, que la llamen Mara que significa: amargura, veamos:
Ruth 1:20
Y ella les respondía: No me llaméis Noemí, sino llamadme Mara; porque en grande amargura me ha puesto el Todopoderoso.
La amargura de Noemí no le permitía ver la misericordia y bondad de Dios, Él la estaba llevando de regreso a su ciudad natal, un nuevo empiezo, una nueva oportunidad de volver al Dios vivo y verdadero.
Hermanas la amargura es un pecado en reposo, crece bajo la superficie, en lo profundo del suelo de nuestros corazones, debemos estar atentas y vigilantes de no permitir que estas raíces encuentren lugar en nuestros corazones.
La Palabra de Dios nos insta:
Hebreos 12:15
Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios; que brotando alguna raíz de amargura, os estorbe, y por ella muchos sean contaminados.
Cuando hay amargura en el corazón no recibimos gracia, esta la estorba, y perdemos el favor de Dios y lo peor brota la queja afectando a los que nos rodean, esto le pasó a Noemí:
Rut 1:21
Yo me fui llena, pero Jehová me ha vuelto con las manos vacías. ¿Por qué me llamaréis Noemí, ya que Jehová ha dado testimonio contra mí, y el Todopoderoso me ha afligido?
Noemí al salir de Belén estaba prosperada ya que tenía su familia, pero al salir de la protección del Dios de su vida e ir al lugar donde nadie le adoraba, dejó Sus propósitos atrás.
Noemí vuelve con otro sentimiento a Belén, estaba desilusionada de Dios.
Aprendamos lo que David decía sobre la aflicción en uno de sus salmos:
Salmos 119:71
Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos.
¿Puedes acaso decir estas palabras cuando estás justo en medio de la prueba?
Amadas, Dios es Fiel por eso nos humilla, nos aflige, pero Noemí está desconfiando de la bondad de Dios.
No es fácil deleitarse cuando estamos en aflicción ya sea a causa de nuestras malas decisiones o por qué Dios lo permite para madurar en fe.
¿Recuerdan a Job? Él también tomo la actitud de Noemí:
Job 10:1
Está mi alma hastiada de mi vida; Daré libre curso a mi queja, Hablaré con amargura de mi alma.
Noemí no escapará de los planes de Dios, estos se cumplen y él ahora va hacer una obra en ella, en su corazón cumpliéndose así lo determinado por Dios a pesar de ella.
La amargura y la queja brotan de nosotras por qué reclamamos nuestros derechos, amadas tiene que haber una renuncia a ellos y en vez de dar rienda suelta a la queja, debemos dar gracias por todo.
La llegada de Noemí y Rut a Belén coincide con la cosecha de cebada.
La preocupación de Noemí es el bienestar total de Rut.
Rut 3:1
Después le dijo su suegra Noemí: Hija mía, ¿no he de buscar hogar para ti, para que te vaya bien?
Noemí permite a Rut cosechar en los campos de Booz que le han autorizado.
Sucede que Booz es pariente del difunto esposo de Noemí. Él le dice que trabaje en su campo.
Cuando Noemí se entera de que Rut tiene la atención y la amabilidad de Booz, le aconseja a Rut que se acerque a él directamente:
Rut 3:3-4
Te lavarás, pues, y te ungirás, y vistiéndote tus vestidos, irás a la era; mas no te darás a conocer al varón hasta que él haya acabado de comer y de beber. Y cuando él se acueste, notarás el lugar donde se acuesta, e irás y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que hayas de hacer.
El plan de Noemí era que Rut se acercará a Booz de una manera no muy sana, pero Rut abandona el intento de seducción y en su lugar solicita una unión permanente y legal con Booz.
El Señor honró esto de una manera increíble y maravillosa.
Rut 4:13
Booz, pues, tomó a Rut, y ella fue su mujer; y se llegó a ella, y Jehová le dio que concibiese y diese a luz un hijo.
Y así Rut se casa con Booz, y tienen un hijo, a quien Noemí cuida y dio a luz al abuelo del rey David.
Rut 4:14
Y las mujeres decían a Noemí: Loado sea Jehová, que hizo que no te faltase hoy pariente, cuyo nombre será celebrado en Israel.
¡Si alabado sea Dios!
Porque así, fue al pasar el tiempo se cumplió está palabra, Dios le dio un nieto a que cuido de él y se convirtió en pariente del Redentor, que se hizo famoso en Israel.
¡Jesús es nuestro Redentor!
Rut 4:16-17
Y tomando Noemí el hijo, lo puso en su regazo, y fue su aya. Y le dieron nombre las vecinas, diciendo: Le ha nacido un hijo a Noemí; y lo llamaron Obed. Este es padre de Isaí, padre de David.
Amadas vemos la bondad de Dios en todo el libro de Rut, ÉL usa la vida de Rut, Noemí y Booz para sus propósitos.
Dios restauró la vida de Noemí devolviendo a ella la alegría y dulzura que su nombre representaba.
¡Gloria a Dios!
A pesar de nosotras Dios cumple sus propósitos en todo, Él reina y mientras sea así, la mano del Todopoderoso, hará que Su palabra se cumpla para sus fines.
LA AMARGURA TIENE UN BALSAMO, ESTE ES SU PALABRA, QUE ES SEGURA Y PERMANCE FIEL EN TIEMPOS DE AFLICCIÓN.
¡Dios con nosotras!
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